Nazar Haro: más crímenes

domingo, 5 de septiembre de 2004 · 01:00
Miguel Nazar Haro, exjefe de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) actualmente preso en el penal de Monterrey, Nuevo León, enfrenta una nueva acusación por delitos de lesa humanidad, a raíz de su presunta participación en el asesinato de tres reos hace 25 años Se trata de la denuncia presentada por José Luis Sierra Villarreal, el viernes 27 de agosto, ante la Fiscalía Especial para Delitos del Pasado, que encabeza Ignacio Carrillo Prieto, sobre los hechos ocurridos el jueves 6 de septiembre de 1979, cuando Nazar Haro sofocó un motín en el penal de Mérida, Yucatán Según el denunciante -apoyado en una amplia investigación-, Nazar Haro coordinó las maniobras y logró capturar con vida a los reos amotinados Francisco López Durán, Jesús Jiménez Custodio y Jaime Pérez Cortés, quienes fueron luego ejecutados por el propio jefe policiaco, aunque la versión oficial consistió en que murieron a causa del fuego cruzado Este lunes se cumplen 25 años de aquel episodio, del que se culpó al entonces gobernador de Yucatán, Francisco Luna Kan, pero Sierra Villarreal asegura que el verdadero responsable fue Nazar Haro, quien enfrenta procesos penales por la desaparición y asesinato de Jesús Piedra Ibarra y de Ignacio Salas Obregón A la denuncia de hechos ante el agente del Ministerio Público Julio César Sastré Castellanos, adscrito a la oficina de Carrillo Prieto, Sierra Villarreal adjunta su libro Nazar Haro La guerra sucia en Yucatán, en el cual detalla lo que ocurrió ese jueves 6 de septiembre hasta llegar al ajusticiamiento de los tres sentenciados El autor del libro reconstruyó hechos con base en información de los periódicos Diario de Yucatán, Diario del Sureste y Novedades de Yucatán, pero también se entrevistó con 14 personas -a quienes no identifica- que atestiguaron lo ocurrido en el Palacio de Gobierno, en el local del juzgado donde se atrincheraron los amotinados con los rehenes, en la oficina del director de la penitenciaría y en la Dirección de Transporte Federal, donde habrían sido ultimados los tres reos Sierra Villarreal, exguerrillero capturado en 1972 y sometido a tortura por órdenes de Nazar Haro, afirma que la denuncia que presentó tiene mayores posibilidades de éxito que las acusaciones por las desapariciones de Piedra Ibarra y Salas Obregón "Aquí la presencia de Nazar Haro es directa, mientras que en los otros casos la fiscalía ha tenido que actuar por la línea de mando Aquí está clarísimo Los reos se rindieron y estaban ilesos, como todo mundo lo vio, pero fueron encontrados muertos a tiros después de que Nazar se los llevó", señala al reportero Sierra narra en su libro que, apenas se supo del amotinamiento de los tres asaltabancos recluidos, dos de ellos exmilitares, aproximadamente a las 11:20 horas, Nazar Haro se trasladó en un jet privado a Mérida, en compañía de otras tres personas, y se entrevistó en privado con el gobernador: Después de su entrevista con Nazar Haro, el gobernador Luna Kan dejó entrever al círculo más cercano de sus colaboradores que el jefe policial venía resuelto a acabar con el motín a sangre y fuego Ratificó el gobernante que a ellos sólo les quedaba esperar, que las decisiones que se tomaran y las acciones que se realizaran serían responsabilidad de Nazar Haro Con todo el control, Nazar Haro aplicó el operativo que permitió la rendición de los tres reclusos hacia las 21:18 horas, y enseguida fueron conducidos, a bordo de dos patrullas de la Policía Federal de Caminos, a las instalaciones de la Dirección de Transporte Federal, próxima al aeropuerto (El testimonio de algunas personas que estuvieron, esa noche, en el local del "Transporte Federal" o en el predio vecino -en donde funcionaba la Dirección de Vías Terrestres- permitió saber que en los patios sólo quedaron los agentes de la Federal de Seguridad llegados de la Ciudad de México, además de Nazar Haro y de los jefes o comandantes de la Judicial Federal, de la DGSPTE (Dirección General de Seguridad Pública y Tránsito del Estado), de la Policía Federal de Caminos y de la Judicial del Estado Las otras personas -incluyendo al delegado estatal, licenciado Manuel Carrillo- fueron obligadas a permanecer en las oficinas de la SCT, a muchos metros del polígono de tiro) Luego, de acuerdo con el relato, los tres reos fueron baleados: Para asegurarse el silencio de los presentes, Miguel Nazar Haro obligó a todos los jefes policiales a efectuar al menos un disparo contra los cuerpos inermes, lo que explica el abultado número de impactos que registraban los cadáveres y que reportó la autopsia Las armas utilizadas fueron recogidas por personal de la DFS A continuación, con tranquilidad, Nazar Haro y sus tres acompañantes abordaron el jet ejecutivo y regresaron a la Ciudad de México, mientras que los cadáveres fueron subidos a una camioneta y conducidos al hospital, hacia las 23:35 horas El gobierno anunció oficialmente que murieron por el fuego cruzado Sin embargo, videos de las televisoras y fotografías publicadas por los diarios acreditan que los reos estaban ilesos cuando se rindieron Inclusive dos de ellos salieron del penal por su propio pie y uno fue golpeado al ser sometido por los agentes Los tres recibieron, en conjunto, 14 balazos En su denuncia, Sierra Villarreal afirma: "Conocedor de la personalidad violenta y del proceder ilegal del señor Nazar Haro; conocedor también de los métodos y de la actuación de la Dirección Federal de Seguridad, evidenciados con particular crudeza en los años setenta y en contra de jóvenes disidentes, y conocedor de los detalles de los eventos que culminan con el asesinato de tres reos, previamente desarmados y rendidos, me decidí a comparecer ante esta Representación Social de la Federación a fin de denunciar a quien resulte responsable de un crimen que considero de lesa humanidad" Para el denunciante -esposo de la senadora priista Dulce María Sauri-, no hay duda: Nazar Haro debe ser juzgado por el homicidio de Francisco López Durán, Jesús Jiménez Custodio y Jaime Pérez Cortés, quienes eran delincuentes condenados, pero fueron también víctimas de la guerra sucia que el Estado mexicano libró no sólo contra guerrilleros y disidentes, sino contra amplios sectores de la sociedad Sierra Villarreal -quien estuvo preso durante seis años y nueve meses- asegura que en los asesinatos referidos existen muchas pruebas para proceder contra Nazar Haro -¿Los testimonios que usted recogió son de testigos directos? -Sí, y eso la fiscalía lo va a tener que preguntar Si lo escribí en mi libro es porque lo corroboré Nazar debe ser castigado por estos crímenes Las pruebas son más sólidas que en los casos de Piedra Ibarra y Salas Obregón l

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