Incongruencias amarillas

viernes, 9 de diciembre de 2005 · 01:00
México, D F, 8 de diciembre (apro)- En esta época, en la que Andrés Manuel López Obrador se mantiene como puntero en la adelantada contienda por la Presidencia de la República, y cuando el partido fundado por Cuauhtémoc Cárdenas tiene amplias posibilidades de retener el poder en el Distrito Federal en las elecciones del 2006, las incongruencias amarillas ?aunque débiles, por el momento--, están resurgiendo para comprobar, una vez más, el dicho de que el peor enemigo del PRD es el PRD Aun cuando desde mis tiempos universitarios en la ENEP Acatlán solía escucharse la queja ?palabras más, palabras menos--de que la izquierda mexicana estaba en crisis y no acaba de cohesionarse; que era un movimiento disperso sin programa definido, actualmente, el PRD, partido que es identificado por las mayorías como la más poderosa opción de izquierda, sufre de los mismos males que por los primeros años de la década de los 80 ya se escuchaban Cuando el PRD tiene la posibilidad de alcanzar la silla presidencial con un candidato que se impuso naturalmente a su partido, gracias a su carisma y popularidad, son los mismos perredistas quienes se están encargando de darle al traste a la candidatura de López Obrador Cómo es lógico en cualquier contienda, los perdedores siempre estarán inconformes con los resultados, salvo que en el PRD no hubo proceso interno para elegir candidato presidencial, porque ninguno de sus miembros distinguidos logró crecer y tejer una figura atractiva para los propios militantes y para el electorado en general que le diera batalla al tabasqueño o pusiera en riesgo su nominación Este jueves, cuando López Obrador tomó protesta como candidato del PRD ?la del sábado será la de la coalición "Por el bien de todos"--, los gritos de apoyo a Cárdenas prevalecieron durante el acto, como una muestra de la inconformidad que provocó tanto la candidatura del exjefe de Gobierno capitalino, como los acuerdos que se tomaron para formalizar la alianza con el PT y Convergencia, así como por la elección de los candidatos a senadores y diputados federales Inconformidad que no acaba de ser digerida entre las diferentes tribus y que tiene su máxima expresión en el rechazo a la nominación de Marcelo Ebrard para el Distrito Federal Los argumentos con que intentan descalificar la candidatura de Ebrard, la elaboración de las listas de candidatos y los acuerdos para la coalición, son los que, en su momento, esgrimieron para justificar otras acciones en el pasado Hoy dicen que el PRD ha perdido su esencia y espíritu; han vaticinado el surgimiento del "neoperredismo", pero ya olvidaron que ese partido surgió de la fusión de varias corrientes de izquierda, como el Partido Socialista Unificado de México y del desprendimiento de priistas, que en su momento fueron calificados de "resentidos" --encabezados por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, entre otros? y hoy autocalificados como "progresistas" Hoy olvidan que en su afán de sacar al PRI de Los Pinos y de ir sumando gubernaturas, promovieron alianzas a diestra y siniestra, incluso, con personajes, movimientos y partidos que nada tenían que ver con la ideología que esos perredistas hoy dicen defender Hoy, critican el origen priista de Ebrard, pero olvidan que las principales figuras del PRD ?Cárdenas y López Obrador-- fueron por muchos años fervientes defensores del priismo represivo y corrupto de aquellos años y que actualmente en Roberto Madrazo tiene a su máximo representante Hoy se les olvida que la única figura de origen izquierdista 100% que encabeza un gobierno es Amalia García, en Zacatecas Los demás gobernantes y quienes lo han sido, tienen un origen común, el PRI: Ricardo Monreal (Zacatecas), Leonel Cota Montaño (Baja California Sur), Alfonso Sánchez Anaya (Tlaxcala), Pablo Salazar (Chiapas) En Guerrero, el empresario Zeferino Torreblanca, ni siquiera político es y ganó con las siglas del PRD Hoy se les olvida que ofrecieron candidaturas al Senado y la Cámara de Diputados a figuras públicas que no se identificaban con el PRD, a las que llamaron pomposamente "candidaturas externas"; incluso a expriistas, como Demetrio Sodi ?por poner un solo ejemplo-- que hoy reniegan del sol azteca y saltan de partido en partido, sin ideología definida Guardaron silencio, ¿acaso porque Cuauhtémoc Cárdenas, su guía moral, era uno de los principales impulsores de tales alianzas? Hoy sucede lo mismo, salvo que los líderes son otros y, de pronto, descubren que el PRD está siendo desplazado por expriistas ¿Qué esperaban, si abrieron las puertas de par en par? Sospechosamente, las críticas más duras de los perredistas han sido lanzadas contra Ebrard, por su origen "salinista"; incluso, Cárdenas apoyó abiertamente la precandidatura de Jesús Ortega y ante los resultados, muestran su indignación, aunque moderadamente Más que defensa de los principios e ideales del perredismo, tal parece que la inconformidad es porque esos grupos han visto que el coto de poder político y económico que representa el Distrito Federal se les escapa de las manos, pues es casi seguro que el perredismo seguirá gobernando la Ciudad de México El pragmatismo político con el que ha actuado el PRD desde su fundación, hoy, parecer ser, está revirtiéndosele; está pasándole la factura, precisamente, cuando está a un pie de llegar a Los Pinos Abrió de par en par sus puertas a cuanto político resentido quisiera; lo único que importaba era el número de votos que pudieran garantizarle al partido Más que inconformidad, urge al sol azteca un ejercicio de autocrítica y sumar esfuerzos, por su bien La elección presidencial está a la vuelta de la esquina Comentarios: jperez@procesocommx

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