¿Será?

lunes, 18 de julio de 2005 · 01:00
México, D F, 18 de julio (apro)- La anhela con fervor el hombre común y corriente La demanda desesperada la sociedad Que es su dama, dicen los políticos; y sus partidos, que es el motivo y meta de su existencia y afanes Lo expuesto, estimados lectores, ustedes dirán si no es así, pienso que es una verdad universal, pues quien, sea de derechas, centro o de izquierdas, ante las angustias que nos produce el mundo en crisis en el que nos ha tocado respirar, ¿no ha escuchado y escucha constantemente, incluso en ocasiones ha pensado y hasta dicho: "la salvación está en la democracia"? ¡Y nada! Que la tal dama, por tantos tan perseguida, no ha sido a la fecha por ninguno alcanzada, por lo que no hemos podido ni podemos disfrutar de la deslumbrante belleza que le atribuimos; y la deseamos para nuestro comunitario bien Salvo su mejor opinión, claro, considero que lo que hemos conseguido con la invocación, búsqueda y persecución de la democracia, es el remedo grotesco de la misma, arropada, por lo común, de "partidocracia", representada y ejercida en no pocos casos por tipos designados por la "dedocracia" de grupos de poder Y cuando mejor nos va, la percibimos en la forma decepcionante de "demosgracias" y hasta en la ofensiva de "denme-gracias", ¿pues en que otra forma la podemos ver cuando, dizque en democracia, los legítimos derechos a las mismas, a las asistencia social se les da carácter y hasta se las etiqueta de generosas concesiones? En estos casos, digo, es para desconfiar del altruismo, sobre todo si quien lo ejerce, político, funcionario público o pertenezca a la iniciativa privada, alardea; y más si saca alguna raja del mismo ¿O no es así? No sé si a ustedes, pero a mí, estas caricaturas de la democracia que tanto contribuyen a su desprestigio, a la decepción al alza que se experimenta en el mundo por la misma, es problema que, a veces, me quita el sueño Eso me ocurrió el domingo 3 de julio al leer tres versiones --¡ah, traduttore, traditore!-- de unas palabras de Lech Walesa sobre tal forma de gobierno Las transcribo: 1- "Cuando más dinero uno tiene, más puede disfrutar y admirar la democracia" 2- "Utilizar la democracia es una posibilidad directamente proporcional del tamaño de la chequera de cada quién Cuanto más dinero se tiene, se puede aprovecha mejor la democracia" 3- "La efectividad de la democracia se mide proporcionalmente a la cantidad de dinero que hay en la chequera de cada ciudadano" ¡Que cosa! Confieso que la lectura de las diferentes versiones de lo que dijo tan respetable personaje me sorprendieron, inquietaron y terminaron por indignarme, pues en conjunto, según mi entender, afirmaban, en diferente tono, que la citada es una vil dama de industria, una desvergonzada ramera que practica cínicamente el "vendes caro tu amor, aventurera?", como dice una canción de Agustín Lara ¡Ah!, con razón los políticos y sus partidos despilfarran tanto dinero, en no pocos casos procedentes de manera indirecta de nuestro bolsillo, en sus campañas electorales ¡Ah!, con razón no faltan sujetos de la iniciativa privada que contribuyen con generosas dádivas a las campañas de éste o aquel político, siempre, claro, que sea el que ofrezca las mejores y mayores garantías a sus muy particulares intereses ¡Ah!, si la condición para llegarle a la multicitada es cuestión de chequera, con razón hay somos tantos y tantos millones de humanos en el mundo sin poder disfrutar de la belleza y favores de ella, ya que la condición económica nos tiene en la situación, también expresada por Lara, de "te vendes, yo no puedo comprarte?" Bien Todo lo anterior es lo que me puse a pensar la lectura de las variantes de lo dicho por Lech Walesa Puede, lo admito, que un servidor no haya sabido interpretar correctamente lo que quiso decir con sus palabras tan ilustre personaje ¿Pero será así en verdad? Ustedes, estimados lectores, ¿Qué creen? Para terminar con la presente, que ya se está alargando, aquí tienen una propuesta que juzgo positiva Ustedes dirán si lo es o no: Considerando que la moderna democracia, basada en la idea de una autoridad suprema (la nación) al servicio de las mayorías, por dos siglos ha fallado y sigue fallando; considerando que el ejercicio del poder de manera indirecta, el de los elegidos por medio del voto, ha sido y es el naufragio del sufragio, pues, más que por otra causa, el poder delegado es relegado por intereses de grupos de poder; y considerando que en la mundialización que hoy respiramos el supremo poder es el dinero (muestra irrefutable de ello es la subordinación de la microeconomía ?las necesidades de los más? a la macroeconomía?los intereses de los menos) Propongo, para que deje de ser la caricatura que hoy nos desgobierna y en verdad la democracia sea entre nosotros y así la mayoría puede admirar, utilizar y disfrutar la belleza que todos le atribuimos y deseamos que tenga, propongo, repito, la igualdad económica, la igualdad ante el dinero Si me preguntan cómo conseguirlo, les respondo que ese es un trabajo que tenemos que exigir, incluso obligar a que lo hagan a los que han conseguido el poder político implorando nuestro voto para (como dicen) servirnos? pues para eso se los dimos ¿O no? ¿Seremos capaces de lograrlo? Considero que en nuestras manos está el conseguirlo, digo Con la esperanza que sean de mi parecer, sin más, con la consideración y respeto que me merecen El Tío Lolo

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