Entregan en Chiapas mil 200 hectáreas a 200 familias
Tuxtla Gutiérrez, Chis , 14 de junio (apro)- Alrededor de 200 familias indígenas de la etnia chol que hace 10 años invadieron una finca cafetalera bajo el argumento de que perteneció a sus antepasados, recibieron las escrituras que las acreditan como propietarios de las más mil 200 hectáreas de tierras
Los 200 jefes de familia del ejido Revolución, encabezados por Rafael Vázquez Gómez, tuvieron que recorrer durante 10 años diversas oficinas de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) para poseer legalmente las tierras donde sus padres y sus abuelos trabajaron como peones durante décadas
El diputado federal perredista Emilio Zebadúa fue el encargado de hacer la entrega de las escrituras a los representantes de las familias beneficiadas de esta comunidad enclavada en la zona Norte de Chiapas
Zebadúa contrató, para agilizar los trámites jurídicos, al abogado y defensor de los derechos humanos, Federico Anaya Gallardo
Con esta entrega, los descendientes de peones encasillados de la finca Morelia pasaron a ser propietarios de la "última de las fincas del siglo XIX"
Las actuales tierras que conforman la comunidad Revolución, conocida durante décadas como finca Morelia, tienen un carácter histórico, pues simbolizan para Chiapas la época de peones encasillados, es decir, cuando los habitantes originales fueron despojados --junto con sus familias--, transformándose de dueños a empleados y peones, viviendo sojuzgados durante muchas generaciones, dijo Zebadúa al hacer entrega de las tierras
Agregó que las poco más de mil 200 hectáreas de la finca Morelia, tienen un relieve particular en la problemática agraria de Chiapas y de México "Sus tierras forman parte --aún después de que las autoridades habían dado por terminado el proceso de reparto agrario-- de la última finca que fue repartida a los sucesores de los dueños originales de estas tierras"
Recordó el exsecretario de Gobierno que como parte de un largo movimiento agrario, las tierras de la finca Morelia, que años atrás habían sido abandonadas por las familias finqueras, los sucesores que se consideraron con derecho a recuperar sus tierras regresaron para ocuparlas de manera pacífica y, después de un largo juicio ante las autoridades y tribunales agrarios, finalmente les fue reconocida su calidad como dueños de estas tierras
Por su parte, Federico Anaya --promotor y gestor jurídico de los trámites agrarios-- recordó la historia de los últimos diez años, y aún antes cuando el administrador utilizó la fuerza pública para intentar desalojar a los campesinos, trabajadores de la finca