¿Dinero?

lunes, 24 de enero de 2005 · 01:00
México, D F, 24 de enero (apro)- Enajenados descendientes: para nada comprendemos ni nos explicamos su adicción al dinero; que hayan llegado al punto tal que, en esos sus días que viven, prácticamente no pueden hacer nada si no cuentan con él No lo nieguen Tienen que admitir que si es verdad como dice su dicho que lo reconoce de que “el dinero no es la vida”, no lo es menos que, en su cotidiano existir, ella corre peligro cuando no se cuenta con el suficiente para satisfacer las necesidades de la misma, ¿pues qué, no todos lo días mueren miles de niños por la simple razón de que sus padres no tienen dinero para comprarles los alimentos necesarios o medicinas que necesitan; y no millones de ellos sobreviven y crecen en condiciones lamentables para la carrera de la vida por estar mal alimentados o no recibir la preparación necesaria, la educación suficiente por falta de dinero? Ante esos hechos irrefutables es de risa aloca que esa su sociedad se presente y se proclame como abierta y con posibilidades para todos ¡No la frieguen! Eso suena a sarcasmo ¿O no? ¡Con la de cosas que se pueden hacer sin el dinero! No nos malentiendan Por una parte, estamos orgullosos de lo que han hecho a partir de la herencia que les dejamos; pero por otra, nos gana el estupor y hasta el enojo al ver el punto al que han llegado en esa su adicción y dependencia sumisa al dinero ¡Apañados estarían si nosotros hubiéramos tenido la misma actitud! ¡Qué digo! Posiblemente ni existirían Vean Por centurias, a nosotros, sus predecesores, nos consideraron poco más que monos, como a bestiales asesinos natos, que tenían como objeto de vida el machacar el cráneo de todo bicho que se moviera, incluso a nuestros semejantes ¡Qué visión! Pues bien, nosotros, sus antepasados sin necesidad del dinero, supimos preservar la existencia de la especie por miles y miles de años Y por si eso fuera poco, añadan que fuimos capaces de hacer descubrimientos e inventar herramientas que han hecho posible que ustedes, nuestros descendientes, llegaran donde han llegado Hagamos una mínima recapitulación de sucesos que aclaren lo hasta aquí expresado: Por principio de cuentas, qué bueno que últimamente van descubriendo que sus ancestros no fueron los instintivos depredadores sanguinario que se figuraron; que vayan reconociendo y admitiendo que por nuestra debilidad natural y desamparo en nuestros inicios, éramos más propicios como víctimas que victimarios y que esa situación nada halagadora nos hizo, por necesidad, que fuéramos comprendiendo y apreciando la importancia y ventajas de la cooperación, como forma de sobrevivencia individual y de la especie Después esta que, insisto, sin el acicate del dinero ni sumisión al mismo, también fuimos descubridores del uso del mango, con lo que inventamos la lanza, la jabalina, el hacha, el propulsor, instrumentos que, a parte de aumentar nuestra fuerza, ampliaron notablemente nuestro radio de acción, lo que nos permitió enfrentar con éxito a animales mucho mejor dotados por la naturaleza en tamaño, fuerza, velocidad, garras y colmillos ¡Ah!, e inventamos el arco, el arma por excelencia por milenios hasta que, a penas ayer, ustedes inventaron la pólvora Recalco, sin contar para nada con la incitación del dinero fuimos capaces de uno de los inventos clave de nuestra sobrevivencia y posterior progreso de la especie: la producción del fuego, fuente de luz y calor, que aumentó nuestra posibilidad de defensa contra los formidables animales depredadores que nos amenazaban, con permitió ampliar y consolidar la alfarería, que en sus inicios sólo contaba con el sol e hizo viable la metalurgia Reitero, sin el estímulo y sumisión al dinero, igualmente fuimos autores de otras dos actividades básicas para la permanencia, expansión y posterior progreso de la humanidad: la domesticación de las plantas y los animales, esto es, de la agricultura y la ganadería Y de pilón, fuimos los autores, sin que tuviera que espolearnos el dinero, de una de las pinturas más importantes de todos los tiempos: la rupestre ¿Qué les parecen las cosas tan importantes que supimos hacer sin necesidad del dinero? Queridos descendientes: ustedes perdonarán nuestra machaconería en el tema, pero es que nos sorprende, inquieta y encorajina esa su adicción a la moneda, porque no pocas veces, su dependencia sumisa a la misma, se interpone, subordina o minimiza hasta su aniquilación, a la cooperación, tan importante o más que el dinero para su vivir y felicidad Reflexionen Con nuestro seguro afecto y en nombre de todos, uno de sus tantos, TATARABUELOS DE LAS CAVERNAS

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