Culmina gestión del "Chacho" en medio del cerco de Hendricks

lunes, 11 de abril de 2005 · 01:00
* Inconformidad de policías, deuda de mil 200 millones y nula obra pública, el saldo Cancún, Q Roo, 11 de abril (apro)- Con una deuda pública de mil 200 millones de pesos, obras públicas inconclusas, un desastre administrativo, los servicios públicos al borde del colapso y, como colofón, un alerta del estadunidense Departamento de Estado, por la inseguridad existente en la zona hotelera de esta ciudad, este domingo 10 de abril llegó a su conclusión el primer gobierno municipal encabezado por un alcalde opositor al PRI en Quintana Roo, Juan Ignacio García Zalvidea, quien, sin embargo, durante los tres años de su mandato se quejó de presiones financieras y políticas de parte de la gestión del hoy exgobernador Joaquín Hendricks Díaz Mejor conocido como “Chacho”, García Zalvidea alcanzó la presidencia municipal de Benito Juárez, cuya cabecera es Cancún, como candidato del PVEM, pero en su búsqueda de alcanzar la gubernatura, se acopló con el PRD, partido que, en alianza con PT, lo lanzó como su candidato en los pasados comicios del 6 de febrero, los cuales perdió ante el hoy gobernador, el priista Félix González Canto quien, curiosamente, fue candidato de una alianza PRI-PVEM Sin embargo, García Zalvidea no estuvo presente en la entrega de su administración al priista Francisco Alor Quezada, pues no se sabe de su paradero desde el 18 de marzo, día en que el Tribunal Federal del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratificó el triunfo de González Canto, ante las impugnaciones que presentó la alianza PRD-PT, la cual argumentaba la existencia de un enorme fraude que, incluso, ameritaban la anulación de los comicios Igualmente, “Chacho” no apareció tampoco el 6 de abril, al menos para estar presente en el informe municipal que rindió quien hasta el pasado sábado 9 fungió como su interino, el perredista Carlos Canabal Ruiz, quien aprovechó ese foro para volver a acusar al gobierno de Joaquín Hendricks de la serie de presiones de que fue objeto la gestión a su cargo, lo cual provocó supuestamente la serie de problemas que presentó el gobierno que encabezó desde finales de noviembre del año pasado, cuando García Zalvidea pidió una polémica licencia para ser postulado por el PRD como candidato a gobernador El gobierno de la dupla García Zalvidea-Canabal Ruiz terminó en medio de una severa crisis, con una deuda a proveedores que se estima en 80 millones de pesos, a lo que se suma un adeudo bancario que pasó de unos 220 millones a cerca de mil 200 millones, además que ninguna de las obras públicas programadas se concluyó y, los servicios públicos, como son los de limpieza y recolección de basura, seguridad pública y alumbrado público, se encuentran colapsados Adicionalmente, en los últimos 18 meses la gestión municipal opositora al gobierno de Hendricks Díaz padeció todas las quincenas para poder saldar el pago de los salarios de los trabajadores, de una nómina que creció en más de cien por ciento en este periodo Es decir, de menos de 3 mil empleados, actualmente hay más de 5 mil 600 trabajadores Sólo a los policías de Seguridad Pública les llegó a adeudar hasta más de 25 millones de pesos, entre pagos de salarios, caja de ahorro y hasta aguinaldos y cobertura de algunas prestaciones, como son las del Fonacot Los policías, bomberos y agentes de tránsito fueron los que más padecieron el retraso en sus pagos salariales, debido a que el gobierno de García Zalvidea y Canabal Ruiz le daba preferencia a saldar los salarios de los trabajadores sindicalizados, los cuales, en el trienio, realizaron dos paros de labores y una huelga que duró más de una semana De hecho, aún en este momento, a un día del cambio de gobierno municipal, hay un grupo de 300 policías y bomberos que mantienen un plantón afuera del palacio municipal desde hace más de dos meses, precisamente porque el actual gobierno municipal no ha podido saldarles la totalidad de sus prestaciones y salarios de los últimos meses Este hecho igualmente provocó el deterioro de la seguridad pública en la principal ciudad turística del país, la cual propició que el Departamento de Estado estadunidense emitiera un par de alertas por la falta de garantías en la seguridad para los turistas de Estados Unidos; la última, apenas hecha en esta misma semana Sin embargo, todos estos problemas, desde los financieros hasta los relacionados con los movimientos sindicales y de los policías inconformes, fueron atribuidos por la gestión de “Chacho” al gobierno de Joaquín Hendricks, quien supuestamente empezó a presionar al municipio opositor con la restricción de recursos, por medio de la cancelación y retención de partidas presupuestarias federales y estatales Incluso, en este proceso, a mediados del año pasado, a expensas del gobierno estatal, se generó la crisis más severa de la administración municipal, la cual se presentó tras un golpe de mano que dejó fuera de palacio municipal a García Zalvidea y la instalación, con el respaldo del Congreso, de un concejo ciudadano, el cual sólo duró cera de tres meses, debido a que con el apoyo de una resolución de la Suprema Corte, a la que recurrió por medio de una controversia constitucional García Zalvidea y Canabal Ruiz, obligaron que el gobierno estatal y el Congreso doblaran las manos y permitieran el retorno del “Chacho” a la alcaldía, quien, sin embargo integró un cabildo con una serie de personas que nada tenían que ver con la gestión municipal Desde entonces, la relación entre el ayuntamiento de Benito Juárez y el gobierno estatal se volvió más ríspida, con el ya citado deterioro de los servicios, a lo que se sumó también una casi nula participación del gobierno estatal en la obra pública de la localidad, la cual, por cierto, sólo se aceleró hasta que se vinieron los tiempos electorales, para finales de 2004 y principios del presente año, con una evidente tendencia proselitista a favor de los candidatos de la alianza PRI-PVEM, lo cual fructificó con el triunfo de su candidato a gobernador y el retorno de un priista a la presidencia municipal aunque, en el ámbito legislativo, el partido gobernante perdió la mayoría

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