La guerra por correo

domingo, 29 de mayo de 2005 · 01:00
A dos años de terminada oficialmente la guerra en Irak, la paz se ve aún muy lejana La violencia es el pan cotidiano tanto de los iraquíes como de las fuerzas invasoras acantonadas ahí El discurso de Washington para justificar la guerra se ha gastado y en su lugar aparece el desaliento Este desánimo se halla expresado en numerosas cartas y correos electrónicos enviados por soldados estadunidenses a sus familias Reunidos por el periodista Andrew Carroll en el libro Detrás de las líneas, los textos revelan un enorme desencanto, así como la incapacidad de estos efectivos militares para comprender el odio de los iraquíes WASHINGTON- Dos años después de que el presidente de Estados Unidos, George W Bush, declarara la "victoria militar" en Irak, sus soldados en aquel país empiezan a flaquear y a dudar de las intenciones "democráticas" de su comandante en jefe "Quisiera minimizar las muertes en los dos frentes, reducir el efecto de la cadena de televisión CNN que está llevando a nuestras casas los horrores de esta guerra, en la que tenemos que fingir y decir que todo lo que estamos haciendo corresponde a los valores (morales) de Estados Unidos", escribe Ronald R Fogleman, general de la Fuerza Aérea estadunidense en una misiva que envió a su familia desde Bagdad a finales de 2004 Las cartas y los correos electrónicos que los soldados y oficiales estadunidenses desplegados en Irak envían a familiares y amigos, reflejan el desencanto por los "ideales libertarios" de Washington y el sufrimiento que cotidianamente padecen tanto los militares como los pobladores de ese país sumido en la violencia Durante más de un año, Andrew Carroll se dio a la tarea de rescatar estas cartas y mensajes para publicarlos en Detrás de las líneas, libro que ?bajo el sello de Scribner? se ha convertido en un éxito editorial en Estados Unidos El odio El 20 de abril de 2003, un mes después de iniciada la invasión a Irak, un capitán de la armada estadunidense envió una carta a Bob, el párroco de su pueblo en Nueva Jersey El capitán ?cuyo nombre omite Carroll para proteger su privacidad? explica que se ha convertido en una especie de máquina de matar gente "Nunca había sentido tanto coraje, un tipo de rabia que nunca pensé que existía en mí Nunca había sentido placer en mis acciones, ni siquiera arrepentimiento Las fuerzas paramilitares (iraquíes) a las que nos enfrentamos se escudan con los civiles Se ha derramado sangre de inocentes y por siempre manchará mis manos Mis acciones son justas y tenían que hacerse, pero esto no hace que sea fácil entenderlo Por siempre tendré que vivir con esta culpa Esta carta se está convirtiendo en una confesión más que en un saludo, pero tal vez es lo que necesito" Desde que inició la invasión militar a Irak ?marzo de 2003? han muerto casi mil 600 soldados estadunidenses De ellos, más de mil 400 fallecieron después del 1 de mayo de 2003, fecha en que Bush declaró oficialmente el "fin de la guerra" Además, han muerto decenas de miles de civiles iraquíes, de acuerdo con las cifras de organizaciones no gubernamentales Y es que la violencia, las acciones paramilitares y una guerrilla de baja intensidad son el denominador común de la vida cotidiana en Irak "No puedo decirte cuántos reportes diarios recibimos sobre insurgentes que amenazan a civiles a punta de pistola, diciéndoles que los matarán si tratan de salir de la ciudad o si no los dejan usar sus casas como trincheras para atacarnos La hipocresía y la mentira son desesperantes Los peores horrores son los reportes de cómo estos insurgentes extranjeros tienen colocados a francotiradores en los techos de las casas para matar a mujeres y niños cuando tratan de escapar del fuego Suena horrible, pero es la verdad, ninguna posibilidad y horror está eliminada en esta guerra" escribió, desde Bagdad, David Bellon, mayor del Primer Regimiento de Operaciones de Inteligencia de la Infantería