México, D F, 10 de agosto (apro)- El sábado antepasado el secretario de Gobernación, Santiago Creel, fue intervenido quirúrgicamente de un problema en la rodilla luego de que se cayó junto con el caballo que montaba, por lo cual desde entonces se ha visto obligado a utilizar muletas para poder desplazarse de un sitio a otro El estado físico de Santiago Creel parece haber empatado el estado político en el que se encuentra el responsable de la política interna del país: con muletas y convaleciente Hay un cúmulo de procesos políticos que están detenidos, sin avance o de plano anulados, desde la reforma del Estado, que le fue encargada al responsable de la gobernación del país, y quien durante su etapa como político de la oposición o intelectual de la transición, tanto impulsó Es preciso recordar que la apertura de la información pública del gobierno, que se registra durante la administración foxista, no fue autoría de Creel --aunque en el discurso la haya planteado en algún momento--, sino que fue una idea que surgió de la desaparecida Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam), que entonces encabezaba Francisco Barrio Terrazas Fue en la torre de cristal ubicada en Insurgentes Sur, que alberga a la Secretaría de la Función Pública, donde más se arrastró el lápiz para darle forma a la iniciativa Después de ello, la única reforma que hasta el momento ha tenido éxito en su aprobación legislativa, es la reforma del Instituto Mexicano del Seguro Social, la cual tuvo su origen en el panismo, pero por razones de negociaciones políticas fue presentada por un ala del priismo Sin embargo, nuevamente no apareció por ningún lado el operador político del presidente Fox Esta reforma generó algunas de las más importantes movilizaciones sindicales de los últimos tiempos, hubo canales de interlocución si bien con el Legislativo --pero que tenían que ver con una instancia bajo el mando del Ejecutivo--, negociaciones igualmente frustradas Pero frente a esto, fue notoria la ausencia de Creel, no se le vieron intenciones, cuando menos, para promover una atmósfera de negociación que pudiera tener mayor éxito, menos aún de canalizar el diálogo hacia buen puerto El funcionario optó por irse a meter a una atropellada ceremonia con el sindicato de músicos, que se convirtió en algo muy parecido a un acto de campaña, porque Creel les prometió firmar un acuerdo de beneficio para ese gremio El tono del “príncipe de Cobián” –como hoy se le ubica entre la clase política, por ser “Totalmente Palacio”-- parecía más el de un candidato que el de un político cuya responsabilidad tiene que ver con la gobernabilidad Después vino el episodio donde conminó en malos términos al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, a ser “hombrecito” y enfrentar el juicio de desafuero que pende sobre el tabasqueño, “sin sacarle al bulto y echar la culpa a los demás” Esa declaración de Santiago Creel se dio un día después de que López Obrador hizo llegar un escrito a la Sección Instructora de la Cámara de Diputados, en la que pide se solicite la comparecencia del exsecretario particular del Ejecutivo, Alfonso Durazo, y las declaraciones por escrito del procurador Rafael Macedo de la Concha y el titular de Gobernación El llamado poco comedido de Creel no generó escozor entre muchos de simpatizantes del exconsejero electoral y exdiputado, sino una oleada de aprobación a Creel en el trato hacia López Obrador, pero eso no es lo delicado, sino que el responsable de pavimentar y hacer más terso el diálogo político en el país --que él mismo ensalza como una cualidad del gobierno foxista y de él como operador político--, lo que provoque sea lo contrario, que rebaje el nivel del diálogo político Todos esos yerros y equívocos no dan otra conclusión con que Creel está leyendo las cosas más a partir del cristal de las encuestas, luego que María de las Heras planteó el escenario de quién sería si no es candidato AMLO