"Mi obra es una aportación a la cultura mexicana": Raúl Anguiano

lunes, 21 de febrero de 2005 · 01:00
* Celebra el pintor y muralista sus noventa años de edad con una exposición en el Museo Nacional de San Carlos México, D F, 21 de febrero (apro)- El pintor Raúl Anguiano (Guadalajara, Jalisco, 1915) ha sido parte de algunos de los movimientos plásticos que han conformado la historia del arte mexicano, entre ellos la Escuela Mexicana de Pintura (EMP) y el Taller de la Gráfica Popular (TGP) El próximo 26 de febrero el artista cumplirá noventa años de edad y con ese motivo el Museo Nacional de San Carlos presenta la exposición “Raúl Anguiano en las Artes Gráficas 1915-2005”, que reúne sesenta obras seleccionadas por él mismo, y presentadas en torno a tres temas: “El Taller de la Gráfica Popular”, “El Viaje a Bonampak” y “Mujeres de México” “El viaje a Bonampak” forma un episodio no sólo en la vida de Anguiano, sino en la historia de la arqueología, las artes plásticas y el patrimonio de México Se refiere a la famosa expedición que en 1949 realizaron a la selva chiapaneca un grupo conformado por el arqueólogo Carlos Frey, descubridor de las ruinas de Bonampak y Lacanjá; el museógrafo Fernando Gamboa; el fotógrafo Manuel Álvarez Bravo; el grabador chiapaneco Franco Lázaro Gómez y Anguiano, entre otros En esa travesía el pintor realizó una serie de obras, la más famosa --sin duda-- es “La Espina”, en donde se puede ver a una indígena lacandona tratando de quitarse una espina del pie derecho con un cuchillo, y hoy forma parte del acervo del Museo de Arte Moderno del Instituto Nacional de Bellas Artes La historia del cuadro y de la expedición fue narrada por el propio Anguiano a esta reportera para el capítulo de Patrimonio del libro “México su apuesta por la cultura”, coeditado por Proceso y Grijalbo, durante una entrevista más amplia en la cual el artista relató otros pasajes de su vida e hizo una autoevaluación de su trayectoria artística Anguiano contó entonces que cuando el muralismo inició él tendría apenas cinco o seis años de edad y, no obstante, se asume como parte de ese movimiento, aunque se deslinda de los lineamientos ideológicos y estéticos de los llamados “tres grandes” del muralismo (José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros) De hecho, recordó que Siqueiros combatió al lado de su padre durante la Revolución Mexicana: “Mi padre José Anguiano Peña y mi abuelo Graciano Valadés formaron parte del Ejército de Occidente, dirigido por el general Manuel M Diéguez, de cuyo estado mayor formó parte el jovencito David Alfaro Siqueiros Fue compañero de armas de mi padre y de mi abuelo “Así que con estos antecedentes naturalmente que he tenido una inclinación y una observación de los fenómenos políticos y sociales de México; y yo señalaría, citando al filósofo Manuel Ramos, a quien también conocí, palabras más palabras menos: que ‘la más alta expresión cultural de la Revolución Mexicana es la pintura mural’” Para el artista el muralismo y la EMP cambiaron radicalmente no sólo el campo de la pintura, sino toda la cultura mexicana: “Produjo un renacimiento nacional, no me gusta decir nacionalista, sino nacional, de la expresión artística y cultural en general, y he señalado en otras ocasiones que la mayor parte de los pintores importantes fueron de Jalisco, como yo “José Clemente Orozco, que para mí es el más grande pintor del siglo XX junto con Picasso, el Dr Atl, Roberto Montenegro, Jorge González Camarena, María Izquierdo, Ignacio Aguirre, Isabel Villaseñor, Jesús Guerrero Galván, Juan Soriano es la Florencia del Bajío, porque ahí también nacieron grandes escritores como Enrique González Martínez, no conocí a Mariano Azuela pero también es de Jalisco, Juan Rulfo, a quien traté bastante y mi querido amigo Juan José Arreola; y los músicos Blas Galindo y José Pablo Moncayo” Pero no sólo en los jaliscienses, aclaró, se dio ese renacimiento cultural nacional, producto de la Revolución Mexicana, y cita para ello a Rivera, Rufino Tamayo, Siqueiros, en la pintura; Carlos Chávez y Silvestre Revueltas en la música Aunque se considera parte de este movimiento aclaró que ideológicamente hubo distancia, pues aunque como miembro fundador del TGP combatió junto con otros pintores y escritores el nazismo y el fascismo, él nunca fue “procomunista” ni hizo retratos de Marx o Lenin Todos sus retratos, dijo, fueron sobre revolucionarios mexicanos como Pancho Villa, Emiliano Zapata y más tarde de Lázaro Cárdenas Se le preguntó cuáles considera que han sido sus aportaciones al arte mexicano Recordó entonces que desde que comenzó a pintar en su natal Guadalajara y en Atoyac, Jalisco, de donde fue su padre, plasmó a los campesinos y peones porque convivía con ellos desde muy joven, algunos de ellos eran migrantes que volvían de Estados Unidos, trayendo dólares Luego ya en la Ciudad de México, a donde llegó a los 19 años de edad, comenzó a pintar el movimiento obrero, las huelgas, y descubrió también el tema de las carpas con personajes como Lupe “La Criolla” y Mario Moreno “Cantinflas”, pero siguió abordando también a los campesinos e indígenas: “En fin, he pintado a los huicholes, los lacandones, los mayas, los chamulas; a las mujeres bellas, mestizas, indias, blancas o azules; he pintado mis viajes al extranjero, he exhibido en varios países, he viajado mucho estudiando a los grandes maestros del pasado pues han influido también en mi pintura, he tenido esas influencias que he ido incorporando a mi trabajo “Sin demagogias, yo considero que mi obra es una aportación a la cultura mexicana y al desarrollo de la Escuela Mexicana de Pintura” --Una de sus obras más conocidas es “La Espina” --Sí, ha viajado más que yo --¿Considera justo que así sea o le hubiese gustado que otra de sus obras destacara más? --Bueno, eso nos pasa a todos Si hablamos de Diego Rivera casi siempre hay una india con alcatraces vista por detrás o por delante; de Leonardo Da Vinci casi nomás conocemos La Gioconda, así pasa, no me quejo Organizada por la Academia de Artes, la exposición en el Museo Nacional de San Carlos estará abierta al público del 15 de febrero al 15 de marzo

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