Migración: El sueño truncado (Primera de dos partes)

viernes, 13 de enero de 2006 · 01:00
Morelia, Mich , 12 de enero (apro)- Son el sector más vulnerable del fenómeno migratorio Su odisea comienza desde el momento mismo en que deciden probar suerte en "el otro lado" Son carne de cañón de grupos bien organizados de traficantes de humanos Los enganchan en las comunidades michoacanas, sin que autoridad alguna, federal o estatal, haga algo por atacar el problema El gobierno permanece ciego e indiferente, mientras cada día más mujeres y niños son llevados a Estados Unidos para ejercer la prostitución y la venta de drogas "Más allá de las duras vicisitudes que representa el sólo hecho de cruzar la frontera, existe un mundo paralelo que acompaña al fenómeno migratorio, en donde ser detenido por agentes de inmigración, reprendido, perseguido o ser sometido a duras jornadas de trabajo, puede resultar lo menos grave de una andanza por territorio estadundiense", señala Clara Ochoa Valdés, titular del Consejo Estatal de Población de Michoacán (Coespo) Se trata del tráfico de mujeres y niños para su explotación sexual, el enganchamiento de menores michoacanos para su empleo en el comercio de estupefacientes y condiciones de vida que se equiparan a las del porfiriato Son tres elementos que actúan de manera preponderante en el submundo que existe dentro del fenómeno migratorio, según un estudio de campo realizado por el Coespo "Fenómenos como el tráfico y la venta de mujeres para su explotación sexual en Estados Unidos, así como el enganchamiento de menores para que se empleen en la comercialización drogas en barrios latinos, son situaciones que se han instalado en la actividad migratoria, abarcando prácticamente todo el territorio estatal "Paralelamente, los trabajadores migrantes se ven sometidos a condiciones laborales en Estados Unidos que se equiparan los tiempos que antecedieron al movimiento revolucionario en México", menciona el informe La odisea se inicia en el momento mismo que se decide cruzar la frontera, ya sea para trabajar por un tiempo o alcanzar a algún familiar que radica en Estados Unidos, cuando se elige al "pollero" o "enganchador" Con una mala elección se corre el riesgo de caer en las redes de las bandas de traficantes Tráfico sexual en tierra de nadie El fenómeno migratorio conlleva en sí una problemática en la que son proclives a caer los grupos más desprotegidos que en él participan, las mujeres y los niños, quienes son susceptibles de convertirse en rehenes del tráfico sexual Maravatío, Chucándiro, Coahuayana, Aquila, Lázaro Cárdenas, Ocampo, Huetamo y Ciudad Hidalgo, son los municipios michoacanos más proclives a que sus mujeres y niños migrantes vivan la experiencia del tráfico sexual, de acuerdo con información proporcionada por el Coespo Este tipo de fenómenos se aminora en los municipios que tienen tradición migratoria, como los que se ubican en el Bajío michoacano, en donde la gente que decide emigrar tiene claro, con qué "pollero" hacerlo y las condiciones de seguridad que éste ofrece Diversas son las razones que orillan a una mujer a ejercer la prostitución en Estados Unidos, algunas muy similares a las que propician esta actividad en México, pero hay otras que son privativas del fenómeno migratorio, tales como en enganchamiento de jóvenes mediante engaños de redes dedicadas a esta labor El inicio, en estos casos, va acompañado generalmente por una violación en el trayecto al vecino país del norte, señala el informe Las mujeres son "detectadas" por el "pollero", quien mediante mentiras y promesas de un traslado seguro las enganchan Algunos las tienen previamente "vendidas" en la frontera, en donde al momento de cruzar las separan del grupo de emigrantes y en algún paraje previamente seleccionado, un "cliente" puede abusar sexualmente de ellas "Hay redes que operan en Michoacán dedicadas a reclutar muchachas con menores para que ejerzan la prostitución Estados Unidos, están dedicadas a la prostitución y el paso de drogas Hay redes de lenones que están coludidos con los ?polleros? Esas mujeres jóvenes, de acuerdo con la demanda, son seleccionadas Una muchacha emigrante está en condiciones de riesgo para caer en manos de esta gente", advierte Clara Ochoa Generalmente las mujeres emigrantes que ejercen la prostitución en Estados Unidos no lo hacen