México, D F, 20 de abril (apro)- Desde el año pasado el gobierno de Vicente Fox inició una campaña bastante desafortunada, como su propia administración, basada en el slogan “No pasa nada”, con la que intenta marcar una diferencia frente al régimen priista, en que “todo pasaba” y nada se hacía Pero el “no pasa nada” foxista ha tenido el mismo futuro que otros lemas de campaña que al presidente le resultaron en su momento, pero que con el paso del tiempo se revirtieron en su contra como aquellos de “hoy, hoy, hoy”, “en 15 minutos arreglo el conflicto de Chiapas” o “voy a sacar a patadas las tepocatas y víboras prietas de Los Pinos” Paradójicamente, este lema de campaña viene a reflejar los nulos resultados que este gobierno ha tenido en estos últimos cuatro años, pues nunca pudo cambiar las formas de hacer política, la estructura corporativista del sindicalismo, ni el modelo económico, tampoco los niveles de pobreza y menos la injusta distribución de la riqueza Al contrario, nada cambia, no pasa nada en este sexenio El foxismo parece la continuación del régimen del PRI, pues en los hechos ha venido demostrando que la corrupción sigue igual e incluso peor, porque ya alcanzó a la propia familia presidencial, como se ha denunciado con los hijos de Marta Sahagún; el narcotráfico crece y ya amenaza a las familias pobres, donde tiene sus bases de venta y consumo más fuertes; la marginación a los pueblos indígenas se ha recrudecido; y la clase media está cada vez más reducida; el desempleo crece, y quizá lo más triste y patético, la justicia se sigue manejando con un sentido político De esta manera, lo que vemos es que el supuesto cambio del foxismo es hacia atrás, y sólo ha empeorado la situación social con hechos reprobables como los ataques a la prensa por parte del narcotráfico, ante la apatía gubernamental o los escándalos políticos, como el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, que en el extranjero es asumido con suma gravedad, ya que es considerado un fuerte retroceso a nuestra incipiente democracia En la calle es frecuente escuchar las opiniones que reprueban las actuaciones de Fox en el caso de López Obrador Si en un principio había dudas de que existía una estrategia en contra de las aspiraciones presidenciales del tabasqueño, la actuación de la PGR y del PAN confirman que el gobierno foxista está plenamente decidido a impedir la carrera política de López Obrador La inexistencia de la calle en el predio “El Encino”, hecho por el que la PGR pidió el desafuero y la cárcel para Lopez Obrador, es la prueba más clara del absurdo en que ha caído el presidente Fox, a quien se le ve cada día más abrumado y sin deseos de continuar en su encargo Existen versiones de que el presidente no sólo está angustiado porque todo le sale mal, sino también porque Marta Sahagún ya no es su principal apoyo, y que incluso estaría dispuesta a la separación anticipada Al margen de esta situación, la percepción ciudadana del gobierno foxista es que fue totalmente incompetente para dar el salto democrático que requería el país, ya que desperdició la oportunidad que se le presentó el primer año de su gobierno, cuando tenía todas las condiciones políticas, sociales y económicas para hacerlo El gobierno de Fox es el de “no pasa nada”, y con este epitafio pasará a la historia política