Hacia el otro "Pemexgate"
A poco más de cuatro años de la batahola que levantó el desvío de 640 millones de pesos a la campaña presidencial de Francisco Labastida; 12 meses después de que el caso "Pemexgate" quedó cerrado por el mal manejo del juicio, y sepultada ya la promesa foxista de castigar la corrupción en Pemex, Carlos Romero Deschamps logró que, el pasado 27 de octubre, todas las secciones sindicales le dieran el espaldarazo a su anticipada reelección para el período 2007-2012, expone Proceso en su edición 1517, de este domingo 27 de noviembre
Y más: en una renegociación sindical, captó 4 mil 760 millones de pesos de los casi 8 mil millones que había pactado con Raúl Muñoz Leos el año pasado, además de que, en una sola cláusula, pudo establecer que los millonarios apoyos que la empresa entrega al Sindicato Petrolero de la República Mexicana (STPRM) por las festividades del 1 de mayo y del 18 de marzo quedaran sujetos al monto acordado en la revisión contractual 2005-2007
Se trata, por lo pronto y por lo menos, de 120 millones 555 mil 134 pesos anuales que, de acuerdo con la flamante "cláusula 251 BIS", se repartirán así: 23 millones 430 mil 134 pesos antes del 1 de mayo para gastos relacionados con los festejos del Día del Trabajo; 13 millones 125 mil antes del 18 de marzo para la celebración del Aniversario de la Expropiación Petrolera, y 84 millones de pesos previos al inicio de cada revisión anual para gastos derivados de esta operación
Lo anterior, desde luego, dejando intactos los beneficios pactados en 2003 por el propio Romero Deschamps en la modificación de la cláusula 251, según la cual Pemex deberá entregar 1 millón 300 mil pesos mensuales al Comité Ejecutivo Nacional del sindicato "para gastos de viaje de sus integrantes"
La reelección anticipada del intocable Carlos Romero Deschamps como dirigente del sindicato petrolero, los extraordinarios beneficios que obtuvo en sus negociaciones contractuales de este año y la actual ubicación de piezas clave de la paraestatal, son signos propicios para que la tradicional y más rica "bolsa electoral" del PRI (Pemex y su sindicato) pudiera convertirse, tras la impunidad del "Pemexgate", en una fuente financiera del foxismo y su partido en los comicios presidenciales del 2006, destaca la edición 1517 de Proceso