Ecuador: Revolución ciudadana

lunes, 11 de diciembre de 2006 · 01:00
Quito, 11 de diciembre (apro) - A Rafael Correa le bastaron 104 días para ganar la presidencia del Ecuador Antes de eso, políticos, partidos y movimientos sociales no apostaban ni siquiera que llegara a la segunda vuelta En el camino, Correa perdió potenciales aliados: el movimiento indígena Pachakutik y los partidos Izquierda Democrática, Red Ética y Democrática Sólo el Partido Socialista Ecuatoriano lo apoyó sin ninguna condición Incluso, Pachakutik lo botó literalmente de su asamblea nacional por considerarlo un mestizo arribista y de derecha, cuando les fue a proponer una alianza electoral Y Correa se lanzó solo El pasado 14 de agosto empezó oficialmente su "aventura" Organizó y fundó el movimiento Alianza Pais (siglas de Patria Altiva i Soberana) En él confluyeron varios desafiliados de partidos de izquierda, de centro y uno que otro de derecha, pero fundamentalmente se nutrió de activistas identificados con la nueva ruta de la izquierda latinoamericana: "la revolución ciudadana" Arrastró para sí a una parte de ecuatorianos identificados con el movimiento ?forajido? que sacó del palacio de Carondelet (sede de la presidencia) a Lucio Gutiérrez, el 20 de abril de 2005, en el cual Correa tuvo una participación con bajo perfil y que luego le sirvió para ser, sorpresivamente, ministro de Economía del presidente Alfredo Palacio Cuando ocupó ese cargo era poco conocido en el ambiente político, aunque en el académico ya tenía cierta fama por sus posiciones en contra de quienes él calificaba de "ortodoxos" Sueño presidencial Por confesión propia, desde pequeño soñaba con ser presidente de la República Para ello, siendo de clase media baja, ganó todas las becas posibles: la escuela, la secundaria y los estudios universitarios en Ecuador, Bélgica y Estados Unidos Por eso, habla con fluidez inglés y francés, sin descontar el quechua, que aprendió cuando no había cumplido 20 años de edad e hizo trabajo voluntario en una comunidad indígena Cuando renunció al ministerio de Economía, en agosto de 2005, nunca negó que aspiraba a la presidencia Ahí inició un cauteloso trajinar por los pasillos de la política y sus primeros contactos con sus excompañeros de colegio y de universidad, sin dejar de lado a sus exalumnos y simpatizantes de su proyecto de revolución ciudadana Su propuesta de arranque fue: "Soñamos con un desarrollo equitativo igualitario (?) Con un país de manos limpias, con comportamientos públicos y privados apegados a la ética, con transparencia de información y rendición de cuentas" Convencido de sus propósitos, el economista, de 43 años, no tuvo pudor ni recelo político frente a nadie, incluidos los miembros de su buró político: no presentó candidatos al Congreso porque dijo que eso era aupar a la ?partidocracia?, ?responsable de la desgracia del Ecuador?; categóricamente negó cualquier posibilidad de firmar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos; advirtió que no renovaría el contrato (que vence en 2009, suscrito en 1999 por Jamil Mahuad) de la base militar estadunidense en Manta, ciudad-puerto de la costa ecuatoriana que sirve como centro de operaciones de rastreo para el narcotráfico y el terrorismo internacionales; propuso convocar, inmediatamente después de instalarse en el poder, una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva Constitución y reformar el sistema político; revisar todos los contratos petroleros, y utilizó una estrategia propagandista imaginativa para sí y en contra de los partidos tradicionales En el camino venció dos obstáculos: primero, la campaña agresiva de sus rivales que le tacharon de comunista y ?chavista? por su declaración expresa de ser amigo del presidente venezolano Hugo Chávez y, segundo, a Álvaro Noboa, el hombre más rico del Ecuador, que gastó alrededor de 69 millones de dólares en su campaña y con quien