Sistema penal mexicano: Terror dantesco

miércoles, 25 de mayo de 2005 · 01:00
* La especialista española Nieves Sanz pone el dedo en la llaga: Es obsoleto porque copia de modelos europeos desfasados México, D F, 24 de mayo (apro)- La situación penitenciaria en México es “dantesca”, inspira terror, debido a que el sistema penal mexicano “es muy obsoleto, por tratarse de una simple copia de modelos europeos ya desfasados, que poco o nada tienen que ver con la actual situación mexicana”, asegura la doctora en derecho por la Universidad de Salamanca, España, Nieves Sanz Mulas Autora del libro Alternativas a la prisión, editado por el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe) que se presentó en México el 11 de febrero, la especialista dice que la situación actual del sistema penal mexicano no es más que “el reflejo de lo que ocurre afuera”, en la sociedad: “grupos de poder sometiendo a otros grupos, aprovechándose de su vulnerabilidad social, económica, política y religiosa” Esto se agrava por falta de una legislación penitenciaria única, pormenorizada y basada en la resocialización y los derechos humanos, pues reinan la improvisación y la aplicación arbitraria de las normas penales existentes, señala En entrevista de España a través del correo electrónico, la especialista también descarta que la militarización de penales, como la que inició el 14 de enero pasado en el penal de máxima seguridad de La Palma y se traslapó a las cárceles del resto del país, por órdenes del presidente Vicente Fox, sea un camino viable para iniciar la reformar el sistema penal “La disciplina militar jamás creará el entorno armonioso necesario para un eficaz tratamiento racionalizador”, sostiene Por eso, la propuesta de Sanz Mulas para mejorar la situación penitenciaria en México es clara y contundente: “Habrá que comenzar por redefinir todo el sistema penal mexicano, adaptándolo a las características propias de este bello país, a su realidad política, social y económica”, sin olvidar, dice, que el derecho penal “no es la solución a todos los males del mundo” A esto añade que se debe dejar de lado la “viciosa” práctica de incorporar continuamente delitos y aumentar las sentencias en los códigos penales También plantea que una manera de controlar los centros penitenciarios es disminuyendo “de forma rápida y eficaz” el número de presos sin condena y las conductas castigadas con cárcel “El primer paso es reservar la pena de prisión única y exclusivamente para los delitos de mediana y máxima gravedad”, pues entre menos internos, mayores serán las posibilidades de una convivencia pacífica dentro y fuera de las cárceles, asegura Para la autora, los reos que deben permanecer en prisión son los calificados como de “alta peligrosidad”, pues a éstos se deben destinar verdaderos programas de reinserción social en las cárceles, que “al fin y al cabo es lo único que legitima la existencia de la cárcel en países que, como los nuestros, presumen de su carácter social y democrático de derecho” “Cuando alguien ingresa en prisión sufre un proceso conocido como enculturación o prisonización (sic) Esto es, pierde los valores de referencia en el exterior para adoptar los habidos en el interior de la prisión, pues desde su entrada en ella constituirá su ‘nueva casa’, con sus propios códigos de conducta”, agrega En ese sentido, afirma que las mafias de criminales existen en todos los centros penitenciarios del mundo, en los que se permite un mínimo de contacto y convivencia entre los presos” Sobre el modelo de colonia penal, como el de las Islas Marías que el 12 de mayo cumplió cien años de su fundación, la autora no considera que sean una alternativa de cárcel, pues también son prisiones, aunque con su propia idiosincrasia Sáenz Mulas reconoce que desconocía la existencia de esta colonia penal, aunque en su opinión no es otra cosa que “una especie de destierro controlado de los presos”, lo que es incompatible con un modelo de Estado social y democrático de derecho, “como el mexicano” “Ponerle tiempo y distancia a problemas (como la delincuencia) que se enraízan en situaciones sociales y económicas terribles no mejora en nada la situación, sólo la retrasa”, destaca Sin embargo, reconoce que las Islas Marías son “algo mejor que la vida en el resto de las cárceles” del país Rehabilitan las islas Tal como sospecharon funcionarios de Nayarit en febrero pasado, en la Colonia Penal Islas Marías se está habilitando un nuevo penal “Está ahora en obras”, reconoció el viernes 20 de mayo, el vocero de la Presidencia, Rubén Aguilar El objetivo, dijo: “para ampliar su capacidad al cien por ciento” En conferencia de prensa, el portavoz recordó las acciones del gobierno federal para mejorar el sistema carcelario mexicano Destacó que la Secretaría de Seguridad Pública Federal hace frente al problema de las prisiones del país, tanto federales como estatales, en las que hay alrededor de 200 mil presos Por eso se plantea ampliar la cobertura de reclusos “para remediar el problema” El ejemplo de esta ampliación es la recién puesta en marcha del penal El Rincón, en Nayarit, con lo que aumenta 15% la capacidad de los Centros Federales de Readaptación Social (Cereso) Y en breve se inaugurarán tres penales más en Sinaloa, Sonora y Tabasco Hay otros 19 en construcción Aguilar destacó que otro grave problema del sistema carcelario es “la capacidad corruptora del crimen organizado”, por lo que se está reubicando a reos, para romper “alianzas delictivas y evitar hechos de violencia en las cárceles”, mencionó Un conflicto más del sistema carcelario es la necesidad de mejorar la capacidad del personal en cárceles federales y locales, para dar un perfil profesional más alto en todos los funcionarios públicos responsables de las prisiones, así como a los custodios Por eso, comentó que se puso en marcha la Fuerza Federal Penitenciaria, de la cual acaba de salir la primera generación de 150 custodios, especializados, que son parte de la Policía Federal Preventiva Federal Además, se deben elevar los niveles de cooperación entre la Secretaría de Seguridad Pública Federal y la propia de los gobiernos estatales y del Distrito Federal Alternativas En el libro Alternativas a la prisión, Sáenz Mulas se centra en el pasado, el presente y el futuro de las cárceles de España, Centroamérica y México Al hacer una revisión histórica de los sistemas penales en diversos países, demuestra que la cárcel ha dejado de ser una solución y se ha convertido en un problema para la sociedad; y plantea un posible moderno sistema de penas y alternativas de prisión Define también en qué consisten dichas “alternativas a la prisión”como consecuencias penales sucedáneas de la pena detentiva Parte de una “estrategia diferenciada” de lucha contra la criminalidad que debe realizarse desde el interior del sistema carcelario, “proponiendo determinadas y concretas opciones en lugar de la ejecución de la pena privativa de libertad” Entre las alternativas de prisión, propone la renuncia a la ejecución o “nonintervention” que es la no intervención penal ante la comisión de un hecho delictivo; la dispensa de pena aplicada a quienes cometen delitos imprudenciales; el perdón del ofendido y el perdón judicial, entre otros puntos

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