Un poquito de amor

viernes, 6 de enero de 2006 · 01:00
México, D F, 5 de enero (apro)- "La otra campaña" arrancó el fin de semana y con ella el circo mediático que bien sabe manejar el subcomandante Marcos Emulando a "El Che" Guevara, el "delegado Zero" --como su autonombró el líder rebelde? salió del territorio zapatista en motocicleta, para hacer más espectacular el inicio de la caravana que pretende recorrer el país, a la par que se realizan las campañas electorales para la Presidencia de la República Resulta curioso que después de varios años de silencio, el EZLN decidiera reaparecer en la época en que el clima político empezaba a hacer ebullición, cuando apenas estaban decidiéndose las candidaturas de los principales partidos, a los cuales, el sub, se ha encargado de descalificar una y otra vez con crudeza, aunque ya no con la ironía que caracterizaba sus primeros comunicados ?a pesar de sus intentos La reaparición de Marcos en el escenario nacional estuvo caracterizada por un perfil político, como si las reivindicaciones indígenas que impulsaron el movimiento zapatista en 1994, hubieran quedado en el olvido, como queriendo aceitar los motores de las rotativas para hacer su reaparición triunfal; pero sucedió que no fue lo mismo: los medios criticaron su gordura, su falta de habilidad humorística y en segundo término quedaron las demandas indígenas; los miles y miles de seguidores que otrora hicieron del territorio zapatista un paraíso turístico, desaparecieron Le dieron la espalda No fueron las multitudes de los primeros años, aunque ahí estuvieron algunos para ser testigos de "la Sexta" y del anuncio de "La otra campaña" A las plenarias cada vez fueron llegando menos delegados de los que se esperaban El caso es que el subcomandante Marcos insiste en descalificar a todo aquel que no esté con él y el EZLN, como cuando se encontraba en la cúspide de la popularidad, y miles y miles de simpatizantes subyugados por su pasamontañas se volcaron frenéticos a la selva lacandona; cuando se daba el lujo de "vetar" a la prensa incómoda, a aquella que no le hacía el juego; cuando se daba el lujo de criticar, regañar y poner apodos a cuanto político osara contrariarlo Hoy es distinto En los primeros días de la caravana zapatista han prevalecido el denuesto y la descalificación frente a las propuestas Hoy el recorrido zapatista no ha causado tanto furor entre la sociedad, salvo en los medios de comunicación que se han encargado de descifrar los motivos reales de "La otra campaña" Como si fuera muy difícil ver que las intenciones de Marcos son influir en la agenda política nacional y en el rumbo de las elecciones federales Es obvio; pero resulta que el romanticismo que invadió a los seguidores del zapatismo, por muy legítimas que sean las demandas indígenas ?y lo son--, se ha diluido, como en cualquier relación amorosa: el tiempo y la distancia se encargaron de enfriar el amor Hoy su fuerza no es la misma y Marcos lo sabe; por eso se juega una de las cartas que tiene bajo la manga Las circunstancias actuales son muy distintas a las de 1994: Un presidente débil que espera ansioso el término de su mandato, poco puede hacer para intentar siquiera sentarse a negociar con el zapatismo o para consensuar con el Congreso las reformas que se requieren Los candidatos presidenciales han procurado mantenerse al margen de toda disputa con el EZLN: están enfrascados en descalificarse entre ellos para ganar la elección presidencial, aunque las propuestas brillen por su ausencia, por su debilidad o por su inviabilidad Compiten en imagen y hoy, aun con su pasamontañas, la de Marcos no está en su mejor momento Sabe que de aquella pasión que ardía en 1994, hoy queda apenas un poquito de amor La puesta de Marcos, al parecer, resultó errada ?al menos en su primera semana--: los ojos del país estarán más entretenidos en presenciar el cochinero en que se convertirán las campañas electorales que en la caravana zapatista Resulta más atractivo ser testigos --como en un reality show--, de la podredumbre política que saldrá a la luz, que analizar las demandas indígenas Es cruel decirlo, pero es la verdad El morbo es el morbo Comentarios: jperez@procesocommx

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