El PAN en su propia transición

viernes, 18 de junio de 2004 · 01:00
México, D F, 17 de junio (apro)- La decisión de Luis Felipe Bravo Mena de solicitar a los miembros del Comité Ejecutivo Nacional del PAN de “reflexionar” sobre si es conveniente que se separe del cargo antes de que estatutariamente concluya su periodo, en marzo del 2005, sólo ha atemperado momentáneamente la crisis que padece ese partido político formalmente en el gobierno La severa pugna que existe entre los prospectos a la candidatura presidencial del PAN, que se precipitó con la renuncia de Felipe Calderón a la Secretaría de Energía, obligaba a una jugada para disminuir la presión interna y Bravo Mena, ciertamente, la hizo Pero el problema o el conjunto de problemas no está resuelto, porque la decisión del CEN de autorizar a los prospectos presidenciales a mantener acciones de proselitismo, siempre y cuando no digan públicamente que quieren ser, es sólo una simulación que habrá de tener consecuencias, entre ellas el proceso para designar a quien asumirá, en marzo o antes, la conducción del PAN El asunto no es si ese partido estrena presidente en marzo o antes, como lo sugiere Bravo Mena, sino quién garantiza la imparcialidad para conducir un inédito proceso de selección de la candidatura presidencial, que anhelan cada vez más panistas, y cuál deberá ser su perfil para afrontar una elección constitucional de suyo compleja en un contexto de crispación política Dos de los aspirantes a dirigir al PAN, Germán Martínez y Humberto Aguilar Coronado están claramente identificados con quienes quieren buscan representar al PAN en los comicios, Felipe Calderón y Santiago Creel, respectivamente, y en caso de que alguno de ellos gane, lesionaría la indispensable imparcialidad para seleccionar al candidato presidencial Por otro lado, otros dos que pretenden suceder a Bravo Mena, Manuel Espino y Juan José Rodríguez Prats, tienen, a su vez, características distintas pero complicadas para triunfar El primero, secretario general actual, tiene rencillas con sectores importantes del PAN y se le ve con desconfianza por su manera subterránea de operar, mientras que al segundo, senador por Tabasco, le pesa sobre todo su larga trayectoria en el PRI bajo la sombra de Carlos Hank González, del que nunca se deslindó públicamente Es previsible que, ante estas circunstancias, aparezcan, al menos, otros dos prospectos: Ana Teresa Aranda, directoral del DIF nacional, y Rodolfo Elizondo, secretario de Turismo, aunque otro personaje, Gerardo de los Cobos, actual presidente del PAN en Guanajuato, podría ser tomado en serio, de no ser porque nadie sabe de él en el país La presidencia del CEN del PAN ha sido una de las instituciones más sólidas y respetadas en ese partido durante toda su historia de 65 años, lo que explica cómo un presidente como Bravo Mena, de tan bajo perfil y escasa efectividad, haya logrado prolongar su mandado a dos periodos, en el primero del cual se cubrió de gloria al ganar las elecciones presidenciales con Vicente Fox, pero gracias a varios factores como el hartazgo del PRI, el uso indiscriminado de recursos de procedencia oscura y aun factores internacionales La decisión de Bravo Mena de adelantar su salida de la presidencia del PAN, que se resolverá el 2 de julio, no solucionará, por otra parte, la sorda confrontación interna, que es el estilo de ese partido, entre los prospectos a la candidatura presidencial, una precampaña no declarada en condiciones de suyo faltas de equidad El candidato más libre es Calderón, que vuelto a su condición sólo de ciudadano, puede hacer lo que le venga en gana, casi igual que el senador Carlos Medina Plascencia, que tampoco rinde cuentas a nadie, aunque su problema es no disponer de plataformas para exponerse al conocimiento de los ciudadanos Todo lo contrario lo tiene Creel, quien desde la Secretaría de Gobernación mantiene una presencia permanente en los medios audiovisuales, los que importan en términos de imagen, aunque con la espada sobre él de que no podrá hacer algo semejante a un acto de promoción política Llegado el momento de la decisión de los delegados del PAN, Creel podría vender su gran posición en los medios, pero su lastre será su escasa penetración en ese partido --en el que es visto como advenedizo--, algo de lo que sí se pueden ufanarse los dos primeros, sobre todo Calderón, carta de los doctrinarios, y Medina, prospecto de los adineraros y de la extrema derecha de El Yunque Esto justamente es lo que pondrá a pelear, cada vez más fieramente, a las tribus internas del PAN, porque de por medio está ya no una candidatura testimonial, como en el pasado, sino el poder presidencial Y para esto las reglas no escritas, a las que invoca Espino para evitar riñas, no sirven Esa falta de reglas para procesar su propia candidatura presidencial demuestra que, como en el caso de los otros partidos políticos, el PAN también está llamado a incluir en sus documentos básicos previsiones que eviten lesionar la legitimidad de su candidato Y esto no es más que reflejo de la transición que padecen todas las instituciones del país, de las cuales los partidos políticos son fundamentales Comentarios: delgado@procesocommx

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