Con esos amigos...
México, D F, 30 de mayo (apro)- Una vez que los tres principales partidos –PRI, PRD y PAN-- establecieron ya los plazos para la elección de sus respectivos candidatos presidenciales del 2006, tal parece que también ya está definido quiénes serán los aspirantes a suceder a Vicente Fox A simple vista el escenario parece sencillo y casi resuelto, si nos atenemos a los sondeos sobre preferencias, incluso, dirán algunos que ya hasta presidente electo hay
La nueva etapa política inaugurada con el triunfo de Vicente Fox en el 2000 cambió de tajo las formas tradicionales, en cuanto a elección de candidatos En el PRI, ninguno se atrevía a insinuar siquiera sus intenciones de aspirar a la Presidencia; ese derecho era exclusivo del mandatario en turno En la oposición, con una fe casi infantil, como aquel niño que espera ansioso el regalo de Reyes, el PAN y los partidos de izquierda elegían a su candidato con la ilusión de que sucediera el “milagro”
Llegó Fox con su audacia, su vocabulario populachero y su estrategia de mercado para venderse más como un producto que como una verdadera opción de cambio y logró lo inesperado: sacar al PRI de Los Pinos De ahí en adelante, cualquiera puede aspirar a la Presidencia y manifestarlo tal cual; sin embargo, este cambio en las formas llegó acompañado de nubarrones que amenazan con tormenta en el interior de los tres principales partidos políticos
En el PRI, Roberto Madrazo encabeza la lista de aspirantes; pero se enfrenta a la presión que están ejerciendo los miembros del grupo Unidad Democrática –conocido popularmente como “Todos unidos contra Madrazo” (Tucom)-- y a la sombra de Elba Esther Gordillo, quien pese a su ausencia por problemas de salud, sigue teniendo un peso importante dentro del tricolor Esta situación, la primera a la que se enfrenta el PRI sin el eje cohesionador que representaba el jefe del Ejecutivo en turno, no promete nada bueno --aunque hay que reconocer que el instinto de supervivencia que han demostrado los priistas puede obligarlos a cerrar filas en torno al candidato que surja vencedor en la contienda interna
Los tucomes están decididos a vender cara su derrota, pues ninguno de los aspirantes tiene la talla para enfrentársele al gran maestro de la mentira, de las trampas y de los golpes bajos, pero prometen dar guerra a Madrazo Por su parte, Elba Esther Gordillo intentará cobrarse la afrenta que significó su defenestración como coordinadora de la fracción parlamentaria priista en la Cámara de Diputados --gracias a la traición de su compañero de fórmula en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI--, y afianzarse en la presidencia del tricolor una vez que Madrazo decida buscar la nominación presidencial; los madracistas lo saben y preparan una modificación a sus estatutos para impedir que la maestra se quede con el hueso del tabasqueño, incluso hasta para expulsarla del partido, si la situación lo amerita; pero no será tan fácil, al interior del Revolucionario Institucional, Gordillo Morales tiene un amplio sector incondicional a su causa El resultado, una fractura de la que el principal afectado será el propio Madrazo, lo cual lo convertiría en un candidato débil ante el puntero de las encuestas: Andrés Manuel López Obrador
Sin embargo, el actual jefe de Gobierno del Distrito Federal tampoco las tiene todas consigo, pues el líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, insiste en buscar su cuarta nominación Aunque debilitado políticamente, el empecinamiento del ingeniero pondrá al partido del sol azteca en el límite del precipicio, de donde difícilmente saldrá fortalecido para ganar la Presidencia La situación corre el riesgo de tornarse más escabrosa aún, si se toma en cuenta que el PRD ha sido incapaz de llevar a cabo una elección interna abierta sin que se presenten denuncias de fraude –los viejos vicios priistas de sus orígenes se imponen--; y cuando por primera vez en sus 17 años de vida está a las puertas de Los Pinos, existe el riesgo de que se les cierren para siempre, pues una derrota de Cárdenas llevaría a la escisión perredista, debido a que aun cuando el ingeniero está acabado políticamente, sus huestes están firmes en el interior del sol azteca
Cárdenas tiene el gran mérito –y por ello pasará a la historia-- de ser uno de los principales impulsores del cambio democrático en el país; pero aun cuando su proyecto político sea mejor que el de López Obrador, tiene que darse cuenta que él no es Lula da Silva, ni México es Brasil, por lo que una cuarta nominación sería, como lo vaticinó su retoño, el gobernador de Michoacán, Lázaro Cárdenas, en una candidatura testimonial, donde ninguna posibilidad tiene, ni siquiera ante Santiago Creel –que es decir mucho--, por lo que es necesario que recapacite y acepte que en la historia de México tiene ya un lugar preponderante; y evite una división en el partido que fundó en 1989
Si en el PRD el escenario no se halagador, en el PAN, menos Como partido en el poder –que se supone que es-- ha estado en el ojo del huracán desde el 2000, y los yerros de Fox han afectado enormemente la imagen del blanquiazul, que ha ido perdiendo terreno en todos los comicios a los que se ha enfrentado
A esta nociva influencia que ha representado el presidente para su partido, se le agrega la corta estatura política de los principales aspirantes Ninguno tiene posibilidad siquiera de dar una batalla digna en el 2006:
Creel arrastra el desprestigio de haber contribuido al desplome del actual gobierno con su apoyo irrestricto que dio al desafuero de López Obrador y por su incapacidad para haber logrado siquiera un acuerdo importante con el Congreso Los problemas se le desbordaron mientras invocaba al estado de derecho como escudo y razón
Felipe Calderón, pese a su inteligencia y a su experiencia política, no logra despuntar y, en un intento desesperado por lograr que los reflectores lo iluminen, ha intentado en vano colgarse de la imagen y popularidad de López Obrador, quien lo ha “bateado” insistentemente ante la obviedad de la estrategia; Francisco Barrio y Alberto Cárdenas, aunque vienen de haber ganado para el PAN las gubernaturas de sus estados –Chihuahua y Jalisco, respectivamente--, como funcionarios su desempeño ha sido más que gris
A Barrio se le escaparon los “peces gordos” que prometió como secretario de la Contraloría; a Cárdenas Jiménez los problemas ambientales lo tienen desbordado
Sin embargo, los tres últimos han declarado la “guerra” a Creel, a quien acusan de ser el delfín de Fox, lo cual dificulta la unidad del partido; y si a este descontento se le suma la “montaña en el zapato” que representa Marta Sahagún con su ambigüedad --un día dice sí y meses después dice no, o al revés, como la Chimoltrufia-- el resultado será, igualmente, un candidato débil que vaticina una derrota estrepitosa para el blanquiazul
Por donde se le vea, los tres principales partidos están a un pie del desmoronamiento político, pues el principal enemigo no lo tienen enfrente, como han creído vislumbrar, sino en su misma casa; se pasea como un fantasma, del que sólo atisban las sombras Si no lo paran, la elección del 2006 será entre el menos malo y no entre la mejor opción de gobierno para el país; y el país no lo merece
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