VIH/Sida: Luz amarilla en el sector laboral

lunes, 7 de febrero de 2005 · 01:00
* En el 2006 unos 28 millones de personas en edad laboral habrán muerto; * Para 2010, la cifra casi se duplicará: llegará a 48 millones en el mundo México, D F, 7 de febrero (apro)- En el 2006, la población mundial habrá perdido alrededor de 28 millones de trabajadores por causa del VIH/sida, de acuerdo con el primer análisis sobre el impacto de esta pandemia en el mundo laboral, elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) El informe llamado “El VIH/sida y el trabajo: estimaciones, repercusiones y respuestas mundiales”, contiene datos “demoledores” sobre la pérdida de mano de obra laboral Se analizó la experiencia en el tema de cincuenta países de África Subsahariana, Asia, América Latina y El Caribe Las conclusiones fueron presentadas en la 15 Conferencia Internacional sobre sida en Bangkok, Tailandia, que se celebró del 11 al 16 de julio del año pasado, pero difundidas recientemente Dicho reporte calcula que en 2010 el número de pérdidas de trabajadores infectados ascenderá a 48 millones y en el 2015 sería de 74 millones, según las estimaciones Esto, debido a la ausencia de tratamientos efectivos para enfermos de sida “Tal pérdida equivale a la desaparición de la faz de la tierra de la población de un país de grandes dimensiones”, reconoce Odile Frank, autora del informe y quien, de manera desalentadora, desestimó hacer un cálculo sobre los efectos económicos que tendrá esta situación en la economía mundial Aunque confía en que el lugar de trabajo es precisamente el área donde se puede “lograr un enfoque integrado sobre el VIH/sida” “No es sólo una crisis humana, sino que representa una amenaza para el desarrollo sostenible global, social y económico La pérdida de vidas humanas y los efectos debilitadores de la enfermedad no sólo disminuirán la capacidad para mantener la producción y empleo, sino que serán una carga para todas las sociedades, tanto las ricas como las pobres”, afirma, por su parte, el director general de la OIT, Juan Somavía Las demoledoras cifras antes citadas representan una amenaza directa para los Objetivos del Desarrollo del Milenio “de reducir la pobreza y promover el desarrollo sostenible” que fueron creados en el 2000 en la Cumbre del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) En dichas intenciones destaca el combate al VIH/sida Las mujeres y el VIH/sida De acuerdo con el reporte de la OIT, el tiempo de trabajo de las mujeres no infectadas con el virus se verá afectado, debido a que son, por tradición, las encargadas, en su mayoría, de cuidar a los enfermos “Además, las mujeres jóvenes están registrando ahora los incrementos más altos en las tasas de VIH”, indica el reporte “En los países más afectados –los africanos--, la repercusión del VIH/sida afectará en gran parte de la mano de obra tanto del sector público como del sector privado, así como la agricultura, la economía informal y a las mujeres y los niños”, destaca El informe señala que los sectores productivos más averiados por la situación serán el educativo y en el sanitario La situación económica de las comunidades rurales empeorará, “agravando seriamente la inseguridad alimentaria existente” Los niños podrían abandonar la escuela para ayudar al sustento de sus familias, lo que revierte la lucha en contra del trabajo infantil, establece Eventuales soluciones Según la OIT, hay diversas formar de atacar a la epidemia mundial de VIH/sida Afirma que en 2001 estableció un programa de recomendaciones para dar respuestas a la epidemia incrustada en áreas laborales Así, diversos países han cambiado su legislación para proteger los derechos de los enfermos de sida Otro paso importante son las campañas de prevención de la pandemia que están siendo impulsadas en diversos países, a nivel mundial, dice la OIT y que incluyen “la adopción de políticas sectoriales en el ámbito nacional, los esfuerzos comunitarios para reducir el estigma y la discriminación “Las iniciativas del sector privado para promover la prevención, las comunicaciones para modificar los comportamientos de los trabajadores y, por último, los programas de tratamiento en el lugar del trabajo que una serie de empresas considera como la opción menos costosa para mantener los niveles de rentabilidad y garantizar el crecimiento”, resalta la OIT en su informe

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