Scherer, periodista incendiario durante más de medio siglo

miércoles, 30 de noviembre de 2005 · 01:00
* Homenaje al autor de La pareja, en la Feria Internacional del Libro Guadalajara, Jal , 29 de noviembre (apro)- En un emotivo acto, en el que se destacó sobre todo su trayectoria periodística y su calidad humana, Julio Scherer García recibió hoy un homenaje a su obra editorial en el auditorio "Juan Rulfo" en la Feria Internacional del Libro (FIL) En el acto de reconocimiento participaron periodistas y escritores con quienes Julio Scherer ha mantenido una larga relación de amistad y profesional, entre ellos, Elena Poniatowska, Vicente Leñero, Miguel Ángel Granados Chapa, Enrique Maza y Carlos Monsiváis, quienes compartieron el presídium con el fundador de Proceso durante las dos horas y media que duró la ceremonia Poniatowska fue quien arrancó el acto al hacer una semblanza del trabajo de Scherer, de quien dijo ha sido "el periodista incendiario durante más de medio siglo" Hizo un recuento de sus ancestros, como su abuelo Hugo Scherer y hasta su padre Pablo Scherer, y mencionó los comienzos de don Julio en el periodismo desde que se inició, en 1947, como mandadero en Excélsior, hasta que llegó a la dirección del periódico en 1968, ya convertido en un "periodista temerario y curado de espanto", quien sólo teme "a la traición del amigo" Para la autora de El tren pasa primero, Julio Scherer "es parteaguas y el periodista más importante de México", y más aún, "es el sello moral de nuestro gremio" En su breve intervención, el también periodista Enrique Maza optó por destacar las cualidades humanas de don Julio; indicó que Scherer tiene un conocimiento profundo de las cosas, que no sólo es conocimiento periodístico sino también ético Dijo Maza que Scherer "ha sacado una conclusión ética de la realidad del país", y rememoró una frase que en alguna ocasión le comentó don Julio: "El intelectual piensa de adentro hacia fuera El periodista piensa de fuera hacia adentro" Por su parte, el escritor Carlos Monsiváis se explayó sobre la actividad de don Julio como editor, y advirtió a la multitud que abarrotaba el auditorio: Scherer "padece los elogios más que ningún otro de los aquí presentes" El ensayista habló sobre la apertura de Scherer a las voces críticas que, desde los años sesenta hasta la actualidad, han encontrado refugio en las páginas de los dos medios que ha dirigido: Excélsior y la revista Proceso Monsiváis señaló que Scherer instauró el reportaje de investigación, que "trasciende la barrera del rumor y del chisme", y dijo también que cuando en México se estaba acostumbrado a un periodismo complaciente con el gobierno, don Julio dio un vuelco "al periodismo dirigido al presidente de la República, por un periodismo dirigido a los lectores", y señaló que prueba de ello fue la ruptura con Luis Echeverría, pues Scherer "se negó a complacer los caprichos" del mandatario Recalcó que "Scherer es un utopista; cree en la utopía de un periodismo objetivo" y, finalmente, indicó que con Scherer la lectura de la prensa "se ha convertido en un proceso ético" En su oportunidad, Miguel Ángel Granados Chapa, autor de la columna Plaza Pública, indicó que la trayectoria periodística de Scherer se divide en tres etapas: la primera de ellas arranca en 1947, cuando se inicia como reportero, hasta 1968, cuando asume la dirección de Excélsior En esa época don Julio se hizo notar como reportero y era un momento en que Excélsior "era totalitario" y no se permitían las críticas La segunda va de 1968 a 1996, que es el periodo en el que funge como director de Excélsior y, luego, de Proceso, y es la etapa en la que "abonó el trabajo de otros periodistas y escritores para entregárselos generosamente a los lectores", y puso como ejemplo la acogida que le dio a Octavio Paz en Excélsior para que fundara la revista Plural Con ello, don Julio "hizo que