Televisa, el poder

jueves, 8 de diciembre de 2005 · 01:00
México, D F, 7 de diciembre (apro)- El logotipo de Televisa representa "el ojo del hombre que observa al mundo" y fue modificado hace apenas cuatro años, cuando la empresa cumplió medio siglo Hoy, ese logotipo pretende ampliar su poder y bajo la mano de Emilio Azcárraga Jean, amenaza con dominar la esfera política nacional imponiendo no sólo contenidos televisivos, sino acuerdos financieros que se sobreponen a los partidos políticos y al gobierno en turno En 1950 se llamaba Televicentro, fundada por Emilio Azcárraga Vidaurreta Luego, en 1973, pasó a ser Televisión Vía Satélite (Televisa) al fusionarse Telesistema Mexicano y Televisión Independiente de México A la muerte de su fundador, la empresa fue tomada por su hijo Emilio Azcárraga Milmo, quien se autonombraba "soldado del PRI, y quien en 1997 heredó el consorcio a su hijo del mismo nombre De ahí, el proyecto empresarial comenzó a jugar un papel político más activo, sobre todo cuando el PRI perdió la Presidencia de la República en el 2000 Muerto el padre y derrotado el PRI, el nuevo dueño de la empresa hizo las modificaciones necesarias para darle a Televisa su nuevo papel No sólo cambió a sus socios, sino también el propio logotipo creado por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, y estableció nuevas relaciones políticas, ahora con el gobierno de Vicente Fox, especialmente con Marta Sahagún Apenas inició el foxismo, Televisa vio concretadas sus negociaciones La ley que la obligaba a ceder el 125 por ciento de su espacio al gobierno para difundir programas sociales, disminuyó a sólo 3%, que en términos comerciales significaba mucho dinero y en términos políticos, la desaparición de un grillete o de un candado que la sujetaba a los partidos y al gobierno Televisa, más que cualquier otra televisora privada, tuvo las puertas abiertas de Los Pinos para negociar lo que quisiera; y el principal operador de la empresa fue Bernardo Gómez, un joven empresario de familia cubana, que supo congraciarse los favores de Marta Sahagún; pronto, estos favores se reflejaron en el crecimiento de ganancias: Si en el 2000 obtuvieron 86 millones de dólares en publicidad política, para las elecciones del 2006 se espera que la ganancia sea de 150 millones de dólares provenientes de la publicidad política y de la Copa Mundial, según estimaciones del banco IXE Pero no sólo en las bolsas de dinero se ha visto reflejada la nueva situación política de Televisa en este gobierno, también en sus noticieros, donde se difundieron las grabaciones de la corrupción de René Bejarano y Gustavo Ponce, que intentaron golpear políticamente al entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador No fue en Televisión Azteca ni Multivisión donde se filtraron los videos famosos, sino en Televisa, lo que hace pensar que las relaciones políticas con el gobierno federal tuvieron un papel determinante para que fueran elegidos los noticieros de Víctor Trujillo y Joaquín López-Dóriga para su difusión De igual manera Televisa fue la difusora de las cuentas bancarias de los hijos de Arturo Montiel que, a decir de los priistas, fue una filtración del gobierno foxista para golpear no sólo al exgobernador del Estado de México, sino también al candidato presidencial del PRI, Roberto Madrazo Hoy Televisa vuelve a presentarse como factor de decisión política La iniciativa para reformar la Ley Federal de Telecomunicaciones, que permite que las concesiones para estaciones de radio ya no estén sujetas a la voluntad del Ejecutivo, sino a las leyes del mercado, pues serían puestas a subasta pública, en realidad beneficiaría sólo a las empresas con más dinero De ahí que los empresarios de radio pequeños hayan puesto el grito en el cielo para protestar contra esta iniciativa que aprobaron el PAN, PRI y PVEM en la Cámara de Diputados, pero que ya se atoró en el Senado de la República Dicha reforma de ley aún está por discutirse en el Senado y es probable que no pase por las irregularidades constitucionales que implica cambiar las leyes de telecomunicaciones No obstante, la empresa de Azcárraga Jean sigue aumentando su poderío Hace apenas unas semanas el gobierno español le otorgó la concesión para la prestación del servicio público de televisión abierta al consorcio formado por Televisa (40 por ciento) y Grupo Audiovisual de Medios de Producción (60%) Según la información de la televisora mexicana, La Sexta, la nueva cadena de televisión española, cubrirá el 70 por ciento del territorio nacional en aquel país y deberá comenzar a emitir su señal en un plazo de seis meses, a partir de la fecha de la concesión Podrá explotar, de manera transitoria, un nuevo canal analógico de cobertura estatal, así como de dos canales digitales, también de cobertura estatal Esta nueva empresa de Emilio Azcárraga Jean cumple con el objetivo que se trazó a su llegada, cuando transformó el viejo logotipo por uno vanguardista, bajo la idea de reflejar un "una esfera sólida que representa la tendencia globalizada que viven hoy los países del mundo"; pero en el fondo, lo que refleja es la ambición de poder de este empresario, al que sólo le falta presentar su propia candidatura presidencial, emulando al magnate italiano Silvio Berlusconi

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