El desafuero

jueves, 17 de febrero de 2005 · 01:00
México, DF, 16 de febrero (apro) - El desafuero de Andrés Manuel López Obrador, previsto para las próximas semanas, es un hecho político que tendrá un impacto político y social como ningún otro en la última década Como en 1988 y 1994, cuando el país se cimbró con las actuaciones políticas de Cuauhtémoc Cárdenas e insurgentes del EZLN, este 2005 las acciones partidistas de mayor impacto estarán íntimamente relacionadas con el desafuero al jefe del gobierno capitalino No es una exageración decir esto, porque se trata de un acto en contra de quien tiene mayores probabilidades de ganar la elección presidencial del 2006 Lo es por varias razones La primera porque Andrés Manuel López Obrador tiene tras de sí una fuerza social importante que ha ido creciendo, no sólo en el Distrito Federal, sino en varias ciudades importantes del país Basta con ver la asistencia multitudinaria que ha tenido en la presentación de su libro “Un proyecto de nación” Aunque los cálculos de los priistas y panistas son que no tiene una presencia tan amplia en todo el país como para organizar una fuerza social de larga duración, lo que no tienen claro estos partidos es qué tanta simpatía e interés ha despertado el tabasqueño entre la población más necesitada, con sus programas populares como la asistencia a los ancianos, los préstamos para vivienda y los servicios gratuitos de salud Lo que no descartan los adversarios de López Obrador es que habrá una gran movilización social a su favor y que este movimiento podría desbordar los ánimos y trasformarse en actos de violencia Pero no necesariamente puede ocurrir esto, y el movimiento pro-López Obrador puede conducirse por los canales pacíficos de expresión política y social, y crecer sin ningún problema Este movimiento a favor de López Obrador, sin embargo, tiene un terreno fértil para crecer y lo abona el desaliento y la frustración provocados por el gobierno foxista, así como el descrédito que existe en torno a la figura del líder priista Roberto Madrazo Así mismo, existen otra condiciones que pueden catapultar el movimiento pro López Obrador, como son las redes ciudadanas, que ya se construyeron a su alrededor en todo el país, y las alianzas que ha establecido con distintos grupos sindicales, sociales, campesinos e indígenas, que componen el sector más golpeado por el neoliberalismo de Fox La apuesta de PRI y PAN, de que a López Obrador no le alcanzará el aliento para mantener un movimiento social de largo alcance, puede fracasar si tomamos en cuenta que una de las cosas que mejor sabe hacer es movilizar a las agrupaciones populares, campesinas e indígenas en favor de una causa Y esto ya comenzó a hacerlo esta misma semana Resulta que López Obrador ya soltó amarras e inició la campaña nacional en rechazo al desafuero, lo que en los hechos es el principio de su campaña por la candidatura presidencial Sus declaraciones a la prensa extranjera, de que en septiembre u octubre definirá su campaña, y su abierto apoyo para que Leonel Cota se quede al frente del PRD, son dos acciones más que forman parte del plan nacional de defensa de su proyecto rumbo al 2006 López Obrador ya puso a caminar la maquinaria con la que pretende ganar la Presidencia en el 2006, y estamos viendo los inicios de un gran movimiento nacional que habrá de impactar al país de múltiples formas No son casuales las llamadas de atención que hemos escuchado provenientes de Estados Unidos y España Tampoco la llamada de alerta de empresarios e inversionistas nacionales, que ven un panorama económico y financiero difícil para el país en el 2005 Una vez que se consolide este juicio y López Obrador llame a movilizaciones, el país entrará en una espiral de confrontaciones políticas con resultados que hoy no se pueden calcular, pero que serán negativos para la estabilidad social A esto le apuestan priistas, panistas y gobierno de Fox, al teñir de violencia la imagen de López Obrador y a desgastar su capital político ganado en estos últimos cuatro años Queda en manos del político tabasqueño sacar a flote la experiencia política obtenida como gobernante, y conducir las corrientes de simpatía a su favor en un enorme cambio social, como los ocurridos hace diez años

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