PRD, principios y pragmatismo

viernes, 17 de septiembre de 2004 · 01:00
México, D F, 16 de septiembre (apro)- Pese al desenlace en Tlaxcala, que una vez más ha puesto en entredicho su eficacia política y que por orden judicial tendrá como su candidata a María del Carmen Ramírez, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) sigue entrampado en la simulación que, es preciso insistir, lo coloca en vías de extinción política En el Congreso Nacional celebrado en marzo, en pleno escándalo por la difusión de videos que acreditaron una corrupción que destornilló de risa a Carlos Salinas y Roberto Madrazo, el PRD no tuvo agallas para revisarse a sí mismo y se extravió en la simulación Se resolvió diluir las corrientes que han secuestrado a ese partido político, lo que motivó la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas a cualquier encomienda partidista, pero en los hechos se impuso el gatopardismo El resultado es la incompetencia electoral, precisamente porque se cambió para seguir exactamente igual En este sentido, sigue siendo válido el diagnóstico en los documentos preparatorios del Octavo Congreso Nacional, que se celebró en marzo: “(En el PRD) no domina en la vida partidaria el cumplimiento de sus normas, son una gran indisciplina Sobre la base de un falso democratismo, se ha negociado el incumplimiento de las normas, se han aceptado acuerdos de protección y reglas no escritas por encima de las estatutarias Las decisiones más importantes son tomadas por los líderes, los poderes fácticos y los dirigentes de las corrientes, en vez de privilegiar la autoridad de los órganos colegiados de dirección; existe una crisis de organización y de legalidad; muchos de los consejos estatales son prácticamente inexistentes, lo mismo que 90% de los comités de base” El documento, al aludir al poder de las corrientes internas en la estructura formal, establece: “A pesar de la Declaración de Principios, es frecuente la ausencia de ética en la vida orgánica del partido La práctica de políticas clientelares, corporativas y de manipulación de algunas organizaciones sociales, con el fin de incidir en las elecciones internas, contraviene el artículo 33 de nuestro estatuto La vigencia de una cultura autoritaria y de intereses de grupo se refleja en la postulación de candidaturas y toma de decisiones que afectan a miembros que no tienen la protección de alguna corriente Los intereses particulares en el ámbito local se sobreponen, con frecuencia, a los objetivos, políticas y decisiones nacionales” Por eso no es casual sus frecuentes fracasos en los diez procesos electorales en lo que va de este año: de las seis gubernaturas disputadas, sólo ha triunfado en Zacatecas, y no se prevé que gane alguna de las otras cuatro, ni siquiera Tlaxcala, cuya candidata le fue impuesta por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación En Sinaloa es previsible que el PRI arrase, lo mismo que en Tamaulipas y Puebla, donde la presencia perredista es más bien marginal por la falta de trabajo político y, sobre todo, por el secuestro de los grupos que disfrutan de las prerrogativas Si acaso, el PRD obtendrá buenos resultados en las elecciones a diputados y alcaldes en Michoacán y Chiapas, que en el caso de este último estado ha instrumentado una aberrante alianza con la extrema derecha panista gracias al pragmatismo del gobernador Pablo Salazar y el grupo que encabeza Jesús Ortega En lo que resta del año, el PRD no obtendrá nada más Y ese pragmatismo en Chiapas es previsible se repita en Hidalgo, para las elecciones de febrero del 2005, donde pretende lanzar como candidato a un acreditado “mapache” electoral, José Guadarrama Márquez, algo que, de proceder, hundirá aún más al PRD en la inmundicia de la falta de ética política Por eso es cada vez más claro que un triunfo presidencial del PRD en el 2006 es risible, por decir lo menos, y en todo caso la eventual candidatura de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República, con amplias posibilidades de triunfo, pasa por una movilización ciudadana al margen de ese partido político Ojalá que, llegado el momento, las corrientes internas del PRD no le escamoteen el membrete Comentarios: delgado@procesocommx

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