Amnesia

lunes, 22 de agosto de 2005 · 01:00
México, D F, 22 de agosto (apro)- Lectores de todo mi aprecio: hace más de un mes que unos cuántos de los amigos que habitualmente nos refugiamos, huyendo del exasperante tráfago citadino, en esa burbuja de distensión que es el piano-bar EL TUNEL DEL TIEMPO, coincidimos en el mismo y sin saber cómo y por qué dimos en una plática condenatoria de la enseñanza de la historia Por unanimidad, estuvimos de acuerdo que era una estupidez eso de que se nos obligara, desde niños, a memorizar una serie de nombres, fechas y lugares que no nos dicen gran cosa y, sobre todo, poca o ninguna utilidad tienen en nuestra vida cotidiana Alguien, al respecto, citó el pensamiento de Alfonsina Estorni, argentina ella, que define a la memoria como "poblada biblioteca que no ocupas espacio y que a cuestas te lleva un pollino cualquiera" Otro dijo que como el refrán afirma "que el hombre es el único animal que siempre tropieza en la misma piedra", no tiene caso estudiar la historia, y no faltó quién recordó que "la historia la escriben los vencedores", por lo cual es una verdad a medias que no merece nuestra atención Con estos sesudos y otros parecidos argumentos, terminamos por estar de acuerdo y consideramos excelente que las autoridades hubieran decidido reducir la enseñanza en los planes educativos De esta complacida unanimidad nos sacó Juan Contreras, que nos reprochó nuestra falta de sensibilidad, pues estábamos hablando de trivialidades mientras nuestro querido y común amigo, Cándido Candor, se encontraba en tan desgraciada situación El infortunado, como consecuencia de un aparatoso accidente automovilístico en el que felizmente no había sufrido mayor daño físico, desdichadamente había quedado con amnesia aguda, con una falta total de memoria Avergonzados, seguidamente, nos pusimos a comentar apesadumbrados lo angustioso que debía ser no saber quién se es ni donde se está Juzgamos que en tan dramática situación se debía sentir como uno de los hombre más abandonados por la mano de Dios, pues ser amnésico es perder las facultades del alma: memoria, entendimiento y voluntad, las que, según nos enseña la Iglesia, distinguen al hombre del animal y si las cuales se puede llegar a las más trágicas situaciones e incapaz de salir de la viscosa confusión; a ser víctima de los más cueles engaños y autoengaños; de creer, si alguien lo dice, que uno es un ángel o un demonio, un seráfico santo o un despiadado criminal, un sabio o el más estúpido de los mortales Estos razonamientos, como es natural, nos condujo a una común, sincera e incluso conmovedora conmiseración por el estado de nuestro amigo De este emotivo y satisfactorio estado de ánimo, satisfactorio o por ser expresión de la genuina bondad de nuestra naturaleza, nos sacó una burlona risa de Juan Contreras La sentimos como una bofetada, como un insulto a nuestro noble sentimiento El permaneció imperturbable ante nuestros airados recamos, dejó que nos desahogáramos con ellos y a continuación nos soltó la siguiente parrafada: "Han comentado y bien, lo angustioso que puede ser para una persona sufrir amnesia, pues, según han deducido justamente, es imposible ser realmente si falta la memoria, ya que sin ella no se puede saber de dónde viene, a dónde y que le pertenece, y qué le conviene hacer, tanto para conservar lo mejor de su pasado como para superar lo negativo del mismo (Y recalcó con gesto y voz) Pues lo mismo ocurre a los pueblo, a cualquier grupo étnico, así que ustedes dirán si tiene importancia o no el estudio y enseñanza de la historia, sobre todo en este hoy que vivimos, donde la mundialización del libre mercado, que persigue sacar ganancia a cualquier precio de todo lo conocido y por conocer, impone, por medio de la seducción, presiones o la guerra, si es necesario, modas, reglas, patrones de vida que nos están quitando hasta nuestro natural modo de caminar, al punto que millones y millones somos, más que ser, tristes caricaturas de lo que se nos impone Mundialización del libre mercado que está convirtiendo, por aquello de la necesaria pérdida de las soberanías nacionales para su existencia, al sano y positivo patriotismo en carnavalesco patrioterismo Ante estas y otras parecidas realidades, repito: ustedes dicen si tiene o no sentido, por necesidad, el estudio y enseñanza de la historia que vaya más allá de la visión empresarial de la misma que rige la actual práctica del libre mercado mundial" Con esto, antes de que pudiéramos reaccionar del estupor que nos había dejado con la boca abierta ante sus palabras, nos abandonó con el pretexto de que se le había hecho tarde Ni qué decir tiene que su irónico y grosero proceder descalificó su discursito, ¿más no nos equivocaríamos al hacerlo? ¿Qué piensan ustedes, lectores de la presente? Con mi sincero aprecio JUAN ESCRIBANO PD: Imitando a la apostilla que se pone, para mitigar la extrema violencia o crueldad que expresan algunas películas, debo decirles que Cándido Candor ya se encuentra en segura y rápida recuperación de su memoria VALE

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