Las referencias a Dalí...
México, D F, 11 de abril (apro)- En medio del desierto californiano un coyote intenta seducir a una gata, mientras la luna y un adolescente se pelean por los amores de la esposa de un soldado, así inicia la trama de Las referencias a Dalí me excitan, obra en la que los personajes y la situación de fábula de alguna forma nos hacen pensar que se trata de un cuento erótico para enseñarles a los niños y recordarles a los adultos los placeres y juegos ocultos entre la inocencia y el placer
El desencuentro de una pareja es el espacio propicio para que los cuentos de Dalí se cuelen por el patio trasero de una casa en el desierto, y tramen una historia que transita entre lo real y lo onírico en esta obra de José Rivera que se presenta en el Teatro El Granero “Xavier Rojas”, en una producción de Natalia Traven, dirigida por Iona Weissberg
La obra habla de dos mundos, por una parte una historia realista que tiene que ver con el rompimiento de una pareja muy arquetípica, un matrimonio (Gabriela y Benito) que sufre los estragos del tiempo, conflicto al que se unen los trastornos causados por la guerra de Irak, en la que el marido participa como soldado norteamericano
Iona Weissberg afirma que una de las cosas que más le atrajo de esta obra es precisamente la contradicción y la dualidad que implican estos dos mundos que exigen diferentes estilos de actuación y de propuesta teatral conjugados en un solo mundo, lo cual implica un reto para la puesta en escena
El título de la obra, Las referencia a Salvador Dalí me excitan, es una cita del texto de Rivera que alude a todo lo que a Gabriela le emociona y a Benito no, ella gusta de un mundo más poético, menos rígido, en contraste con el mundo del soldado El trabajo de la compañía ha consistido precisamente en traducir escénicamente estos sentimientos y emociones contrastantes e incluso absurdos, como puede ser una gata y un coyote interpretando una canción ranchera
En la cabeza de Gabriela Borges, protagonista de la historia, el desierto, un choque intergaláctico y un refrigerador lleno de arena parecieran confabularse en contra de su relación con Benito, el soldado de quien se enamoró hace muchas lunas y que ahora no sabe si puede seguir viviendo con él
Es así que José Rivera, escritor estadunidense de origen puertorriqueño, autor entre muchas otras cosas del guión de la célebre y multipremiada película Los diarios de motocicleta, combina el ensueño y el realismo de sus dos culturas La fábula y la pesadilla transforman lo surrealista en cotidiano y lo doméstico se vuelve la fantasía nuestra de cada día
Pareciera que la obra es a veces demasiado poética, demasiado intelectual, o demasiado erótica La verdad –dice la directora del montaje-- es que es todo lo anterior, está llena de personajes seduciendo a otros, esa es una de sus constantes, el coyote a la gata, la luna coqueteando con Gabriela y su joven vecino que pelea con la luna por los amores de aquélla, todo en un mundo de fábula
Las actuaciones están a cargo de Rodrigo Murray, Ángel Enciso, Natalia Traven, Carmen Mastache y Marcos Duarte La escenografía e iluminación son de Phillipe Amand, el diseño de vestuario de Adriana Olivera, la música y sonido de Isaac Bañuelos y Claudio Yarto