Cuba: La "expiación" de un poeta

lunes, 24 de octubre de 2005 · 01:00
Berlín, 24 de octubre (apro) -- Como tantísimos intelectuales de su país y del mundo, Raúl Rivero creyó en la revolución cubana El poeta nacido en Morón, en 1945, se sumó desde muy joven a quienes defendían con la pluma la experiencia iniciada por Fidel Castro en la isla De este modo, Raúl Rivero gozó de manera temprana de diversos privilegios Trabajó como periodista para medios oficiales Llegó a ser corresponsal en Moscú, en 1973, de la agencia Prensa Latina Justamente entonces, en la capital de la ex Unión Soviética, se inició su proceso personal de descreimiento de los ideales revolucionarios A su regreso a Cuba, se fue retirando gradualmente de la prensa oficial En 1995, Rivero fundó en La Habana la agencia Cuba Press Desde el periodismo independiente se volcó a la oposición interna En 2003 la policía lo detuvo, acusándolo de colaborar con Estados Unidos Fue condenado a 20 años de cárcel Pasó 11 meses en una celda de castigo Su salud se resintió gravemente En abril de 2005, debido a la presión pública internacional, Raúl Rivero fue liberado Desde entonces vive en España A su paso por Berlín, invitado por el Festival de Literatura y por el Instituto Cervantes de esta ciudad, Rivero fue entrevistado por Apro La decepción El primer tema apunta a la curva fundamental de su vida, es decir, a su apoyo incondicional a la revolución cubana y a su posterior descreimiento de esos ideales "En realidad, fue un proceso largo, que comenzó durante mi estancia en Moscú, en los años 70", dice Rivero "Supuestamente yo estaba visitando el porvenir de Cuba, y ese porvenir no me convenció mucho Había muchos problemas Falta de libertades individuales El mío fue un proceso muy lento Yo me decepcioné y me guardé la decepción, entre otras cosas por temores Pero al regresar a Cuba, pedí salir del agencia No quería seguir haciendo ese tipo de periodismo Al ver el trabajo de los otros corresponsales, me consideraba un mensajero, un tipo sin autonomía Mi experiencia en Moscú fue un punto de inicio en el cambio" --Muchos intelectuales que defendieron o defienden la revolución cubana, suponen que la pérdida de libertades individuales es el precio a pagar para acceder a otros derechos sociales ¿Cómo ve usted este juego de tensiones entre ambos derechos? --Yo sé que existe este juego y que está en la mente de muchos intelectuales de la izquierda europea y latinoamericana Mi experiencia personal, porque yo fui el que lo padecí y el que lo viví, es que no vale la pena perder tu libertad individual, por una serie de dudosos derechos sociales Digo dudosos, porque no creo en el mito de la educación cubana Lo que hay es un proceso de adoctrinamiento Sí hubo la alfabetización, pero creo que es siniestro y dramático alfabetizar un país y después prohibirle leer los libros que al gobierno no le gustan Esta es la única vida de un hombre, la única vida que nosotros vamos a tener Yo creo que hay que luchar por vivirla en libertad --En un poema suyo, usted dice que se ha probado el traje de preso y el de policía --Bueno, sí Yo nunca milité en el Partido Comunista, ni en la Unión de Jóvenes Comunistas, pero era un "compañero de viaje", una persona de confianza Si no, no hubiera tenido ese cargo de corresponsalía en Moscú en el momento de las más estrechas relaciones de Moscú con La Habana En ciertos momentos uno tiene que actuar como una especie de policía, para salvaguardar esos criterios y esa línea idológica férrea No solamente ante extranjeros, sino ante los propios conciudadanos que no piensan igual que tú No quiere decir que tú tortures ni cojas preso a nadie Pero sí estás vigilando, atendiendo a la disciplina, a la fidelidad de la gente Y se te piden informes, y hay que estar siempre en esa disposición de servir al Estado, incluso como policía ideológico --Y en ese sentido, ¿vivió usted su paso por la cárcel como una forma de expiación, por haber sido este policía ideológico? --No, no Bueno, sí Es interesante esa propuesta Muchos intelectuales, cuando sintieron lo que estaba pasando , simplemente salieron del país No los critico, los respeto Yo también hubiera podido salir, después de firmar la Carta de los diez, porque tenía visa para varios países Pero decidí fundar la agencia Cuba Press como una forma de reparar todos los años que había trabajado en favor de aquella propaganda tonta Y después, en la cárcel, lo que sí sabía es que de lo que me acusaban era inocente Pero siempre le decía a mi mujer, sin explicarme bien por qué: "Yo estoy donde debo estar" Puede ser que estaba inconscientemente en un proceso de expiación --Las celdas de castigo son un mal extendido en todo el mundo Usted ha pasado 11 meses en una, y me gustaría que dijera cómo es la vida ahí y qué huellas le ha dejado esa experiencia --No tiene sentido que haga una descripción por que todas son prácticamente iguales, de condiciones muy duras, muy estrechas, en el caso de la mía, era subterránea y había también muchas alimañas Pero esa sensación de aislamiento, de soledad y de desamparo que da la celda, creo que sí dejó una huella en mí, que ahora estoy disfrutando, en el sentido mejor de la palabra, porque me hizo reflexionar sobre muchísimas cosas, sobre todo acerca de la tolerancia "Yo estaba junto a presos que estaban condenados a muerte y a cadena perpetua, y ellos decían que después de la celda de castigo lo que estaba era la muerte Me sentía en el umbral de la muerte Y esa cercanía, esa alternativa de poder morirme ahí, me hizo acelerar un proceso de democratización por cuenta propia y hacerme más respetuoso por las ideas ajenas, porque también había experimentado