Bush: Libertad al estilo texano

lunes, 24 de enero de 2005 · 01:00
Washington,(apro) - Sus fracasos en la era de la post-invasión en Irak, de la post-guerra en Afganistán, en la cacería de Osama Bin-Laden, y en sus intentos por imponer en el mundo la ideología neoconservadora y cristiana, cegaron tanto a George W Bush quien, al iniciar su segundo mandato presidencial en Estados Unidos, se autoproclamó redentor mundial y azote de los tiranos Su discurso de toma de posesión en las escalinatas del Capitolio fue una especie de advertencia para todos los gobiernos que no comulgan con la ideología de la Casa Blanca republicana: "O se comportan y hacen lo que yo diga, o los invado y les hago una guerra", parecía decir Bush en su proclama "Los acontecimientos y el sentido común nos llevan a una conclusión: La supervivencia de la libertad en nuestra tierra, cada vez más depende del éxito de la libertad en otras tierras La mejor esperanza para la paz en nuestro mundo es la expansión de la libertad en todos el mundo", fue una de las frases del discurso de Bush más comentadas por analistas políticos de Estados Unidos y otros países ¿Qué intentó decir con esto? Posiblemente siente que los estadunidenses no serán totalmente libres hasta que él los libere de los regímenes malévolos, como lo hizo con los iraquíes, iraníes, norcoreanos, sirios, libios, sauditas (claro está que Arabia Saudita, pese a que no es una democracia y está gobernador por sistema monárquico recalcitrantemente violador de los derechos humanos, para Bush no forma parte del club de los malosos del mundo), cubanos y, posiblemente, hasta los venezolanos El discurso del arranque del segundo mandato presidencial de George W Bush da miedo en términos de las consecuencias que podrían sufrir las poblaciones de los países irreverentes bajo la lupa de los halcones de Washington: Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Condoleezza Rice, Alberto Gonzáles y Karl Rove Los iraquíes son el ejemplo más claro y latente del costo humanitario, moral, religioso y económico que arroja el imperialismo de Bush y los republicanos neoconservadores de Estados Unidos Menos de 24 horas después que la dinastía Bush se volviera a apoderar por otros cuatro años del control de la Casa Blanca, en los círculos políticos y periodísticos de Washington se inició el debate sobre el discurso de la defensa de la libertad al estilo texano Regularmente el segundo discurso de un presidente reelecto de Estados Unidos pasa totalmente desapercibido, nadie se acuerda de él porque ofrece más de lo mismo que ya hizo cuatro años antes La excepción fue el segundo discurso de Abraham Lincoln, que además de ser considerado una "joya de la oratoria", fue la guía del sistema de gobierno que cambió el rumbo político de aquella nación estadunidense que empezaba a despertar en el mundo Se dice ahora, y ojalá que no llegue a materializarse, que si Bush se aferra a sus ideales, y los halcones de su gabinete le siguen metiendo en la cabeza que él es una especie de enviado de Dios, el escogido para redimir y salvar al mundo, el discurso de toma de posesión del 20 de enero de 2005 podría ser otro de los más tristemente recordados, no sólo en la historia de la Unión Americana, sino en la del resto del mundo Es decir, que si en los próximos cuatro años, Estados Unidos invade a Irán, o provoca a Corea del Norte, y esta nación responde con ataques nucleares a Corea del Sur, el segundo mandato del presidente Bush se plasmará como una de las páginas más negras en la vida del ser humano No habría que olvidar que Bush advirtió: "La influencia de Estados Unidos no es ilimitada, pero afortunadamente es considerable y la usaremos para la seguridad de las causas de la libertad"

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