de Marina, en una carta enviada a sus padres el 13 de abril de 2003 Siete meses después, el mayor Bellon mandó el siguiente correo electrónico: "Querido papá Como seguramente viste en la televisión, estamos muy ocupados aquí en Falluya Desde que llegamos aquí aumentó el reclutamiento de extremistas y criminales, con lo que ha aumentado la inestabilidad y la violencia, que ya empezó a contagiar a otros pueblos Por los dos años que llevo aquí (antes de ingresar a Irak, Bellon estuvo más de un año en Kuwait) te puedo decir que yo no veo la forma en que podamos tener éxito en Irak sin reducir esta amenaza El enemigo que está en esta ciudad ha venido a pelear y a matar estadunidenses Nada de lo que digamos detendrá su odio y su deseo de matar Por el contrario, estamos aumentado su deseo de matar a cualquiera y seremos nosotros los que pagaremos las consecuencias" Las cartas que recoge Carroll ?que ha editado libros basados en misivas, como Cartas de guerra y Cartas de una nación? reflejan también la frustración de los soldados estadunidenses ante su incapacidad para entender el odio que los iraquíes sienten contra ellos Dice Bellon a su padre: "Si construimos una escuela o una clínica, ellos la destruyen Prefieren negarles los servicios médicos y la educación a sus hijos que vivir cerca de nosotros o de un símbolo de Estados Unidos Durante ocho meses hemos visto el asesinato de soldados, a manos de cobardes invisibles que se esconden detrás de una barda o en un canal" La carta de Bellon expresa además el temor de recibir una orden de Washington para destruir todo lo que él y sus compañeros tengan enfrente, sin respetar la vida de los civiles iraquíes, pero justificando sus acciones con un argumento: todo se hará en nombre del combate al terrorismo y la democracia en Irak "El precio será alto, aquí no hay un solo hombre que no prefiera el statu quo a pagar el precio", remata Bellon En sus cartas, los soldados estadunidenses hacen una cruda descripción sobre la violencia, el odio y las divisiones internas, tanto políticas como religiosas "Regularmente encontramos cuerpos sin cabeza en el rió Éufrates que la corriente trae desde Falluya Hasta la fecha, a nosotros no nos han dejado hacer nada para detener (la situación) No tengo idea del número preciso de personas que han sido decapitadas Esto es algo que ocurre todos los días en Falluya", escribió a su madre un soldado estadunidense Otro le cuenta a su novia: "Estoy seguro que los estadunidenses nunca podremos comprender lo que aquí está ocurriendo Los que están en el país ni se enterarán con precisión del número de civiles muertos Desafortunadamente, desde que llegamos la situación lo único que ha hecho es empeorar No hay esperanza de ningún tipo para encontrar una solución razonable con un enemigo como el que estamos enfrentando" "Congelados en el tiempo" Carroll escribe en su libro: "No hay ninguna garantía de seguridad para los iraquíes inocentes que nada han tenido que ver con ninguna de las partes en conflicto y que siguen siendo neutrales Muchos han sido despedazados por las mismas bombas que estaban destinadas a matar soldados estadunidenses y miembros de las fuerzas de la Coalición Internacional Algunos han sido asesinados por las tropas extranjeras que erróneamente los han confundido con insurgentes o terroristas" Y rescata también cartas y mensajes de civiles iraquíes atrapados en la "cruzada democratizadora" de Bush Un ejemplo: el mensaje electrónico enviado en la primavera de 2004 por una mujer iraquí, de nombre Shayma, a sus familiares en Egipto: Querida tía Khadija: () Me pediste detalles del incidente y ahora te voy a decir qué pasó, aunque es doloroso, es duro recordar y estaba tratando de olvidarlo: Comenzó a las 10 de la noche en septiembre pasado Estaba en mi casa con mis dos bebés Tú sabes que continuamente nos cortan la electricidad y por eso estábamos durmiendo en la azotea de la casa Papá tenía la costumbre de poner