Un sicario de los Arellano ordenó asesinar a sacerdote en Tijuana

miércoles, 2 de noviembre de 2005 · 01:00
* El religioso intervino en una discusión entre maleantes en un bar Tijuana, B C, 1 de noviembre (apro)- Un sicario del cártel de los Arellano Félix que se fugó del penal de La Mesa en febrero del 2004, fue identificado por sus cómplices como el asesino del sacerdote Luis Velásquez, el pasado 20 de octubre La Policía de Baja California emprendió la búsqueda de Luis Chávez García por haber ordenado esposar al religioso y dispararle por intervenir en una discusión que se desató en el interior de un bar llamado La Azotea En los hechos, ocurridos la noche del pasado domingo 20 de octubre, fue asesinado el sacerdote Luis Velásquez, cuyo cadáver fue localizado en el interior de su propio vehículo, esposado con las manos a la espalda y con seis impactos de calibre 38 en el cuerpo Cuatro días después, el asesinato de un ejidatario de nombre José de Jesús Leyva, a quien un comando intentaba secuestrar, llevó a la captura de uno de los delincuentes, Enrique Bracamontes Dueñas, de 22 años de edad, informó la Subprocuraduría de Justicia en Tijuana Este sujeto condujo a los policías a la casa de seguridad donde dos de sus cómplices, David Toris Cervantes y Julio Antonio Arreola, de 23 y 22 años de edad, vigilaban a una pareja de secuestrados, a quienes ejecutarían Aunque se detuvo a tres de los integrantes de este comando, no fueron capturados ocho miembros más, entre los cuales destaca su jefe, de nombre Luis Chávez García, cuya relación con el crimen del religioso se estableció por una lata de cerveza que olvidó sobre el capacete del vehículo, y en las cuales fueron descubiertas sus huellas dactilares Chávez García, un sicario a las órdenes de los hermanos Arellano Félix, se fugó junto con otros reos de la penitenciaría de La Mesa en febrero del 2004, en acciones en las que se adueñaron de armas que les fueron enviadas desde el exterior A los detenidos se les incautó un arsenal compuesto por cinco metralletas automáticas tipo AK-47, tres rifles, una subametralladora Uzi, una granada de fragmentación y 300 cartuchos Así mismo se les encontraron 15 vehículos, tres motocicletas, cinco radios con frecuencias policíacas, un gran número de teléfonos celulares, chalecos antibalas y chamarras con insignias policiales Sobre la presencia del sacerdote Velásquez Romero en el interior de un bar, el obispo Rafael Romo lamentó el hecho de que el prelado haya estado presente en el interior de uno de los locales de la Plaza Fiesta, un sitio que concentra diversos centros nocturnos, y públicamente prohibió a los religiosos acudir a sitios de esta naturaleza

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