Se internacionaliza la violencia en Centroamérica

lunes, 16 de octubre de 2006 · 01:00
San Salvador, 16 de octubre (apro) - Centroamérica, región azotada por guerras fraticidas hace menos de dos décadas, vive actualmente una "nueva confrontación bélica", pese a que en Guatemala, El Salvador y Nicaragua, los grupos contendientes firmaron acuerdos de paz Honduras y Costa Rica dejaron de ser retaguardias de las insurgencias o territorios para bases militares de Estados Unidos La calma fue efímera y hasta se protagonizaron cambios económicos imposibles de darse en medio de las balaceras Sin embargo, Centroamérica hoy es un hervidero de crimen organizado, pandillas y la delincuencia común, que la han convertido en una de las zonas más violentas del mundo, específicamente en Guatemala, Honduras y El Salvador, aunque hay evidencias de crecimiento de la criminalidad en Costa Rica, debido al fenómeno migratorio de nicaragüenses en su territorio Durante los últimos años, las autoridades centroamericanas han emprendido una férrea lucha contra la delincuencia, principalmente contra las pandillas, privilegiando acciones represivas que, según especialistas, lejos de resolver la problemática, han agudizado los niveles de violencia y han disparado las tasas de homicidios A comienzos de octubre, jefes de Estado y Gobierno de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Belice, República Dominicana, Colombia y el presidente electo de México, Felipe Calderón, se reunieron en Tegucigalpa, Honduras, para discutir sobre seguridad y migración, que permita coordinar esfuerzos y detener el espiral de violencia que azota a la mayoría de estos países Los temas de hace apenas 15 años versaban cobre las contiendas bélicas Al final de la cumbre, los mandatarios firmaron la "Declaración sobre Seguridad", que incluye, entre otros puntos, la ratificación del "Tratado Centroamericano Relativo a la Orden de Detención y Extradición Simplificada, con el fin de agilizar la captura de delincuentes en el área", al tiempo que demandaron "actualizar la red de comunicación entre las distintas oficinas de la Policía Internacional (Interpol)", así como poner en marcha el proyecto de "Red Centroamericana de Sistemas de Información y fortalecer la Red de Comunicación e Inteligencia Policial" Casi en paralelo, Nicaragua también fue sede de la Séptima Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, con la obvia ausencia de Cuba, en la que se destaca la presencia del secretario de Defensa de Estados Unidos, Ronald Rumsfeld, y que terminó con una vieja condena contra "el terrorismo, el crimen organizado, trafico de drogas y el lavado de dinero" Las conclusiones y recomendaciones, que no tienen carácter obligatorio para los firmantes, son una llamada insistente a "modernizar las instituciones armadas de los 34 naciones de todo el hemisferio", que enfatizan la persecución y represión de la criminalidad en Centroamérica Fracaso de la mano dura Sobre la cumbre de Tegucigalpa, Jeannette Aguilar, directora del Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop), reconoce que se incluyeron medidas que "probablemente podrían contribuir en cierta medida a sumar esfuerzos en materia de persecución policial", pero si se realizan sobre "una base técnica y en forma planificada, y si se fortalece la capacidad de investigación policial, pueden ser efectivas para la persecución del delito" La creación de un "Observatorio centroamericano sobre violencia, es un medida importante porque nos permitiría al menos ampliar el conocimiento y la comprensión objetiva del fenómeno y analizar el comportamiento delincuencial y la criminalidad regional", apunta Aguilar, quien dice que esto permitiría definir planes que pueden ser coordinados, pero focalizados en cada país Sin embargo, advirtió que persiste en visiones estrechas "No se dice que se adoptará una política integral a la niñez y a la juventud a nivel regional, o que los gobiernos se comprometan a incorporar a los presupuestos nacionales mayores asignaciones para dar mayor atención y acceso a los servicios básicos para la niñez y la juventud; eso está totalmente ausente" La violencia en Centroamérica se ha tornado en una pesadilla para los gobiernos del área que, en el caso de Guatemala, Honduras y El Salvador, los llamados países del "Triángulo Norte", han respondido con planes represivos, y han abandonado la prevención y la rehabilitación, lo que ha traído como consecuencia el fracaso de la política contra el crimen En una declaración pública de la Coalición Centroamericana para la Prevención de la Violencia Juvenil (CCPVJ) -de la cual el Iudop es parte--, sobre la Cumbre en Honduras, señala "el fracaso y el efecto adverso que las políticas de mano dura han tenido, principalmente en los países del "Triángulo Norte", como respuesta de los gobiernos al creciente fenómeno de las pandillas o maras" Por ejemplo, en los últimos tres años, en Honduras se han desarrollado los planes Cero Tolerancia y Libertad Azul; en El Salvador, Mano Dura y Súper Mano Dura, y en Guatemala, Plan Escoba, cuyo objetivo es perseguir y encarcelar a jóvenes pertenecientes a pandillas El documento apunta que todos estos esfuerzos no han traído resultados positivos, y que, por el contrario, han agudizado el problema En El Salvador, precisamente, desde la implementación de esos planes, el número de homicidios se ha disparado, y lo ha convertido en el país más peligroso y violento de América Latina, con una tasa de 555 homicidios por cada 100 mil habitantes, el doble de la media de todo el mundo, y que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es considerada como una verdadera epidemia En el 2003 se registraron 2690 homicidios; en 2004 se elevaron a 2933; en 2005 alcanzaron 3697, y entre enero y septiembre de este año, ya se contabilizan 2614 Se estima que el 60 por ciento de las víctimas son jóvenes entre los 15 y 29 años de edad Mientras, en Honduras se reportan 2836 asesinatos en 2005, llegando a una tasa de 40 homicidios por cada 100 mil habitantes En Guatemala la tasa rebasa los 44 homicidios por cada 100 mil habitantes, de los que más del 35 por ciento son menores de 25 años, de acuerdo con cifras del CCPVJ, un organismo integrado por organismos de la sociedad civil de Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y México, que "busca incidir en las políticas públicas para la atención de la violencia juvenil y promover propuestas alternativas a la vía represiva" Aguilar manifestó que la declaratoria de la Cumbre no establece la necesidad de hacer un giro, respecto de las políticas represivas en la región, aunque destacó que haya un pequeño avance al reconocer la necesidad de desarrollar planes de prevención "Veo un gran vacío ya que no existen estrategias regionales orientadas a prevenir los factores de riesgo asociados al agravamiento de la violencia", afirmó, y añadió: "Lo que observamos es que los énfasis están enfilados en el tema de inteligencia, fuerzas binacionales de seguridad, disposiciones en contra del narcotráfico, fortalecimiento de un observatorio antipandillas en la región, agregadurías policiales" Ni en las conclusiones de la Cumbre de Tegucigalpa ni en las de la VII Conferencia de los Ministros de la Defensa Nacional de Las América, llevada a cabo en Managua, existen orientación hacia el combate de la corrupción en las áreas de seguridad, así como tampoco guías para el fortalecimiento de la democracia y de las instituciones, a fin de que éstas puedan ser fiscalizadas por la sociedad Esto podría generar, como advierten analistas locales, en actos de mayor arbitrariedad y atentados a la democracia, como ha ocurrido en El Salvador con la aprobación de leyes antiterroristas encaminadas a frenar las protestas reivindicativas de la sociedad y de los sectores desprotegidos

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