San Pedro Garza García, municipio neoleonés considerado “modelo”, que ha recibido un reconocimiento de la ONU por su índice de desarrollo humano, es uno de los “paraísos” de asentamiento para los narcotraficantes y sus familias, quienes, en medio de los potentados e industriales que lo habitan, se confunden con los pudientes lugareños, destaca Proceso en su edición de este domingo 2 de enero Bastión y fuente de orgullo del panismo que lo gobierna, San Pedro Garza García empieza a resentir los males de la opulencia, pues la ostentación de los grandes capitanes de la industria y del comercio regiomontanos que lo habitan, atraen hacia este “paraíso” a los capos y lavadores de dinero, quienes pueden pasar desapercibidos en compañía de sus familias y, además, codearse con la “realeza” De acuerdo con un informe presentado apenas en octubre último por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en relación con el estudio denominado Índice de Desarrollo Humano --el cual se efectuó en 2 mil 426 municipios del país--, después de la delegación Benito Juárez, San Pedro es el municipio con el mayor grado de desarrollo en México en términos de esperanza de vida de sus habitantes, educación e ingresos per cápita, y en este sentido su nivel es comparable al de países como Alemania y Nueva Zelanda Aunque los gobiernos anteriores habían sido renuentes a aceptar la invasión del narcotráfico, el propio alcalde panista de San Pedro, Alejandro Páez Aragón, reconoce en entrevista que los capos de la mafia han elegido esta zona privilegiada de Nuevo León como un “dormitorio” para sus familias, publica Proceso este domingo 2 de enero