Ofensiva del poder contra el periodismo

martes, 20 de diciembre de 2005 · 01:00
México, D F, 19 de diciembre (apro)- Justo cuando está en curso una definición fundamental para México más allá de los partidos políticos, en el que se debate una dicotomía conceptual entre liberales y conservadores, afloran hechos ominosos para una actividad clave en un régimen democrático de derecho: el periodismo Se trata de las demandas judiciales que, desde poderes políticos y económicos, se han formulado contra periodistas y medios de comunicación social, y de las que existen dos ejemplos recientes: Marta Sahagún, la mujer del ciudadano presidente Vicente Fox, contra el semanario Proceso, y el empresario textilero Kamel Nacif Borge contra Lydia Cacho Ribeiro El marco de estos litigios --por daño moral el de Sahagún, por difamación y calumnias el de Nacif Borge-- es la reciente sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) contra el poeta Carlos Witz, condenado por ultraje contra los símbolos nacionales, lo que instaura una censura a la libertad de expresión consagrada por la Constitución Siendo distintos en la forma, el fondo de los litigios contra Proceso y la periodista Lydia Cacho, detenida y encarcelada el viernes 16, tienen la misma connotación: los límites que busca imponerse a una de las cualidades de cualquier régimen democrático de derecho, la libertad de expresión, no por parte de personas cualquiera, sino desde el poder "Nunca cuestionaré el derecho de una persona que se siente calumniada a demandar a una periodista Todos los y las profesionales estamos sujetas a ello", dice con razón Lydia Cacho, una mujer de temple que no sólo se ha consagrado al ejercicio del periodismo, sino a la defensa de las víctimas de la violencia y el abuso, como el maltrato a mujeres y la pederastia Pero en este caso, como en el de Proceso, hay una diferencia sustantiva: no es casual que en ambos se entremezclan las relaciones entre los poderes políticos y económicos, siendo Nacif Borge un personaje del entorno de Sahagún y de su fundación Vamos México De hecho, el propio Fox inauguró, el 11 de abril del 2002, una planta de la empresa Trans-textil Internacional, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, a cuyos trabajadores --como a los de sus plantas en Puebla-- suele no pagarles lo convenido En el caso de Proceso, Sahagún emprendió una ofensiva respaldada por todo el poder presidencial --de la que ella, según su marido, forma parte, en abierta violación constitucional-- para exigir que el medio se imponga la autocensura sobre hechos ciertos de interés público y reclama un pago por su honor presuntamente mancillado Para ello, Sahagún presiona al juez de la causa para que, a sabiendas que el poder se le escapa vertiginosamente, emita una sentencia condenatoria que, de obtener, derivaría en una cascada de demandas contra medios y periodistas que osen sujetar a escrutinio a personajes de los poderes políticos y económicos que abusan del erario y del tráfico de influencias de alto nivel De manera menos escandalosa, pero muy efectiva, Nacif Borge ha logrado imponer su poder económico --y por supuesto político-- para que con una celeridad inusual los priistas gobiernos de Puebla y Quintana Roo aprehendan y sometan a juicio a Lydia por descubrir una red de repugnantes pederastas, con base en el testimonio de las mismas víctimas Lydia, como Proceso, se empeñó en hacer del conocimiento público un asunto que incumbe a todos los mexicanos, en este caso la pederastia, y sobre el cual las autoridades han actuado con complicidad, tal como lo documenta en su libro Los demonios del edén y cuyos protagonistas, según los testimonios de menores sujetos a abuso, son entre otros Jean Thouma Hanna Surcar Kuri, Nacif Borge y Miguel Ángel Yunes, priista converso al foxismo y actual subsecretario de Seguridad Pública federal La autoridad, en vez de investigar lo que Lydia ha documentado, procede judicialmente contra ella, de la misma manera que desde el poder público se encubren presuntas ilegalidades de Sahagún y sus hijos, difundidas por Proceso y por la reportera argentina Olga Wornat, demandada también por el poder político que encabeza Fox La responsabilidad de los periodistas es muy clara, sobre todo cuando la autoridad es omisa o cómplice: hacer público lo oculto, denunciar los abusos del poder --político, económico, religioso--, desenmascarar los fanatismos, contribuir a la transformación de la sociedad que, como la nuestra, está atormentada por la brutal desigualdad En este empeño, como lo acredita la historia, habrá siempre embates desde los poderosos, pero no es admisible sucumbir En Proceso existe esa convicción y en Lydia Cacho, también Apuntes El desafío es claro: el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), José Guadalupe Martín Rábago, obispo de León, reiteró ayer domingo lo que todos sabemos: que los sectores más conservadores de la Iglesia católica --que no es monolítica-- se pronunciarán veladamente por el panista Felipe Calderón El núcleo dominante de los jerarcas, precisó, "no tendrá una actitud de silencio neutral o, peor todavía, un silencio cómplice" en el proceso electoral en curso El clero ultraconservador, dijo, va a "hablar desde una línea que nos corresponde, es decir, como orientadores Tendremos que decir con toda claridad qué propuestas, contrarias a los principios de una moral natural, no pueden ser apoyadas No vamos a hablar de ningún partido ni de ningún candidato Hablaremos de que las propuestas que hagan los partidos tienen que ser respetuosas de la vida, de la familia, de la erradicación de la pobreza, de mejorar las condiciones de educción, de crear un clima de paz" No hay que esperar que el secretario de Gobernación, Carlos Abascal, aplique la ley, porque él como los jerarcas practica la doctrina de la hipocresía y la doble moral Como Fox, que no deja de hacer campaña electoral, y cuyo discurso está armonizado con el de la Iglesia: no hay más ruta que la panista Comentarios: delgado@procesocommx y wwwprocesocommx

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