México, D F, 27 de enero (apro)- Querétaro, gobernado desde hace poco más de un año por el panista Francisco Garrido Patrón, es uno de los estados preferidos del presidente Vicente Fox, quien desde ahí se autodescribió, hace diez días, cuando habló de los candidatos mesiánicos que prometen en campaña “el oro y el moro” Apenas ayer miércoles, Garrido fue anfitrión por séptima ocasión del ciudadano presidente, quien está mal informado o actúa deliberadamente Pero debe saber que en Querétaro, hoy hace exactamente dos meses, se cometió un crimen atroz que gracias al gobierno estatal permanece impune Se trata de un escandaloso homicidio que, salvo algunos medios que escapan al control del gobierno, ha sido sepultado por el silencio, el dinero de los influyentes y el poder de la administración que encabeza Garrido: es la historia de la misteriosa camioneta “BMW negra” La madrugada del 27 de noviembre, según la nota policiaca de los periódicos locales, se produjo un incidente de tránsito en la calle de Pasteur, en el centro de la capital, entre un Tsuru blanco, modelo 1991, y la “BMW negra”, cuyo tripulante descendió enfurecido y disparó contra el conductor de aquel vehículo, Marco Antonio Hernández Galván Antes de huir, el agresor --descrito como un junior-- golpeó con la cacha de la pistola a Miguel Gerardo Rivera Alcántara, y amedrentó a Gamaliel Rivera González y Eduardo Cumplido Sánchez, todos acompañantes de Hernández Galván Iniciadas las pesquisas, apenas en cosa de horas, abruptamente el caso fue cerrado por el procurador Juan Martín Granados Torres, mientras los agredidos y sus familias, al cabo de sepultar al joven Hernández Galván, desparecieron ¿Por qué la celeridad para sepultar con el silencio los hechos? Ninguna autoridad responde, aunque en Querétaro todo el mundo lo sabe: porque el asesino, afirman, es un heredero de dos de las familias más pudientes del estado Se llama Federico Ruiz Lomelí, nieto de Roberto Ruiz Obregón, un empresario embotellador de Coca Cola recientemente fallecido A todas las preguntas sobre el caso de la “BMW negra” ha correspondido un espeso silencio, inclusive de las familias Ruiz Rubio y Ruiz Lomelí, que integran la Fundación Roberto Ruiz Obregón, de cuyo consejo directivo el presunto homicida es vocal Pero lo más ominoso es el silencio del gobernador, del procurador, del secretario general de Gobierno, Alfredo Botello Montes, conocido bajo el seudónimo de “Paul Queres” en la ultraderechista Organización Nacional del Yunque Es preciso recordar las palabras que pronunció Garrido sobre la justicia cuando, el 1 de octubre del 2003, tomó posesión como gobernador Afirmó que los miembros de su gobierno serían “celosos en la conservación del orden y el imperio de la ley”, y advirtió: “Los tiempos de la impunidad se han ido y no van a volver, porque ese es el deseo de los queretanos Que nadie crea que tiene el derecho para molestar, estorbar, difamar o violentar a la sociedad o a las personas en su intimidad, sin más razón que la de su interés grupal o personal” Con el caso de la “BMW negra”, el gobernador, como Fox, acreditan que las palabras sólo les sirven para encubrir su flagrante ineptitud y complicidad Salvo que, aunque elaboren los más ditirámbicos discursos, capturen y sometan a la justicia al verdadero homicida Apuntes Después de la aparatosa presencia de miembros del gabinete de Fox en la ceremonia de registro de Carlos Medina Plascencia a la presidencia del PAN, el sábado 22, Manuel Espino Barrientos --el candidato del Yunque, apoyado, por cierto, por Garrido Patrón-- no ignora que la señora Marta Sahagún no olvida, y que él fue uno de quienes la descarriló en su ambición por la Presidencia de la República Comentarios: delgado@procesocommx