"Una locura"; no pasará en el Senado, vaticina México, D F, 29 de diciembre (apro)- Primero fue The New York Times, después el Washington Post Ahora The Wall Street Journal (WSJ) se sumó a la condena pública contra la iniciativa de ley en materia migratoria aprobada por la Cámara de Representantes de Estados Unidos En su principal editorial, el prestigiado diario estadunidense reprochó la actitud del presidente George Bush de elogiar la medida; y consideró que los instrumentos que pretenden aplicarse para inhibir la migración de indocumentados son una "locura" Por tal razón, apostó que la medida no pasará en su forma actual en el Senado, que se espera aborde el tema a principios de 2006 "En realidad, esta propuesta en su forma actual, no tiene posibilidad de convertirse en ley El Senado tomará el tema de reforma migratoria en breve y se espera que produzca algo más factible", dijo el diario En su editorial, el WSJ estimó, así mismo, que la iniciativa de ley propuesta por el diputado republicano, James Sensenbrenner, que prevé la construcción de cinco bardas en puntos específicos de la frontera con México, sólo convertiría en criminales a los indocumentados en el país De entrar en vigor, dijo, haría imposible que todos los ilegales en el país, jamás pudieran aspirar a legalizar su estatus Además, señaló que convertiría en cómplice a cualquier persona que "fomente" la presencia de indocumentados, sean residentes legales que transportan o dan un "aventón" al trabajo a un indocumentado, o asociaciones católicas de ayuda a inmigrantes "Lamentablemente () la Casa Blanca alabó el voto de la Cámara de Representantes Y al no manifestar su rechazo a estas provisiones descabelladas, el señor Bush legitima las fuerzas que harán difícil aprobar una reforma útil", fustigó The Wall Street Journal "De modo que este problema, altamente divisivo permanecería sin solución durante las próximas elecciones, congresionales que tendrán lugar en noviembre próximo", agregó La propuesta Sensenbrenner, precisó el diario, está diseñada para satisfacer un sector pequeño del electorado, que "de alguna manera quieren la frontera sellada" sin importar la economía, la tradición nacional de libertad o la relación del partido con la crucial comunidad Latina y su voto" "En algún momento, el presidente de Estados Unidos tendrá que ponerse, detrás de la Estatua de la Libertad o de la barda de Tom Tancredo", concluyó