El regreso de Marta
México, D F, 29 de septiembre (apro)- Dicen que la mañana del lunes 12 de julio, cuando la prensa ya estaba citada para que Marta Sahagún diera a conocer su negativa de buscar la candidatura presidencial, en realidad no estaba tan dispuesta a hacerlo y que hubo que pedir a Vicente Fox se lo exigiera personalmente, pues su esposa se negaba a escribir la frase definitiva que todos esperaban
“Es tiempo de conciliar y de analizar con objetividad lo que sucede en realidad Lo he dicho y lo reitero: México está preparado para ser gobernado por una mujer No obstante, quiero afirmar que no seré candidata a la Presidencia de la República”, dijo esa vez en un discurso de apenas cinco minutos que originalmente no tenía la última parte del párrafo
La mañana de ese día había empezado difícil para Marta Sahagún La carta que días antes había circulado el exsecretario particular del presidente Fox, Alfonso Durazo, señalándola como la principal causa de los problemas en el gabinete y en el gobierno foxista, la habían colocado en el centro del debate nacional
Cuando terminó de redactarla, la carta de Marta Sahagún cayó en manos de Ramón Muñoz, el hombre de mayor confianza de Fox El irapuatense se sorprendió al ver que en el breve documento la consorte presidencial no mencionaba la renuncia a sus aspiraciones rumbo al 2006, que ya habían acordado una noche antes Con aire de incredulidad, le enseñó al jefe del Ejecutivo el comunicado de su esposa, y le dijo que si salía a la luz pública con esa declaración, lo único que estarían haciendo es respaldar la misiva de Durazo, donde señalaba que la ambición de la primera dama –apoyada por el propio Fox-- era el factor real de los problemas en Los Pinos
La pareja presidencial entró en conflicto esa mañana y, ante la negativa insistente de Marta, el presidente tuvo que amenazarla con la separación si no aceptaba
El divorcio sonó como una bomba en los oídos de Marta Sahagún que, ante la sola posibilidad de quedarse sin la protección de la figura presidencial, sin el poder de estar en Los Pinos, sin los recursos de la residencia oficial y, sobre todo, sin el poder detrás de la silla presidencial, tuvo que aceptar la renuncia a sus ambiciones
A partir de ese día la primera dama entró en un ostracismo engañoso porque a pesar de no mostrarse públicamente, en una discreción conveniente siguió moviendo sus piezas, aunque de manera torpe
Los trabajos en el DIF dejaron mucho que desear y qué decir de Vamos México, pero los contactos a través de la figura presidencial permanecieron
Hoy Marta Sahagún busca nuevamente los reflectores pero ya sin la misma fuerza y sin los mismos alcances El sueño de alcanzar la candidatura presidencial sin más credenciales que la de ser la esposa del primer mandatario se esfumó, y ahora trata de conseguir una candidatura a algún puesto de elección popular
Seguramente la todavía primera dama tratará de conseguir un lugar en el Poder Legislativo y, tal vez con mayor interés, su atención se enfocará en tener una curul por representación proporcional en el Senado de la República Esto porque ahí tendría el fuero constitucional por seis años, el cual le vendrá bien para protegerse de los escándalos en que se verá involucrada una vez que su esposo deje la silla presidencial
Para seguir con sus planes, Marta Sahagún necesita especialmente de la ayuda de los medios de comunicación, especialmente de la televisión y de algunos diarios afines
No es extraño ver en estos días que su imagen nuevamente aparece en las pantallas encabezando la campaña de la “Guía de padres” o que, en algunos diarios, con cuyos dueños tiene una amistad interesada, se le dé un lugar en primera plana anunciando que ya regresó
Pero ahora Marta Sahagún necesitará más que eso La imagen de transparencia que tanto cuidó ha quedado empañada por el escándalo de la Lotería Nacional y Vamos México Lo mismo que por las denuncias de querer utilizar la infraestructura presidencial para sus fines personales
La primera dama ya no las tiene todas consigo, su poder ha menguado conforme también se debilita prematuramente el del presidente Vicente Fox Y aunque trate de aprovechar el caso de la perredista tlaxcalteca Maricarmen Ramírez, para hablar del derecho de las mujeres por mayores espacios, ya es pública su intención política de utilizar el tema de la defensa del género femenino para su propia causa
Sin carrera política propia, sin proyecto, sin el apoyo de un partido, sin el poder de su pareja, el horizonte para Marta Sahagún ya no es tan prometedor, y de aquel empoderamiento del que tanto habló y utilizó mediante la figura presidencial, ya ni siquiera le alcanza para pelear por una gubernatura –Guanajuato o Michoacán-- como se manejó en la opinión pública