durante muchos años que no respetaran las mías Esa es la experiencia más importante para mí en la cárcel Y también la obsesión por trabajar con la palabra, conocer el idioma, dominarlo bien, que fue lo que me salvó en esos 11 meses, el diccionario de María Moliner que tenía, la poesía como lector y como autor, porque leí mucha poesía y escribí mucho Mal puesta en escena --¿Rescata usted algunos valores de la revolución cubana que a su juicio se han malversado? --Voy usa una metáfora de Tomás Gutiérrez Alea, el gran director de cine cubano, que dijo que el socialismo es un excelente guón y una pésima puesta en escena La idea misma es muy buena, en el plano social, la igualdad de las personas, la educación para todos Lo que pasa es que se deforma y se corrompe, por las ambiciones humanas, por el afán de trascendencia, por el egoísmo de un grupo de poder que no quiere ceder a nada El gobierno de Fidel Castro quiere el poder absoluto, y quiere que se le aplauda permanentemente, aún cuando estén fusilando a tres jóvenes Y yo creo que eso ensombrece todo --Usted dijo que volvería a Cuba, formando parte de una invasión bien organizada, ¿con quién y contra quién pelearía? --Ese fue un momento de exabrupto Yo no soy un hombre de guerra ni remotamente Esa era una respuesta a una serie de personas que están planteando unas posiciones muy duras en relación a Cuba Las posiciones muy duras ahí no tienen solución Si tú sigues endureciendo, lo que estás proponiendo es una invasión Creo que por el contrario hay que dialogar y abrir las puertas mediante negociaciones El tránsito o la modernización de la sociedad cubana tienen que ver con otras cosas, como la muerte de Fidel Castro Mientras tanto, hay que negociar para que salga la gente que está sufriendo en la cárcel Estamos tratando que el tránsito sea sin crispaciones y sin violencia Pienso que las posiciones de Europa y de otros países, de acercamiento, deben ser bienvenidas El diálogo a lo mejor llega a una puerta cerrada o a un aplazamiento, pero nunca a un gesto de violencia --Usted acaba de hablar de tránsito y siempre se menciona la muerte de Fidel Castro como una bisagra en Cuba ¿Qué dirección desea usted que tome la isla y cuál es la que cree que va a tomar? --Estoy pensando en un escenario de modernización de la sociedad, de tránsito pacífico y gradual A mi entender los problemas materiales se resuelven fácil y rápidamente, con inversiones de empresas de todo el mundo Mucho más graves son la devastación espiritual, la división de la familia, los odios internos Para eso se debería establecer primero un gobierno de tránsito, que de tiempo a que se formen partidos políticos, una sociedad plural con medios de expresión libres, y se convoque a elecciones normales "Ahora lo que va a pasar, tal y como están planteadas las cosas, es que después de la muerte de Fidel Castro va a tomar el poder su hermano Raúl Para eso se le ha preparado el terreno de una manera minuciosa Pero el cambio en la sociedad cubana no es un capricho del exilio ni de la oposición interna, sino una necesidad Raúl Castro no es su hermano, no tiene el carisma ni es el mito que es Fidel Castro para las clases políticas y para grandes sectores de población en América Latina, e incluso para un sector de la población cubana, sobre todo los más viejos Él (Fidel) ha podido controlar a todo el mundo pero no creo que sea el caso de Raúl Por eso creo que pronto se irán abriendo resquicios, por donde penetren pequeños soplos de libertades y de alternativas para un cambio definitivo" --¿Le parecen infundados los temores de muchos cubanos, que sostienen que tras la muerte de Fidel Castro o la caída de este sistema, Cuba podría volver a convertirse en algo así como lo que era en la época de Batista? --No, no me parecen infundados Pero una observación previa es que el gran culpable de eso es el mismo gobierno de Fidel Castro, que ha hecho siempre una propaganda muy floja y ha creado una fascinación por Estados Unidos en grades sectores de la juventud y de la sociedad cubana En el país supuestamente más antiimperialista del mundo, es donde más se habla y más se piensa en Estados Unidos Y los jóvenes sueñan con ir a Estados Unidos y con huír, si no no habría esa plaga de balseros jugándose la vida "Por otra parte hay que tener muchísimo cuidado, porque esa gente que se fue de Cuba de cualquier manera, también son cubanos, y tienen derechos En el caso de que se abra la posibilidad de inversiones me parece que ellos también tienen derecho Por eso me parece importante la presencia de la Unión Europea y de otros países de América Latina, para que que esa inversión y esa dependencia no venga de un solo lado Hay mucha cercanía geográfica pero también más de un millón de cubanos en Estados Unidos, llamando por teléfono el día entero Hay otras cercanías, que tienen que ver con la cultura, el idioma, los sueños de la gente Por eso creo que ese peligro no es infundado" --Criticar a Fidel Castro dentro de Cuba es difícil y a usted le ha costado la cárcel ¿Qué siente usted ahora que le toca criticarlo desde afuera? --Bueno, tú sabes que ahora no tengo casi deseos de criticarlo Y trato de no ser muy duro, en el sentido personal, porque eso no sirve En Cuba traté durante más de 15 años, con decencia, me parece, de escribir lo que estaba pasando, de hacer periodismo Todo ese tipo de ataques personales lo que hacen es crear más crispaciones, tanto de una parte como de la otra, y más distancia y más abismos entre los cubanos A mí las descalificaciones personales me parecen aborrecibles y mucho más si tú las haces desde el cómodo respaldo del exilio

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