Cuando los empresarios se apoderaron del PAN

sábado, 26 de marzo de 2005 · 01:00
México, D F, 25 de marzo (apro)- Jorge Eugenio Ortiz Gallegos, exdiputado federal y exmiembro de la dirección nacional del PAN, formó parte de la corriente que en 1992 se desprendió de ese partido como Partido del Foro Doctrinario y Democrático Actualmente escribe la historia que le tocó vivir Proceso publicó en su edición 1481 un capítulo de su libro La mancha azul; del PAN al neopanismo Con la autorización del autor la agencia Apro adelanta otro capítulo que da cuenta de la llegada de los empresarios a ese partido: Era ambiente de encierro inventilado y de calor sofocante el del pequeño cubículo que en el segundo piso de la Secretaría de Gobernación nos servía de oficina particular a finales de julio y durante el mes de agosto de 1988 Los todavía diputados federales por el periodo 85-88, Juan de Dios Castro, Humberto Rice y el que esto escribe representábamos al Partido Acción Nacional en la Subcomisión de la Comisión Federal Electoral encargada de revisar, discutir y elaborar el dictamen sobre la elección de diputados, el 6 de julio, en cada uno de los 300 distritos del país A las copias de actas, protestas y cursos presentados al Tribunal Federal Electoral (Tricoel), se agregaba en la mesa de sesiones con la presencia de otros partidos y de algunos funcionarios de Gobernación, un grueso cuaderno de pastas negras, con copias fotostáticas y reportes de computadora con las que se integraba el expediente oficial de cada casilla y de los oficios de ida y vuelta de los partidos y del Tricoel En otras subcomisiones encargadas de los casos de senadores, diputados de mayoría, diputados plurinominales y presidente de la República actuaban por el PAN: Diego Fernández de Cevallos, Fernando Gómez Mont, Gerardo de los Cobos y algunos otros panistas En la nuestra pudimos evidenciar la repetitiva falsificación de las actas de casilla, la alteración de la firma e inclusive la sustitución de nombres de los representantes de los partidos, y particularmente las diferencias entre los números resultantes de la elección de diputados y las cifras del cómputo de la elección presidencial Hacíamos hincapié en la evidencia de que la famosa "caída" del sistema de las computadoras del gobierno había sido provocada la noche del 6 de julio para cambiar las cifras que permitieran acreditar el triunfo del candidato presidencial priista Carlos Salinas de Gortari Nuestra atareada reunión fue interrumpida una mañana cuando un ujier llegó de parte del secretario de Gobernación, Manuel Bartlett, para pedirle a Juan de Dios Castro que acudiese a su despacho a tomar un café No era mucho lo que requería Juan de Dios para malhumorarse, y en tal ánimo acudió a la oficina del secretario, quien le dijo, según referiría el propio Juan de Dios años más tarde a la revista Proceso, página 21 de agosto 20 de 1991: "--Mire, licenciado, no podemos reconocer esos dos triunfos Pero sí uno Así que escoja ¿Cuál prefiere: El de Mazatlán o el de Durango? Y asunto arreglado Le respondí que yo no defendía triunfos electorales de un partido, sino la voluntad popular de los mazatlecos y de los duranguenses Que éste no se negocia, y por lo tanto escogía los dos" Cuando regresó al cubículo Juan de Dios nos refirió la entrevista y visiblemente conmocionado, con la alta presión arterial que el incidente le había provocado, tomó el bastón que por esos días usaba para amainar la molestia de una pierna averiada y salía con su portafolio en busca de otra atmósfera, cuando Humberto Rice lo detuvo: “--Hombre, Juan de Dios, vamos pensándolo un momento ¿por qué no me dejas que vea yo al secretario Bartlett y tratar de que ofrezca algo a cambio? Podemos negociar alguna ventaja para lo inmediato o para el futuro Si de todos modos nos van a quitar uno de los dos distritos, vamos dialogando con Bartlett, a ver qué ventaja podemos sacar” Puede colegirse que la reacción de Juan de Dios fue de molestia y de expresiones incontenibles Rechazó a Rice, un empresario sinaloense que había ingresado al partido con el apoyo de los afiliados a la organización denominada Desarrollo Humano Integral y Acción Ciudadana (DHIAC) y había realizado en 1983 una ruidosa campaña como candidato a la alcaldía de su nativo Mazatlán, y que ostentaba una habilidad pragmática propia de su formación calvinista por la que se había desempeñado, según se decía, como diácono de su secta protestante Nadie podría demostrar que alguna