México, D F, 25 de julio (apro)- Ahora que Memín Pinguín se puso de moda nuevamente en México, recordemos a otro personaje de cómic que fuera filmado en Estados Unidos para una de las primeras caricaturas musicalizadas por Walt Disney Se trata del galante y bigotón Sax, cuyo dibujo encarna el papel de un "rey saxofón del jazz" y apareciera hacia 1935 en el corto animado Music Land (El país de la música, una "sinfonía boba" de 10 minutos producida en los añejos Estudios Disney de Burbank, California) La historia de esa caricatura en technicolor gira en torno a un tema de fuertes discusiones entre la sociedad norteamericana cuando surgieron las big bands, grandes orquestas de jazz que no fueron tomadas como expresión artística "seria" por los amantes de música clásica y se consideraron influencia negativa para la juventud por padres de familias blancas Disney ejemplifica la polémica en El país de la música con dos bandos de instrumentos "humanizados" (las palabras son sugeridas por sonidos) que comparten una geografía común Por un lado, están los del "País de la sinfonía" (lo sabemos por las letras de un mapa), donde habita con tedio de minuet la coqueta Cello, una princesa-cello que emite chillidos de sus cuerdas, y por otro, los alegres vecinos de "La isla del jazz", tierras separadas por un "Mar de discordia" Por supuesto, el divertido monarca Sax pertenece a "La isla del jazz"; su hijo (pongámosle Saxofonito) navega hasta territorio de los sinfónicos y enamora a Cello; pero la madre de ésta, una malhumorada reina, lo encarcela en gigantesco metrónomo y desde ahí, Saxofonito pide ayuda escribiendo notas musicales a su padre Sax Suena la batalla de orquestas: pipas de órgano contra metales de jazz Cello huye entre olas peligrosas, Saxofonito la persigue y casi naufragan Sax va a su rescate y también la madre de Cello Cuando los cuatro se encuentran a salvo en el "Mar de discordia", cesan las hostilidades: Sax ofrece paz y la reina acepta, pues le ha gustado el bigotón Las dos parejas se casan en happy end sobre el "Puente de la armonía", que une a ambos países Los gestos de Sax los tomó el equipo Disney de un rostro famoso en aquellos años del swing: era el jazzista y director de orquesta Paul Whiteman, quien efectivamente se hallaba al centro de los "tiroteos" de esa disputa, por su jazz sinfónico al chocar a ciertos oídos sutiles acostumbrados más a la "música seria" Whiteman nació el 28 de marzo de 1890 en Denver, Colorado, donde estudió viola en el conservatorio, y durante la década de 1920 fue comisionado por George Gershwin (1898-1932) en Nueva York para conducir, en vivo, su composición Rhapsody in Blue, Rapsodia en azul James Lincoln Collier, en la biografía Duke Ellington (Javier Vergara Editor, 1990) bosqueja: "La ciudad de Nueva York se había convertido en el centro de la industria norteamericana del espectáculo El negocio del editor de la música, Tin Pan Alley, se había desarrollado ahí después de 1885, y el teatro de Broadway marcaba rumbos para espectáculos de otros países" Las bandas de música servían meramente como fondo ambiental a parejas de comensales; pero pronto se suscitaron cambios: "A comienzos de 1920, la orquesta de Paul Whiteman tuvo un éxito asombroso Whiteman estaba en camino de lograr enorme celebridad y enriquecerse; de ella derivó una enorme tendencia a que las personas que contrataban grupos para sus fiestas, sus bodas y bailes de fin de curso, pidieran orquestas específicas que proporcionasen música más bailable" ¿Cómo era "la gran manzana" en tiempos de Whiteman? "Nueva York es una canción soñada, una sensación de estar vivo, un empujón y un flujo de vitalidad que palpita como latido enorme de la humanidad El mundo entero gira en Nueva York, especialmente mi mundo ¡Muy poco sucede en lugar alguno, a menos que alguien en Nueva York oprima un botón!" Así de caliente la definió el conductor orquestal Duke Ellington (1899-1974) al final de su vida, cuando el encanto ya había declinado: "Nueva York es su gente, y su gente es la ciudad Entre sus multitudes, por sus calles y altísimos edificios pueden encontrarse cada estado de ánimo, cada visión y sonido, cada costumbre, pensamiento y tradición, cada color, sabor, religión y cultura del planeta" Fue la década de 1920 cuando EU vio nacer esas big bands con secciones de aliento que arroparon a solistas cuya magia, después, conquistó rango de excelencia por nombres como Bix Birdebecke y el de los hermanos Dorsey, emanados de la Paul Whiteman Orchestra Whiteman era blanco y tocaba la música de otro blanco, el judío-americano George Gershwin; creía en él y juntos pensaban que el jazz merecía elevarse a un sitio digno en el arte por ser una genuina forma musical Fue Whiteman quien le sugirió una obra nueva; George determinó sería una rapsodia, y su hermano Ira Gershwin la intituló Rapsodia en azul George tardó tres semanas en escribirla y Whiteman invirtió fuertes sumas en su montaje, como parte estelar de un gran evento al que llamó Experimento de música moderna; pero la trascendencia universal de Rapsodia en azul se reduciría si medimos en términos del calendario o económicos Baste consignar que el 12 de febrero de 1924, en el Aeolian Hall de Nueva York se estrenó Rapsodia en azul con George al piano, ante un auditorio escéptico y una crítica suspicaz El cronista de apellido Taylor, quien guardaba un bajo perfil en críticas arrinconadas de los diarios neoyorquinos, apuntó que "el jazz podría por fin salir de la cocina gracias al señor Gershwin", pensamiento que compartían otros comentaristas Ni Taylor ni los demás percibieron mayor logro en esta obra; tal vez lo que verdaderamente anhelaban era que el jazz los sacara a ellos del anonimato La palabra "música seria" se aplicaba exclusivamente a la música de concierto, aunque voces expertas de música clásica destacaban "seriedad" en algunos artistas de blues y del jazz No todo mundo estaba de acuerdo Así era el clima de la época cuando Whiteman y Gershwin subieron al foro del estreno en concierto de Rapsodia en azul, catalogada como "la payasada de Whiteman"? (continuará)