Sueño de una noche de verano

lunes, 4 de julio de 2005 · 01:00
México, D F, 4 de julio (apro)- El mundo fantástico y onírico de Sueño de una noche de verano, divertida fantasía en la que hadas y duendes de la mitología celta son integrados en una exquisita historia ligada al mundo popular de la fábula, es la propuesta escénica que viene a completar el Proyecto Shakespeare de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), en un montaje "clásico" de José Solé que raya en la farsa Ésta ha sido, hasta el momento, la mejor recibida de las tres obras que actualmente presenta la CNT en el teatro "Julio Castillo", entre otras cosas por su carácter festivo, por ser una comedia de enredos y equívocos, y por su colorida propuesta visual de vestuario, escenografía e iluminación Lo que a simple vista pudiera parecer un "cachirulesco" cuento de mayas del Renacimiento, poco a poco va transformándose en una trama extraordinaria en su lenguaje versificado y en el desarrollo que al autor hace de los personajes, elementos que resaltan en la traducción realizada por Guillermo Macpherson, la cual respeta de manera ortodoxa el texto original En opinión de José Solé, Sueño de una noche de verano es una de las mejores comedias de todos los tiempos, además de ser una de las obras totalmente originales de Shakespeare, ya que, como es sabido, el escritor inglés solía retomar historias preexistentes para crear sus dramas El amor, el arte, los sueños y la fantasía son los hilos con los que Shakespeare tejió esta obra que puede ser considerada la más luminosa y alegre de su acervo El argumento de la obra hace pensar que posiblemente fue compuesta para las fiestas matrimoniales de personas connotadas de la corte isabelina Se trata de una comedia satírica cuyo rasgo más notable quizá sea la perfección con que combina y armoniza sus diversos elementos, algunos mitológicos y otros que pudieron estar inspirados por La vida de Teseo, de Plutarco; King?s tale, de Chaucer; y La metamorfosis, de Ovidio En su urdimbre se mezclan y hacen crisis tres mundos: el mágico, el terrenal palaciego y el terrenal popular Pero más allá de los elementos fantásticos que el autor retoma de las mitologías griega y celta, así como de los usos y costumbres de la corte isabelina, la obra tiene un importante sentido y contenido poético que está plenamente respetado en la puesta de José Solé, que, por otra parte, explota los aspectos mundanos de los percances cómicos y los enredos de las historias paralelas En este contexto destaca la presencia del grupo de aldeanos bufones que preparan una escenificación teatral dentro de la obra, la tragedia de Píramo y Tisbe, que será interpretada en el interludio de la boda entre el duque Teseo y su amada Hipólita Alejandro Calva (quien interpreta a Nick Bottom, el tejedor que, transfigurado con una cabeza de burro, enamora nada menos que a Titania, la reina de las hadas) encabeza el grupo de obreros rudos y artesanos convertidos en actores que hacen las delicias del público con sus escenas cómicas, llenas de ingenuidad, con un estilo casi carpero, en un ejercicio de teatro dentro del teatro muy del gusto de Shakespeare Solé también aprovecha su experiencia como director de ópera para ofrecer una estructura en la que se intercalan coreografías de ballet a cargo de las hadas del bosque, en una serie de escenas de tránsito que, sin embargo, podrían ser totalmente prescindibles en términos teatrales En Sueño de una noche de verano actúan Érika de la Llave, Fernando Becerril, Juan Manuel Bernal, Adrián Hernández, Oscar Narváez y Silvia Carrusillo, entre otros El diseño de maquillaje y peluquería de Carlos Guisar; la música original de Félix Mendelssohn; la musicalización de Antonio Russek; la coreografía de Carmen Correa, el entrenamiento corporal de Ruby Tagle y la fotografía de Jorge Carreón

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