Despierta el pánico en EU tras ataques en Londres
* Elevan a color naranja el nivel de alerta; intensifican vigilancia en aeropuertos, estaciones de tren y del metro
* Condena Bush los atentados; advierte que encontrará a los culpables y los llevará ante la justicia
Washington, 7 de julio (apro) - El pánico se apoderó nuevamente de los estadunidenses luego del ataque terrorista de este jueves en la mañana al sistema de transporte subterráneo de Londres, que dejó un saldo de 37 muertos y más de 700 heridos
Conscientes de que el ataque a la capital de Gran Bretaña podría ser un acto de venganza por la invasión y guerra unilateral que lanzó el presidente George W Bush, a Irak en marzo de 2003, las autoridades federales estadunidenses indirectamente dieron las instrucciones para estar pendientes de cualquier situación sospechosa, provocando con ello el nerviosismo y psicosis a la población
"No tenemos evidencia especifica ni creíble que apunte a un nuevo ataque en Estados Unidos, pero estamos pidiendo incrementar la vigilancia", dijo en conferencia de prensa Michael Chertoff, el secretario de Seguridad Interior, quien, además, dio la orden para que en la escala de colores del sistema nacional de alerta sobre un posible atentado terrorista, se elevara del amarillo (elevado) al naranja (alto)
Las medidas preventivas que anunció Chertoff están más enfocadas a los sistemas de transporte público de las ciudades más importantes de Estados Unidos, sobre todo al transporte aéreo, ferroviario, subterráneo y de autobuses
"Me puse en contacto con la gente del Departamento de Seguridad Interior, les di la instrucción de que se pusieran en contacto con las autoridades locales y estatales por lo que ocurrió en Londres y para que permanecieran extra-vigilantes", declaró Bush en Auchterarder, Escocia, donde participa en la reunión del Grupo de los 8, y que, momentáneamente, dejó Tony Blair, el primer ministro británico para atender directamente los asuntos del ataque a Londres
"Obviamente que estamos preocupados por la posibilidad de un ataque similar", insistió Chertoff, quien le pidió al público estadunidense que, como lo dijo Bush, estuvieran pendientes de cualquier situación inusual y reportaran a las autoridades correspondientes cualquier acción, objeto, maleta, equipaje o persona que les pareciera sospechosa, pero, sobre todo, si se encontraba a bordo de un autobús, un vagón del tren o metro, o en los pasillos o salas de las terminales aéreas, terrestres, portuarias y subterráneas
Con la experiencia de los ataques terroristas del martes 11 de septiembre de 2001, en Washington y Nueva York las medidas de vigilancia llegaron al extremo Con la declaración de Bush y la orden de Chertoff de elevar el color en el sistema nacional de alerta, centenares de policías inundaron las estaciones de autobuses, tren y del metro, así como aunados a miembros de la Guardia Nacional, redoblaron la vigilancia en los distintos aeropuertos de estas dos importantes ciudades
Acciones similares, aunque con menos intensidad, se realizaron también en Boston, San Francisco, Los Ángeles, Atlanta, Chicago, Miami y Seattle, entre otras
Las escenas de muerte, desolación, incertidumbre y miedo, volvieron a apoderarse de las pantallas de televisión de los estadunidenses con lo ocurrido en Londres; los medios de comunicación de todo el mundo, incluyendo a los de Estados Unidos, no tuvieron otro remedio más que interpretar que esto podría ser parte de una cadena de atentados contra los principales aliados Bush que de manera incondicional lo apoyaron en el caso de Irak, pese que era en clara violación a las resoluciones definidas en el marco del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas
Esta conclusión tiene lógica si se toma en cuenta el ataque terrorista del 11 de marzo de 2004 en Madrid, que dejo un saldo de 191 muertos, y ahora el de Londres
Los gobiernos de España, en ese momento bajo la responsabilidad de José Maria Aznar, y el británico de Blair, fueron los grandes respaldos que tuvo Bush en Europa para lanzar la invasión y guerra contra Irak
"Estados Unidos condena los ataques terroristas a Londres; ofrezco mis más profundas condolencias a las familias de las víctimas y el pueblo de Gran Bretaña", anotó Condoleezza Rice, la secretaria de Estado, a través de un comunicado
Respaldándose en el hecho de que todos los jefes de Estado y de gobierno presentes en la reunión del G-8 condenaron el ataque a Londres y al terrorismo en general, Bush fortaleció la retórica de su llamada guerra internacional al terrorismo: "Los encontraremos, los llevaremos ante la justicia y al mismo tiempo esparciremos una ideología de esperanza y compasión que doblegará a su ideología del odio", declaró
Por otro lado, Alberto Gonzáles, el procurador general de Justicia, anunció que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) estaba listo para dar apoyo a Gran Bretaña, si así lo requería, en las investigaciones de los ataques: "El enemigo no tendrá éxito, nosotros prevaleceremos en la guerra contra el terror", acotó Gonzáles