Censura oficial, página negra en el cine mexicano
* Conferencia central en el Festival Expresión en Corto, en Guanajuato
Guanajuato, Gto , 29 de julio (apro)- Viejas deudas pendientes con el cine nacional surgieron en la voz de directores, escritores y críticos que reclamaron la censura oficial practicada durante décadas Y advirtieron también de las nuevas y más sofisticadas formas con que productores y distribuidores amordazan a la cinematografía mexicana, bajo los cánones del éxito económico y de los esquemas estadunidenses Una censura que "se está privatizando"
Fue la conferencia central del octavo Festival Internacional de cortometraje "Expresión en corto", misma que se refirió a los temas de la censura, la autocensura y la provocación Ahí estuvieron el guionista Javier Robles; Víctor Ugalde, director y actual secretario técnico del Fidecine; el director y escritor Sergio Olhovich; el director Carlos Carrera, y el crítico de cine Rafael Aviña, moderados y coordinados por Víctor Hugo Rascón Banda, presidente de la Sociedad de Escritores de México, la Sogem
Los temas de la mesa fueron aprovechados por algunos de estos integrantes de la industria fílmica nacional también para hacerse reproches mutuos o aclarar malos entendidos Y a todos, para proponer a los espectadores unirse a la lucha que cotidianamente viven en contra de los "filtros" que detienen guiones y proyectos, y de las decisiones de las grandes distribuidoras "que ahora se dan el lujo de vetar la libertad de creación", como lo dijo Víctor Ugalde, secretario técnico del Fidecine
Al presentar a los participantes, Víctor Hugo Rascón los describió como autores que no han conocido la censura en los periódicos, sino que la han sufrido todos en carne propia
Javier Robles abrió fuego directo El autor del guión de una de las cintas que rompió paradigmas en la lucha contra la censura de la Secretaría de Gobernación, "Rojo amanecer" comenzó por narrar sus propias experiencias con otras y con el proceso de realización y exhibición de esta película sobre la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco, y cuyo rodaje prácticamente se inició en la clandestinidad, ante el temor de que los hijos de varios de los actores y productores ?que participaron también en la cinta-- sufrieran algún atentado
"Rojo amanecer" ?cuyos derechos son propiedad actualmente de Valentín Trujillo, quien en su momento entró a apoyar el financiamiento cuando Héctor Bonilla ya no pudo con él-- llegó a manos de la entonces censora de RTC en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, Mercedes Zertuche E inició ahí su largo peregrinar y una fuerte presión pública hasta que fue "destrabada" luego de una proyección privada en Los Pinos ante Salinas, el Estado Mayor Presidencial y altos mandos del Ejército, así como el escritor Gabriel García Márquez y otros intelectuales mexicanos que intercedieron para "desenlatarla"
"Con esta película se terminó el enlatamiento? ahora se llama elegantemente clasificación", dijo Javier Robles, quien también dedicó una parte de su análisis al control del cine estadunidense, sobre todo en el actual gobierno de George W Bush:
"?Otra forma de censura consiste en fomentar la filmación de cintas intrascendentes Cientos de productores, escritores, directores son estimulados por Hollywood para filmar películas chatarra Cientos, quizá miles de guionistas norteamericanos nos están bombardeando todo el tiempo con su cultura e ideología gracias al cine y la televisión Eso explica que un pueblerino texano construya simbólicamente la gran estructura social norteamericana"
Robles dijo apostarle al cine independiente y a cineastas activistas, como Michael Moore, para que "despierten la gran conciencia social estadunidense, que ahora duerme plácidamente con sueños de gloria y de dominación mundial"
Mientras que en México, esa penetración cultural del vecino país marca a través de vías como el cine, actitudes, juicios de valor "y hasta pequeños actos íntimos" que poco tienen que ver con los mexicanos, con el pretexto de la universalidad y de la globalización, denunció
A Javier Robles se le alargaron los minutos y los aprovechó para hacer fuertes reclamos: uno a los integrantes de los comités de Fidecine y Foprocine, a quienes acusó de frenar el cine que social y políticamente están pidiendo los mexicanos
