Equivoca Derbez estrategia contra el muro
* Presenta una queja ante funcionarios menores del Departamento de Estado y no ante lo líderes del Capitolio
*Condoleezza Rice no tiene injerencia en el Legislativo de EU, donde se discute la nueva ley antimigrante
Washington, 26 de diciembre (apro)- Bajo el más estricto hermetismo para evitar el encuentro con la prensa, el secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Ernesto Derbez, supuestamente presentó al gobierno de Estados Unidos la protesta mexicana por las políticas antimigratorias que promueve el Capitolio; pero lo hizo en el lugar equivocado y con funcionarios del Departamento de Estado de bajo nivel
La indignación y molestia del gobierno de Vicente Fox, por la reciente aprobación de un proyecto de ley antimigratoria en la Cámara de Representantes del Congreso federal estadunidense, en lugar de ser presentada por Derbez a los líderes del Capitolio, como correspondería en este caso, se la dio a Robert Zoellick, subsecretario de Estado, y a Tom Shannon, subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental
El gobierno foxista quería presentar la protesta a Condoleezza Rice, la secretaria de Estado en el gobierno de George W Bush, pero ésta no tuvo tiempo para recibir a Derbez; y el canciller mexicano se tuvo que conformar con la reunión que le asignaron con Zoellick y Shannon, quienes lo vieron juntos, y fuera de sus oficinas en el Departamento de Estado, porque este lunes 26 de diciembre fue día feriado y cerró el gobierno federal estadunidense
Por petición del canciller mexicano, que no quería ser cuestionado por los medios de comunicación de México, según informó la embajada mexicana en Washington, no se dio a conocer la hora ni el sitio exacto del encuentro con Zoellick y Shannon
La molestia del gobierno foxista con la iniciativa de ley aprobada en la Cámara de Representantes y que cuenta con el total y absoluto respaldo del presidente Bush, es que establece, entre varias cosas para fortalecer la vigilancia en la frontera con México, la construcción de más de mil kilómetros de cerca de acero en cinco puntos específicos de los 3 mil 290 kilómetros de zona limítrofe entre Estados Unidos y México
La embajada mexicana en Washington para cumplir al pie de la letra con el mandato de Derbez de mantener alejada a la prensa, se limitó a decir que la reunión fue privada, por lo cual no proporcionó el contenido del encuentro
Por ser día de asueto, estuvo cerrada la oficina de prensa para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, y la guardia del área de prensa de la oficina de Rice, dijo a Apro que ni siquiera estaba enterada de que estuviera en Washington el canciller mexicano
Por tratarse de un proyecto de ley aprobado en una de la dos Cámaras de Capitolio, por lógica se esperaba que la protesta de México fuera presentada a los legisladores estadunidenses del Partido Republicano que patrocinan la medida antimigratoria, sin embargo, Derbez prefirió hacerlo en el Departamento de Estado, que en este caso no tiene la más mínima influencia sobre el Congreso federal para cambiar el curso correspondiente de una legislación
Si Rice --en caso de que le interesara el asunto de la protesta de México--, asumiera el papel de defensora de la indignación foxista y protestara en el Capitolio, sería de inmediato acusada por los legisladores estadunidenses de tratar de intervenir en los asuntos del Poder Legislativo sobre el tema de la seguridad nacional, lo cual resultaría contraproducente hasta para el propio presidente Bush
Está claro que el gobierno foxista no tiene la capacidad de entender lo que es obvio para muchos políticos y analistas en Estados Unidos: Que Bush y los legisladores republicanos en el Congreso asumieron una política y posición antimigratoria inquebrantable a raíz de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, que no cambiará ni con las protestas de una coalición hemisférica, como pretende armar la administración de Fox
Tan desubicado estuvo Derbez en su viaje a Washington, que el viernes 23 de diciembre se reunió con el obispo católico Theodore Edgar McCarrick, a quien le agradeció la posición de protesta a las políticas antimigratorias del Capitolio
McCarrick, como todo el resto de la jerarquía católica de Estados Unidos, son los líderes religiosos que menos influencia tienen en la Casa Blanca y en el Capitolio