Del libro de Garzón: Marcos, la justicia mexicana, la debilidad de Fox

lunes, 14 de febrero de 2005 · 01:00
Madrid (apro) - “El influjo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en la vida política nacional mexicana es evidente Aceleró el proceso de democratización del país al obligar al Estado mexicano a reformas electorales más profundas, que establecieron condiciones favorables a la competencia de partidos La derrota del PRI en las elecciones de 2000 no puede explicarse sin el papel que desempeñó el EZLN desde su aparición en 1994 Otra cosa es que la alternancia se haya reducido a un simple cambio de la persona que ocupa la Presidencia y no se haya constituido en una verdadera transición de la democracia o, al menos, de la profundidad que se preveía y deseaba” Así expresa el juez español Baltasar Garzón su visión de los cambios políticos vividos en México los últimos años Lo hace en su libro Un mundo sin miedo publicado recientemente en España; un libro en el que políticos y periodistas de la derecha española y los recientes gobiernos argentinos salen mal parados a lo largo de sus capítulos En nueve páginas --de las 421 de las que consta el tomo--, el magistrado de la Audiencia Nacional Española expresa su admiración por la iniciativa política que supuso el surgimiento del movimiento liderado por el subcomandante Marcos La considera como una nueva esperanza para la izquierda que estaría ejerciendo una poderosa influencia, incluso más allá de las fronteras mexicanas: aglutinó multitud de movimientos y de ciudadanos progresistas de todo el mundo Para Garzón, los zapatistas herederos de las más variadas tradiciones de la izquierda mexicana, de la teología de la liberación, de la revolución centroamericana, especialmente de la desarrollada en la vecina Guatemala, aunque, a su juicio, “el detonante principal fue la política represiva, recurrente, institucionalizada y legalizada por los gobiernos locales en las últimas tres décadas del siglo XX” En los párrafos dedicados a su análisis del movimiento indígena de Chiapas, Garzón no olvida su enfrentamiento con Marcos a raíz de la propuesta que éste realizó a finales de 2002: ser mediador en unas eventuales conversaciones de paz entre la cúpula de la organización separatista vasca ETA y representantes del gobierno español El rechazo de ambas partes y la denuncia de falta de seriedad de la propuesta zapatista, se vio enmarcado en un duro intercambio epistolar entre Marcos y Garzón Ahora, el magistrado pasa por encima del asunto Recuerda, incluso, las palabras finales de disculpa del propio subcomandante Marcos Las muertas de Juárez Garzón también se refiere al tema de los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez Achaca la magnitud de estos sucesos a “la inactividad que durante tanto tiempo han mantenido las autoridades competentes del estado de Chihuahua, tanto policiales como políticas o judiciales, en la investigación y persecución de estos horrendos crímenes que desde hace más de diez años se vienen cometiendo en aquella ciudad y que tienen el elemento común de la violencia contra las mujeres, actividad que en México resulta particularmente ominosa, por lo que supone de agravio machista contra la mujer, a la que muchos todavía consideran un ser humano de segundo orden y, en todo caso, hecha para servir al macho” Después de recordar que el Informe de Naciones Unidas sobre los crímenes de Ciudad Juárez establece que hubo una falta de reacción ante los sucesos, especialmente en los primeros casos, por parte de las autoridades mexicanas, automáticamente establece una relación entre los asesinatos y la condición económica –además de la sexual-- de las víctimas De hecho, critica al sistema judicial mexicano cuando escribe: “Acabar con la corrupción que ha rodeado a todas estas investigaciones, y que va, desde las corruptelas judiciales a base de omisiones, desidia y equivocaciones flagrantes, hasta los sobornos o pagos que hayan podido recibir los funcionarios policiales investigadores, o aquéllos que tienen que decidir; acabar con esta corrupción es tarea ardua debido a la penetración que en el sistema policial y judicial desarrolla el crimen organizado y que articula toda una trama de favores, prebendas y deudas que impiden la investigación de cualquier asunto que tenga relevancia jurídico-penal complicada” Garzón relata un encuentro que mantuvo en julio de 2003 con el presidente Vicente Fox, en presencia del procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, y el secretario de Gobernación, Santiago Creel Durante el encuentro se percató de la grave preocupación que todos, según Garzón, tenían acerca de este trágico asunto Narra que en dicho encuentro transmitió al presidente de la República su inquietud por el hecho de que México no hubiera ratificado el estatuto de la Corte Penal Internacional Cuenta que Vicente Fox le transmitió su disposición favorable, pero que está pendiente una cuestión de posible modificación constitucional “Pero la decisión sigue dilatándose incomprensiblemente, en especial después de que se hayan iniciado acciones penales contra los crímenes de los años 70, entre ellos, la matanza de Tlatelolco, que desvelan la intención de que la impunidad no sea una norma absoluta en México”, señala el juez español Garzón recuerda que en ese encuentro agradeció a Fox por la firme postura mantenida por la delegación mexicana en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con respecto a la invasión de Irak, y también su resistencia a las presiones internacionales para que esta posición fuese modificada, dedicando un recuerdo muy “especial” a la visita que el entonces presidente español, José María Aznar, realizó a México con la intención de presionar al Ejecutivo mexicano En el resto del libro de Grazón --pero de forma aislada y dispersa-- se encuentran otras referencias a México, como cuando en la página 58 el juez afirma: “Por ejemplo, en Venezuela, Uruguay, México o Cuba () todavía cuesta trabajo hacer ver y comprender que ETA no es simplemente una organización nacionalista separatista, sino una banda que ha desarrollado todas las técnicas de la violencia contra la vida, la libertad, la integridad y la seguridad de las personas” Un poco más adelante recuerda un encuentro con el expresidente del Gobierno español, Felipe González, durante un largo vuelo trasatlántico en el que González le transmitió sus impresiones sobre muchos asuntos, entre ellos, “la falta de liderazgo del presidente Fox y su gobierno, la incertidumbre que transmite Andrés López Obrador (jefe del Gobierno de la ciudad de México y posible candidato presidencial) y los problemas internos del PRI” El magistrado también recuerda “el revuelo” que produjo en el entorno del presidente de Estados Unidos, George W Bush, la extradición concedida por México del militar argentino Ricardo Miguel Caballo Cuenta que, como efecto la extradición de Cavallo, dos de los asesores de Bush publicaron un artículo en el diario The New York Times en el que criticaron la aplicación de las normas para hacer efectivo el principio de justicia universal Batalla judicial El libro de Garzón es centro de polémicas y le puede costar a su autor más de una batalla judicial Diarios españoles adelantaron partes del libro antes de que éste fuera publicado Con base en ello, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, interpuso una demanda contra el juez Garzón por supuesta “revelación de secreto sumarial” En la página 314 de su libro, Garzón señala que el anterior gobierno español sabía que los autores del atentado del 11 de marzo no estaban relacionados con ETA y, aun así, continuaban informando a la opinión pública en esa dirección Escribe: “En contra de lo que mantenían desde el Ministerio del Interior, ETA no había preparado un atentado con mochilas bomba en la estación de esquí de Baqueira Beret –Pirineo catalán-- en las navidades de 2003 Los únicos datos de esa posible acción se limitaban a la declaración de un etarra en dependencias policiales Tampoco buscó una carnicería en la estación de Chamartín (Madrid) durante la Nochebuena de 2003 La intención de los terroristas, según consta en los informes policiales, era hacer estallar el explosivo cuando el tren estuviera fuera de servicio Por último, también era incierto que la organización terrorista quisiera cometer una matanza en la capital con los explosivos que iban a colocar a primeros de marzo, ya que iban a hacerlos explotar de madrugada, cuando los edificios industriales estuvieran desalojados Por eso, empezaron mis dudas sobre la actuación del gobierno de José María Aznar” Algunos diarios reseñaron que, curiosamente, la denuncia se fundamenta en la revelación de documentos reservados, pero no en una falsedad En el fondo, a lo que se asiste es a una escenificación más de la lucha sin cuartel entre el Partido Popular y la mayoría de izquierdas que sustenta el actual gobierno en España Tanto Eduardo Fungairiño --quien con mayor insistencia se opuso a la solicitud de extradición de Augusto Pinochet, solicitada por Garzón cuando el exdictador se encontraba detenido en Londres-- como Ignacio Gordillo --auténtico instigador de la querella contra Garzón-- son fiscales de la Audiencia Nacional muy próximos ideológicamente al anterior fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, destacado miembro del Opus Dei, nombrado por el anterior gobierno El actual fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, desautorizó la actuación de Fungairiño, y declaró que “no se detectan por parte de esta Fiscalía General del Estado elementos ni razones que justifiquen la interposición de la denuncia en los términos y la forma en que se ha llevado a efecto” El propio Garzón calificó la denuncia de “demencial”: “Yo también voy a buscar la base profunda de esta denuncia, quién ha intervenido y quién está detrás Lo que no voy a hacer es callarme Voy a tomar mis medidas”

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