"Los integrantes de los comités de los fondos no deberían hacer juicios de carecer estético y sobre lo que resulta atractivo para nadie, pues en primer lugar muchas de las películas autorizadas por este criterio, han sido rechazadas en taquilla por el público, y ese criterio es utilizado en la práctica como un recurso de la censura contemporánea"
En todo caso, asumió, dichos comités deberían limitarse a entregar el financiamiento a toda película "que cumpla con los requisitos de producción, independientemente de sus contenidos estéticos, o políticos, o de si les parece atractivo adecuado o no un tema"
Aseguró que hoy en día los guionistas de cine están luchando para obtener los apoyos que les permitan hacer cine con contenidos políticos y sociales trascendentes, pero se encuentran también con los criterios de los comités, y con las formas en que se asignan algunos apoyos como las becas del Fonca ?uno de cuyos jurados es Carlos Carrera--
Ante el micrófono ?y un desesperado Rascón Banda que le mostraba inútilmente el reloj--, Javier Robles (también escritor de "Zapata en Chinameca) alzó la voz para terminar su intervención:
"El público y la sociedad reclaman urgentemente un cine comprometido con la realidad política y social de los mexicanos Un cine que nos diga entre muchos otros temas, por qué los priIstas no deben seguir gobernando; por qué los panistas han hecho el peor ejercicio de gobierno en la historia de México, y por qué los perredistas han sido llamados por sus muchos vicios de corrupción y sectarismo tribal, el PRI amarillo" Y dijo esperar que "la inminente llegada del centro político a la Presidencia de la República en el 2006 "produzca un mejor cine en México, y se deje de beneficiar a camarillas y grupos"
Censura privatizada
El director de "El crimen del padre Amaro" y "La mujer de Benjamín", Carlos Carrera, admitió que después del episodio vivido con "Rojo amanecer", la censura pasó más bien a la práctica del lado de los productores y distribuidores, quienes empezaron a practicar criterios más estrechos para seleccionar aquellos proyectos comerciales o temáticamente más accesibles, como las comedias familiares "Hoy las necesidades de mercado quieren normar los criterios de cine mexicano"
Carrera contó su propia experiencia con "El crimen del padre Amaro" y la pretendida censura de la Iglesia católica y de grupos ultraconservadores como Provida, "en la que la presión del público y de los medios fue muy fuerte, ante "una muy preocupante atención de la Secretaría de Gobernación a la Iglesia católica Fue una larga batalla"
Para Sergio Olhovich ("En un claroscuro de la luna"), la censura ejercida en tiempos de López Portillo ?por su hermana Margarita, directora de RTC-- se tradujo en una persecución penal por el rechazo de ésta a su filme "El infierno de todos tan temido", que a pesar de haber sido seleccionado para el festival de San Sebastián, no fue enviado por las autoridades federales por decisión de la hermana del expresidente, con el pretexto de que la película "había sido hecha por un comunista"
Sin embargo, Olhovich también se refirió a la realidad actual, en la que la exhibición de películas en México está en manos estadunidenses ?como casi toda la cinematografía mundial-- "Ese es, creo, el principal problema de la censura ahora Son los exhibidores quienes deciden si nos pasan en las salas, y cuándo"
A Víctor Ugalde, de Fidecine, no le quedó más remedio que responder a las críticas de Javier Robles Aclaró que el comité técnico "actúa con ética y se cambia cada año para no crear intereses", y que el índice de aceptación de proyectos para su realización es de 49%
Negó que se apoye solamente al cine de temas intrascendentes Aunque también mencionó que las películas respaldadas por el Fidecine tienen un promedio de audiencia similar a las estadunidenses que se proyectan en el país "Y en 67% de los apoyos, han debutado jóvenes directores, lo que antes era impensable"
A fin de cuentas, dijo Ugalde, los fideicomisos son el mal menor, mientras en México haya 14 millones para los apoyos, y en Estados Unidos 80 millones de dólares para el impulso a sus cineastas