* Este martes decide si impugna los resultados del proceso interno perredista * Se confirma la tendencia favorable a Cota Montaño para dirigir al sol azteca; luchar contra el desafuero, su prioridad México, D F, 21 de marzo (apro)- Desde el momento en que Leonel Cota Montaño se manifestó dispuesto a competir por la presidencia nacional del PRD, partido al que ingresó apenas hace seis años, la elección de este domingo 20 de marzo se perfilaba como un mero trámite administrativo, por la cercanía del gobernador con licencia con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador Con datos preliminares de una encuesta de salida de la empresa Mitofsky, no hubo resistencia de su contendiente, Camilo Valenzuela Fierro, para reconocer su triunfo aunque sí para pelear la secretaría general del PRD, que según el exguerrillero “parece que está escriturada para ‘Los Chuchos’ (corriente de Nueva Izquierda)” Con una tendencia para Cota de 737 por ciento de los aproximadamente 500 mil votos emitidos, contra 237 puntos obtenidos por Valenzuela, la planilla triunfadora tendría sin problemas la Secretaría General, que encabezaría Guadalupe Acosta Naranjo, miembro de Nueva Izquierda Será este martes 22, cuando los representantes de Valenzuela Fierro decidan si impugnan el proceso electoral, que, como ha sido costumbre en el PRD desde 1999, registró irregularidades Para Pablo Franco, representante de Valenzuela Fierro, la elección pasada es impugnable no sólo por las anomalías, sino por la cantidad de votos emitidos con respecto al padrón, ya que de acuerdo con los estatutos perredistas con menos del 20 por ciento de sufragios de una lista de afiliados de 4 millones 120 mil 339, “se puede tumbar la elección” Sin embargo, Franco asegura que la intención no es esa, sino “limpiar la elección y con ello alcanzar la secretaría general”, un cargo que parecería inalcanzable por la Red de Izquierda Democrática, corriente que encabeza Valenzuela, que actualmente sólo cuenta con una cartera de las 21 que hay en el Comité Ejecutivo Nacional, reflejo de su fuerza real en el perredismo De ahí que en sus primeras declaraciones, Cota asegure que “no negoció absolutamente nada”, al tiempo que ofreció a Camilo Valenzuela “integrarse a la dirección nacional… con el peso específico que mantiene” Ello, explicó Leonel Godoy, presidente saliente, porque estatutariamente la planilla de Valenzuela tendría derecho a la secretaría si, al menos, hubiera alcanzado la mitad más uno de la votación obtenida por Cota, en tanto que en la integración del CEN, cada corriente obtiene carteras proporcionalmente al número de consejeros ganados en la elección De acuerdo con cifras preliminares, en la elección de los 192 consejeros que estuvieron en juego, los chuchos habrían obtenido al menos 100, Unidad y Renovación –corriente ligada a Cuauhtémoc Cárdenas y a Rosario Robles-- tendría 35, Izquierda Democrática Nacional –creada por René Bejarano-- 45 y Foro Nuevo Sol --perredistas afines a Amalia García--, cinco Los restantes siete, estarían por definirse entre el resto de las corrientes, Cívicos y Redir Los resultados preliminares dan cuenta de la poca variación en la participación de los procesos internos del PRD desde 1999, año en que se inauguraron las sucesiones cuestionadas en el partido fundado por Cuauhtémoc Cárdenas, quien, por cierto, no votó en esta ocasión En 1999, el padrón perredista era de dos millones 400 mil personas, y en la elección que tuvo que ser repetida en julio participaron 490 mil perredistas --2041 por ciento del padrón-- de los cuales 235 mil votaron en favor de Amalia García Medina, mientras que Félix Salgado Macedonio obtuvo 114 mil 206 sufragios Como la votación del exsenador guerrerense no fue superior a la mitad más uno que marcan los estatutos, la secretaría general quedó en manos de la fórmula ganadora, con Jesús Zambrano, de Nueva Izquierda Tres años después, en otra cuestionada elección, el listado perredista se elevó a cuatro millones 260 mil afiliados Del total, sufragaron 832 mil 384 personas --apenas el 1953 por ciento--, de los cuales correspondieron a Rosario Robles Berlanga 417 mil 226 votos y a Jesús Ortega, 269 mil 197 sufragios, por lo que la secretaría general quedó en manos de Nueva Izquierda, con Carlos Navarrete Tomando en cuenta el padrón perredista, la elección de este 20 de marzo sería la más baja registrada por ese partido De los 4 millones 120 mil 339 afiliados, sólo habrían participado 500 mil, que representan el 1213 por ciento de militantes En Oaxaca y Tabasco el proceso de renovación de los comités estatales fue suspendido por falta de garantías para los organizadores, lo que restó la participación Al término de la jornada, Godoy Rangel justificó la baja participación perredista por la renovación estaturaria en marzo del año pasado, que impide el despliegue propagandístico de los candidatos, reforma que se derivó de la crisis que estalló en el PRD tras la difusión de los videoescándalos que evidenció el uso indiscriminado de recursos privados en las campañas internas “Se prohibió por el estatuto toda la propaganda en medios, los espectaculares y las bardas, la única propaganda que se permitió es la que se llama de mano: calendarios, dípticos, volantes, gorras, playeras, no más… Eso no permitió una gran difusión en el país, pero es mejor, porque es una elección interna, de militantes nada más”, dijo Godoy A la falta de difusión, el virtual dirigente nacional perredista, Leonel Cota Montaño, añadió los errores del padrón De haber tenido “más exactitud hubiéramos rebasado millón y medio de personas que hubiesen votado”, consideró Por lo pronto, con la presidencia en la mano, Cota anunció que su prioridad como dirigente será “luchar contra el desafuero” de López Obrador, a quien, de alguna manera, le debe su cargo