negociación inmediata o posterior no llevó a cabo Humberto Rice para lograr que al contender nuevamente por la alcaldía de Mazatlán el gobierno le reconociese el triunfo que le permitió gobernar ese municipio en 1989 En la sobremesa de las fiestas de bodas suele soltarse el chascarrillo de que el recién casado, el día de su matrimonio, sólo ama a una mujer a la que acaba de desposar; que siete años después ama a su esposa y también a otra; y que después de los siete años ama a muchas otras con excepción de la que ha sido su compañera En la historia de la política podrían encontrarse similitudes La permanencia de los propósitos originales de los partidos políticos suele interrumpirse por razones prácticas y de acomodo con las circunstancias evolutivas de la historia del país A casi cincuenta años de la fundación del PAN la anécdota de Humberto Rice es simplemente reveladora de cómo los estilos convenencieros se habían abierto espacios dentro de la institución Desde 1984 el partido comenzó a ser penetrado en sus dirigencias y en un gran número de candidaturas por personas llegadas de las dirigencias empresariales Las organizaciones que habían sido creadas por los intereses patronales para intervenir en actividades políticas prácticamente perdieron su fuerza y desaparecieron Hacia 1996 los integrantes y sus cuadros lograron colocarse como militantes del PAN en muchos lugares de la República Deben mencionarse como sobresalientes los dos principales organismos de actividad nacional, que junto con otros organismos fueron auspiciados por corrientes patronales y también por algunas organizaciones religiosas Ellos son: Desarrollo Humano Integral (DHIAC) que había sido fundado en 1975 como el brazo político de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), y la rama afín de las mujeres denominada Asociación Cívica Femenina (Ancifem) Así mismo la Unión Social de Empresarios Mexicanos (USEM) y otras organizaciones de carácter religioso como el Opus Dei Todas ellas recibían de las cúpulas empresariales apoyos humanos y recursos económicos, a fin de que participasen con eficiencia en la política Para connotar a esos grupos se acuñó el término de "neopanismo", cuyos líderes llegaron al PAN para quedarse y han desplazado al panismo tradicional, no sólo en la administración y en las oportunidades electorales, sino en las posiciones ideológicas, en los planteamientos políticos frente al gobierno y en los puestos de elección o en los que aceptan por designación del prigobierno El programa de incorporación al PAN fue delineado por un grupo selecto de 100 hombres de negocios que a finales de 1982 se reunieron en Ciudad Juárez en el hotel Colonial Fuentes, propiedad de Francisco Villarreal Torres, que años más tarde, siendo ya alcalde de esa ciudad, se inscribió como militante panista El evento fue convocado con el título de "México los ochentas" y ahí, luego de que se examinaron el rumbo de la política gubernamental y los daños provocados con la reciente expropiación de los bancos privados, los empresarios reunidos decidieron que el mejor recurso para defender y enfrentar al régimen era que se incorporaran y trabajaran en el PAN el mayor número posible de dirigentes y ejecutivos de la iniciativa privada Hacia 1982 habían fracasado ya las gestiones del DHIAC para registrarse como partido político Sus dirigentes comenzaron entonces dos estrategias claramente definidas y de algún modo explícitas en diversos documentos de esa organización: Primero, lograron acercamientos y apoyo intelectual del entonces presidente del PAN Pablo Emilio Madero, que con cierta ingenuidad que él mismo lamentaría años más tarde, les abrió la puerta a los militantes del DHIAC para que ingresasen al PAN Segundo, se inició formal y enérgica la marcha hacia adentro que muy pocos años después conseguiría que los principales líderes del DHIAC se convirtieran en dirigentes y en candidatos del Partido Acción Nacional Muy pronto principiaron a cosecharse los resultados programados: Contando con las facilidades propias de las empresas los hombres de negocios presionaron al gobierno para que reconociese los triunfos de 7 ayuntamientos y 4 diputaciones locales en el estado de Chihuahua en 1983 Y comenzaron a ser ellos los que dirigían las campañas en comités particulares en los que se excluía e ignoraba a las autoridades del partido en los eventos distritales, estatales y posteriormente en los nacionales

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