Laberinto de mentiras

lunes, 23 de enero de 2006 · 01:00
México, D F, 23 de enero (apro) James Manning (Tom Wilkinson) es un exitoso abogado inglés con una bella esposa, una modesta casa en Londres y una maravillosa casa de campo James es una tipo objetivo y racional, un perfeccionista empedernido que vive el día guiado por fuertes valores Sin embargo, su estabilidad se verá amenazada cuando se entere de la infidelidad de su esposa y se vea involucrado en un crimen James se encuentra en una encrucijada: en primer lugar, la objetividad no le servirá de nada para lidiar con su crisis marital, y en segundo, hacer lo correcto, en lo concerniente al asesinato, podría resultar igual de perjudicial para su vida Todo en lo que James ha creído se tambalea y, al parecer, no hay nada de dónde agarrarse La ópera prima de Julian Fellowes (guionista de "Gosford Park"), Laberinto de mentiras ("Separate Lies", Reino Unido, 2005) es un drama intenso, de diálogo y poca acción, que si bien contiene algunos elementos de misterio, tiene que ver más con la ética y las buenas costumbres El personaje asesinado (situación que ocurre al principio de la cinta) es el marido de la ama de llaves de los Manning Todo ocurre cuando los Manning están dando un coctel en su casa de campo, por lo que la policía requiere de la ayuda de los Manning para solucionar el caso El asunto es que los involucrados (no sospechosos) son: Anne Manning (Emily Watson), la misma ama de llaves (acusada hace tiempo de robo); William Bule (Rupert Everett), un arrogante y grosero vecino, amante de Anne, y el propio James A través de diálogos inteligentes (que predominan sobre la acción) y actuaciones maravillosas, Fellowes nos envuelve en la tragedia de Anne y James, personajes que sufren de manera devastadora, pero muy a la inglesa; es decir, no se tiran al melodrama, se mantienen la mayor parte del tiempo en el papel del "gentleman inglés", menos Anne quien es más emocional, pero sin aspavientos A veces es necesario sólo una mirada para saber que, por dentro, está ocurriendo lo peor Por su parte, Everett juega el papel de niño malo a la perfección Fellowes no utiliza mucho despliegue visual Todo es muy sobrio, inmerso en un ambiente frío Pero para contar esta historia, lo hecho por Fellowes es más que suficiente

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