México, D F, 4 de agosto (apro)- "No es suave el periodismo, porque no es tersa la política", afirma rotundamente el periodista Julio Scherer García, cuya trayectoria de independencia y de implacable apego a los hechos es reconocida inclusive por sus adversarios La labor del periodista es hacer público lo oculto, sacar a flote los datos que se escamotean a la sociedad y que, a menudo, corren el maquillaje de los hombres públicos que, en el ejercicio del poder o en la búsqueda de él, suelen vivir del erario de todos los niveles Los periodistas inquietan, incomodan, concitan furias y no pocas veces violencia de parte de quienes son sujetos de escrutinio por su función pública, en la política y en los poderes constituciones, pero también por parte de quienes forman parte de los poderes fácticos, como el crimen organizado, las iglesias, el empresariado, los medios, las organizaciones secretas Si políticos de todos los partidos o agrupaciones se encolerizan por información que se hace pública respecto de su inconsistencia ideológica, los servidores públicos truenan cuando se exhibe el uso torcido que le dan a los presupuestos, ya sea para consumirlo en beneficio propio o ejercerlo con notable incompetencia Porque la corrupción, que los periodistas deben repugnar, no sólo es robarse los dineros de la sociedad, sino también no hacer uso eficiente de ellos Y peor todavía: simular que se es honesto, cuando se acredita --con hechos-- que es lo contrario En tanto actividad humana, el periodismo no es infalible ni quien lo ejerce es impune Y en este sentido, también como dictamina Scherer García, al reportero --expresión mayor del periodista-- lo avalan los hechos; sin ellos, está perdido A los equívocos que solemos cometer los periodistas, a veces por falta de rigor al que estamos obligados, en ocasiones por evidente mala fe --que por supuesto existe en un medio que es también diverso-- corresponde la demanda de aclaración o rectificación, por ética y además por obligación legal Eso era lo procedente en el caso de los recientes señalamientos en un libro periodístico al ciudadano presidente Vicente Fox, quien prefirió, sin embargo, la invectiva y la sospecha de que se trata de una conspiración para intentar poner en duda su honradez y la de su familia Inscribir el libro La familia presidencial, el gobierno del cambio bajo sospecha de corrupción, de las reporteras Anabel Hernández y Arelí Quintero, en la lucha partidista por el poder, como afirma Fox a través de su vocero Rubén Aguilar, es una desproporción, sobre todo si, como reitera, "en un gobierno democrático, como el de hoy, la ciudadanía cuenta con instrumentos para constatar la información y conocer la verdad" Lo que ambas reporteras hicieron fue, precisamente, sustentar con información un súbito enriquecimiento de Fox y su mujer Marta Sahagún, así como algunos de los miembros de sus respectivas familias No es periodismo ficción, son datos Y si son erróneos, procede aclararlos o desmentirlos, pero no distraer, desde el pináculo, con la treta de que es una conspiración inscrita en la lucha por el poder Si es sólida la honradez del ciudadano presidente, de qué se preocupa Preocupa, en cambio, una reacción tan visceral, que --entonces sí-- provoca sospechas Por cierto, ¿con qué derecho la mujer de Fox dona vestidos adquiridos con recursos públicos? Sahagún usó las prendas, pero jamás fueron de su propiedad Por sí, fueron para una buena causa, como las concesiones de radio y televisión o la privatización de Pemex Apuntes Concluyó la integración del equipo del secretario de Gobernación, Carlos Abascal, y en materia de medios de comunicación, la Subsecretaría de Normatividad de Medios, a cargo de Enrique Aranda Pedrosa, tuvo la misma lógica, la de El Yunque: el nuevo director de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC), Eduardo Garzón Valdés, fue director fundador de la carrera de Comunicación en la UPAEP (1983-1993), exreportero de La Voz de Puebla y, por supuesto, militante de la Organización En Puebla lo apodan "El FUA", en alusión a su militancia en el primer membrete de la misma Abel Hernández, exsecretario general del PAN en Puebla e hijo de uno de los prominentes jefes estatales del Yunque, está a cargo de Medios Impresos, y Notimex tiene como nuevo director a Aurelio Bueno Con ellos llegan muchos personajes, como en todo el gobierno de Fox, de la misma cofradía? Comentarios: delgado@procesocommx