Cárcel a reportera del NY Times por defender identidad de sus fuentes
* Judith Millar estará en prisión hasta octubre, por el caso de la agente encubierta Valerie Plame
* "Si no se puede confiar en un periodista para mantener la confidencialidad, entonces los periodistas no pueden funcionar y por lo tanto no puede haber una prensa libre" afirmó ante un gran jurado
Washington, 6 de julio (apro)- Judith Miller, una reportera del diario The New York Times, fue enviada a la cárcel por negarse a revelar ante un gran jurado de una corte federal la identidad de sus fuentes de información del gobierno federal estadunidense que hablaron con ella sobre el caso de una agente encubierta de la CIA
Miller, quien ni siquiera publicó la información, pagará con su libertad su osadía de defender la ética periodística y el acuerdo de palabra al que llegan los reporteros con fuentes de información cuando se trata de información delicada, donde regularmente se evita revelar la identidad del informante
Thomas Hogan, juez federal en el Distrito de Columbia, dio la orden para el arresto inmediato de Miller, quien permanecerá tras las rejas hasta el próximo mes de octubre cuando se termine el periodo del gran jurado que está investigando el caso
En la misma sesión de la corte federal en la capital estadunidense, Matt Cooper, reportero del semanario Time, sorprendió a todos cuando accedió ante el gran jurado a identificar por nombre a sus fuentes de información sobre el mismo caso por el que su colega de The New York Times fue a la cárcel
El fiscal especial Patrick Fitzgerald está a cargo de la investigación que involucra a Cooper y a Millar; tiene la tarea de determinar si funcionarios del gobierno federal violaron una ley al filtrar a varios reporteros la identidad de una agente encubierta de la Agencia Central de Inteligencia
En julio de 2003, el columnista sindicado del diario Chicago Sun Times, reveló que Valerie Plame, era una agente especial de la CIA La columna de Novak causó consternación nacional porque se publicó una semana después de que el exembajador estadunidense Joseph Wilson IV, a través de un artículo de opinión publicado por el diario The New York Times , acusara al gobierno de George W Bush, de haber utilizado argumentos falsos para justificar la invasión militar y guerra en Irak
Wilson, fue enviado en 2002 a la republica africana de Nigeria por el gobierno de Bush para determinar si era verdad que Saddam Hussein, intentó adquirir uranio en esa nación
En su artículo de opinión en The New York Times , Wilson reveló que nunca hubo intento de Hussein por adquirir uranio en Nigeria para el desarrollo de armas de destrucción masiva, con lo que evidenció al presidente Bush, quien en un informe ante el Congreso federal había dicho todo lo contrario
Novak, quien se sospecha fue utilizado por funcionarios del gobierno de Bush para castigar a Wilson, en su columna no sólo reveló que Valerie era esposa de Wilson, sino que como agente encubierta de la CIA ella recomendó a su esposa para la misión a Nigeria
Frente a la violación de una ley federal, Fitzgerarld fue asignado al caso y a través de un gran jurado entrevistó y sometió a interrogatorio a varios reporteros para que revelaran la identidad de sus fuentes de información Cooper y Miller, fueron los únicos dos que se negaron a cooperar con el fiscal argumentando el respeto a la ética profesional de su labor como reporteros
De Novak se sospecha que el ya reveló el nombre de la fuente que le dio el nombre de Plame porque no hay ninguna acción penal en su contra Este columnista identificado con las ideas conservadoras de Bush y el Partido Republicano, se ha negado a hablar sobre si se sometió a un interrogatorio ante el gran jurado o qué tipo de cooperación dio al fiscal
La semana pasada se tornó muy negativa para el caso de la confidencialidad entre reportero y fuentes de información La dirección editorial de la revista Time accedió a la presión del juez federal y anunció que entregaría las notas de Cooper y otros documentos con los cuales se podría identificar a la fuente de información que habló con su reportero Los dirigentes del semanario dijeron que lo hacían porque no podrían dar un mal ejemplo de desacato de las órdenes de un juez federal que había solicitado la entrega de los documentos
Si Time se hubiera negado hubiese enfrentado una multa de hasta mil dólares diarios, hasta que durara el periodo del gran jurado, y Cooper se hubiera ido a la cárcel por el mismo periodo
"Si no se puede confiar en un periodista para mantener la confidencialidad, entonces los periodistas no pueden funcionar y por lo tanto no puede haber una prensa libre", declaró Miller al salir de la corte federal y antes de ser llevada a prisión