por su cuenta, están controladas por "protectores", conocidos popularmente como "padrotes", "chulos", "caifanes", quienes las administran, ya sea en casas de cita o en campos agrícolas en donde trabajan los varones que emigran, indica la especialista En los campos, los capataces --también de origen mexicano--, mediante un conocimiento empírico de la psicología del migrante detectan la necesidad que tiene el trabajador por algo que le haga o quitar la pesadez del trabajo o la añoranza de su tierra natal, por lo que conectan a los traficantes para que "abastezcan" de mujeres el lugar En esos casos, las mujeres que ejercen la prostitución viajan en grupo, una suerte de circo sexual itinerante; recorren diferentes campos de cultivo y/o laboran en la orilla de las ciudades De acuerdo con Clara Ochoa, la edad promedio es de 15 hasta 25 años, aunque hay mujeres más grandes que son menos demandadas por el consumidor Una sexo servidora tiene un tiempo de vida útil laboral muy corto, a los 28 años ya se le considera inservible y probablemente tenga una enfermedad de transmisión sexual En los campos agrícolas una mujer es "usada" por un promedio de ocho hombres, sin medidas de control sanitario, en lugares insalubres, es decir, "donde caiga" El pago se les hace a los "protectores", pero es un poco más elevado que en las casas de citas, debido al pago de transporte Cada servicio tiene una duración promedio de 15 a 30 minutos Una vez que las mujeres que ejercen la prostitución llegan al fin de su "edad productiva", optan por diferentes alternativas: algunas logran unirse con alguien generalmente mayor que busca usarlas sexualmente y/o como sirvientas; otras mueren como consecuencia de enfermedades, ya sea sexuales o producto de consumos drogas Muchas se regresan a la frontera de México, en donde siguen ejerciendo la prostitución pero ahora en condiciones más desventajosas; como a partir de los 26 o 28 años se les considera inservibles, tienen que ceder a todo tipo de "fantasías" del cliente, incluso con violencia Muchas se ven obligadas a ofrecer sexo por veinte pesos Aquellas que lograron tener algunos recursos guardados, regresan a su tierra natal a poner "algún negocio", un restaurante, una cantina A veces continúan ejerciendo la prostitución, pero ya no activamente, sino como "lenonas o madrotas" Entre la aventura y las drogas Más que las mujeres, los menores migrantes se encuentran en un estado de indefensión frente a las mafias de tráfico, tanto sexual como de drogas De acuerdo con los datos recabados por el Coespo, la migración de los niños solos a Estados Unidos ya no es privativa de los municipios con poca experiencia migratoria, sino que se extiende a todo el territorio estatal En ese sentido la estudiosa del fenómeno migratorio señala: "Así como hay redes familiares para la migración en el sentido positivo, hay otras para buscar a posibles mujeres que puedan ser vendidas, para detectar a niños que se empleen en la prostitución o para vender droga, ¿por qué?, porque son situaciones de riesgo, un niño solo que está al cuidado de una abuela viejita, que tiene afán de aventura, o que quiera irse a Estados Unidos porque cuenta con familiares allá, es vulnerable, no va a poner gran resistencia, le pides que haga algo a cambio de algún dinero y lo hace, todo se le hace fácil" Al hablar de menores migrantes, Ochoa a aclara que éstos abarcan una edad promedio de los diez a los doce años Una vez que los menores son enganchados y trasladados a tierras estadunidenses se les ubica en los barrios de mexicanos, de latinos, para que operen vendiendo estupefacientes; les pagan poco o con droga, si los detiene la policía, no tienen mayores datos para denunciar a sus enganchadores "Muchos de esos niños acaban muertos en las calles por los pleitos entre pandillas o bien por adicciones, incluso acaban en las cárceles Desgraciadamente no existen en México datos sobre la mortalidad de niños migrantes en Estados Unidos", lamenta Inadaparapeo, Charo, Zinapécuaro, Maravatío, Talpujahua, Ocampo, Angamacutiro, Huetamo, Carácuaro, Nocupétaro, Coahuayana, Cuitzeo, Huandacareo, Zamora y Apatzingán, son los municipios michoacanos en donde el Coespo ha detectado casos de niños enganchados para ejercer la prostitución o para la venta de drogas

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