su pistola debajo de su cabeza desde que la situación era y es tan peligrosa Oímos golpes en la puerta y un ruido en la calle Escuchamos gritos pero no logramos entender lo que gritaban De repente empezamos a oír que disparaban al aire y papá se levantó para ir abajo Faris lo siguió Yo le dije que no fuera, pero no me hizo caso Resultó que el alboroto era porque una pandilla del vecindario había cometido un robo Papá escuchó unos pasos y voces Pensó que provenían de miembros de la pandilla y les empezó a disparar No eran pandilleros Eran soldados estadunidenses Cuando ellos escucharon los disparos le tiraron a papá Sus balas le perforaron el cuello, los pulmones, el corazón, el hígado y las piernas A Faris le metieron tres tiros en su pierna derecha Tenía tres hoyos en su pierna, pero ahora está mejor Siento mucho tener que contarte estas cosas, pero me pediste que lo hiciera Ahora todos estamos listos para irnos a El Cairo porque ya no podemos vivir aquí Es difícil hacerlo Anota Carroll: "Al tiempo que se intensifica la lucha, muchos soldados estadunidenses son menos compasivos con las súplicas de los civiles iraquíes, a quienes han bautizado con el apodo de Hajis, o con otro más despectivo: cabeza de trapo En respuesta, los iraquíes llaman judíos a los soldados de Estados Unidos" Carroll señala que, al inicio de la guerra, los soldados expresaban en sus cartas y correos electrónicos la compasión que les provocaba el sufrimiento de los niños iraquíes A finales del año pasado explotó una bomba cerca de una base militar estadunidense en las afueras de Bagdad Cuando Sheri Travillian se enteró, envió un correo electrónico a su sobrino Gary Chandler, miembro de un regimiento que se encontraba en ese lugar La respuesta de Gary dice lo siguiente: "Estoy bien La bomba fue colocada fuera de nuestro puesto, pero hubo muchas bajas civiles La bomba explotó en una escuela y muchos niños fueron asesinados Trajeron las víctimas a la base y los ayudamos pero todo estaba mal Todos estos pequeños habían perdido manos y pies Uno de ellos había perdido la mitad de su cara Los que murieron estaban peor No voy a describirte cómo estaban sus cuerpos porque sigo viendo sus rostros, sus ojos saliendo de sus cuencas Nunca lo olvidaré" Señala Carroll: "Algunos soldados estadunidenses tienen la esperanza de que las próximas generaciones de iraquíes serán diferentes a las actuales, pues crecerán en una nación libre de Saddam Hussein Pero otros piensan que la hostilidad contra Estados Unidos se agravará con el tiempo, precisamente por el desconocimiento que Washington tiene de Irak" Stephen Webber, de 20 años de edad y miembro de una brigada de los infantes de Marina, envió el siguiente correo electrónico a uno de sus compañeros de clase de la Universidad de Saint Louis: "Ayer un niño, que no podía tener más de cuatro años de edad, me apuntó con una vara pretendiendo que fuera un rifle Quería matarme Me pregunto si algún día mis hijos se encontrarán con él en un distante campo de batalla Rezo a Dios para que, si algún día tengo un hijo, nunca vaya a la guerra Eso me rompería el corazón" En el mismo mensaje, Webber describe una explosión que quitó la vida a 20 iraquíes Después reflexiona: "Me siento muy mal por mi familia Por mi causa está viviendo en un infierno Algunas veces me siento culpable por no haberme ido a estudiar al extranjero Si tienes oportunidad, dale de mi parte un abrazo a tu madre Mi madre está a 9 mil millas y seis meses de distancia Daría lo que fuera por darle en este momento un abrazo Siento que todos en el mundo siguen avanzando en sus vidas, terminando la escuela, encontrando trabajo o haciendo interinatos; haciendo amigos, planeando su futuro Y nosotros estamos aquí, congelados en el tiempo Cuando regrese ya se habrán ido los amigos, la inocencia se habrá perdido y las cosas habrán cambiado Sólo quiero que las cosas sean como antes"

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