la cultura fuera noticia" Y la tercera etapa iría de 1996 a la actualidad Granados Chapa asumió: Scherer "no se jubiló del periodismo" tras haberse retirado de la dirección de Proceso, sino que, en contrapartida, "sigue siendo un indagador penetrante, del gran teatro iluminado que es la política, y que lo ha llevado a escribir hasta el momento trece libros", entre ellos: La piel y la entraña, Los presidentes, Historias de familia, Estos años, Salinas y su imperio, Cárceles, Parte de guerra, Vivir matando, Máxima seguridad, Los patriotas, El indio que mató al padre Pro y, el más reciente, La pareja, que se centra en las desventuras palaciegas de Vicente Fox y Marta Sahagún Granados Chapa terminó su intervención refiriéndose al hostigamiento gubernamental que actualmente padece Julio Scherer Ibarra, hijo de don Julio El columnista comentó que ese acoso está dirigido también al periodista y sostuvo: "Es tiempo, señor presidente, de detener la mezquindad" En su turno, el escritor y dramaturgo Vicente Leñero leyó algunas anécdotas de "mi vida alrededor de Julio a lo largo de 35 años" Hizo una relación de cómo evolucionó su relación con don Julio, del que comentó que primero fue su jefe, luego su maestro, más tarde, su compañero y, por último, su hermano Leñero rememoró el 76, cuando Scherer y él fueron expulsados de Excélsior y salieron a la avenida Reforma, agarrados del brazo, junto con el caricaturista Abel Quezada Incluso, recordó las maniobras que urdió el entonces secretario del Patrimonio Nacional, Francisco Javier Alejo, a fin de impedir el nacimiento del semanario Proceso También recordó aquella noche de insomnio, en la que a Julio Scherer lo atenazó la idea de poner en la portada la fotografía de Raúl Salinas, el hermano incomodo, para ilustrar un reportaje sobre las corruptelas del hermano del expresidente Carlos Salinas de Gortari Y no pasó por alto tampoco la inseparable timidez de don Julio para presentarse en público, misma que, dijo, logró vencer durante la presentación de un libro de Maza, en la Casa de Cultura Jesús Reyes Heroles, en Coyoacán Emocionado por las palabras de sus amigos, y en medio de cálidos aplausos, Julio Scherer García agradeció los comentarios: "Yo me debo a mis amigos, más que a mis esfuerzos" Y luego devolvió: a Poniatowska la recordó cuando estaba por publicar su libro La noche de Tlatelolco y le pidió fotografías para ilustrarlo De Enrique Maza, su primo hermano, sostuvo que su relación comenzó muy temprano, cuando eran estudiantes, y que el vínculo creció y se fortaleció con el paso del tiempo "Contribuyó a que me volviera francamente terrenal" De Monsiváis, Scherer dijo que representa "una conducta moral y profesional Es para mí un guía, un conductor, un amigo y me ha alimentado el gusto por la lectura y el amor al arte" De Granados Chapa comentó que fue su principal sostén después del golpe a Excélsior "Me sostuvo como a un enfermo grave" Además, destacó las cualidades del columnista: "Es un hombre serio, severo, seguro de sí mismo, es un personaje centrado" Y de su relación con Leñero, apuntó: "Vicente y yo nos hemos dicho que somos lo que somos en nuestra relación, hasta que el primero muera" Confesó que en los años sesenta publicó su primer libro, y que Leñero "es el responsable de los libros que empecé a publicar desde Los presidentes hasta ahora" Vicente, abundó Scherer, representa "la confianza absoluta y la certeza en todos los órdenes" Scherer lanzó luego una mirada a sus hijos, a sus familiares y a los amigos que lo acompañaban, y les dirigió las siguientes palabras: "Los amigos verdaderos son un amor paralelo al de los hijos? para mí es una sola familia, mi vida con mis amigos y con mis hijos" Fue el colofón de la emotiva ceremonia en la que el público ovacionó, de pie, al hombre que ha entregado su vida al periodismo

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