disputó la segunda vuelta electoral el 26 de noviembre Noboa llegaba a la segunda vuelta por tercera ocasión desde 1998 El límite del gasto electoral, por ley, es de tres millones de dólares Correa gastó 2,5 millones de dólares Otro punto a su favor: Lenin Moreno, vicepresidente electo con Correa, se moviliza en silla de ruedas, mientras su rival regaló decenas de sillas de ruedas por todo el país Ese fue un golpe directo, según los analistas, en contra de una forma de hacer política con base en el clientelismo y el ?poder de las chequeras? El resultado: Correa se colocó en el segundo lugar en la primera vuelta, con 23% de los votos, cuatro puntos menos que Noboa; y con un contundente 56% en la segunda ronda, con 13 puntos de diferencia de su rival Antes del 26 de noviembre los ecuatorianos temían repetir el fenómeno mexicano de una final estrecha que llevaría a Correa a reproducir lo hecho por Manuel López Obrador Además, en el camino dejó maltrechos a los partidos tradicionales, fuertes y con estructuras nacionales, como el Partido Social Cristiano, del expresidente León Febres Cordero; la Izquierda Democrática, del exmandatario Rodrigo Borja, y el Partido Roldosista Ecuatoriano, del defenestrado Abadalá Bucaram Todos ellos ni siquiera obtuvieron un bloque considerable en el Congreso y sus candidatos no llegaron en conjunto al 30% de los votos A la vez, sentó el escenario para un período complejo para Ecuador, al reafirmar que la convocatoria a una Asamblea Constituyente, ?de plenos poderes?, puede disolver el Congreso y hasta destituir al presidente electo si así lo considera necesario Los retos Las opiniones se dividen: para unos, el mayor reto del gobierno de Rafael Correa es estabilizar la economía y potenciar el crecimiento económico de los últimos años, lo que implica también mejorar los niveles de producción, ingresos para los sectores pobres y ejecutar una verdadera revolución agraria Otros piensan que todo lo anterior sólo es posible si se concreta la reforma política, que le dé una nueva visión de Estado a Ecuador y a su sistema de representación política y pública Y hay quienes ven algo más: modernizar la izquierda Claro, frente a la tendencia creciente en el continente de gobiernos de izquierda, las dudas sobre lo que hará Correa en esta corriente se instalan en la incertidumbre Él mismo se declara un humanista de izquierda cristiana, no apoya abiertamente los matrimonios gay, no está a favor del aborto y se le cuestionó usar como símbolo de campaña la correa o cinturón de cuero, ?para castigar a los corruptos?, cuando en Ecuador esta imagen se relaciona con la violencia intrafamiliar El periodista y editor de la revista Vanguardia, José Hernández, uno de los más leídos en Ecuador y con fuerte peso crítico en el análisis político, advirtió a Correa: "Llega al poder representando a una izquierda que si aplica sus ideas, en forma literal, asustará al electorado que votó por él Por eso, su mayor desafío no es ser fiel al viejo catecismo, sino inventar otro sobre la marcha" Le señala también otros desafíos: "Convertirla (a la izquierda) en una opción ya no electoral, sino de gobierno Sacudirla de fantasmas ideológicos que le han permitido cultivar nostalgias sin tener que cotejarlas con la realidad Llevarla a mostrar su eficiencia no comparando su acción con sus preceptos, sino con los índices económicos y sociales que va a heredar La izquierda ahora sí tiene que mostrar resultados" En Ecuador nunca ha gobernado un presidente de izquierda Desde la oposición éste sector político ha movilizado a los actores sociales, ya sea para presionar por reformas de todo tipo o para destituir mandatarios, como ocurrió en tres ocasiones con Abadalá Bucaram, Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez, en menos de 10 años, desde 1997 Por lo pronto y tras el triunfo contundente, la izquierda ecuatoriana se frota las manos: el exmaoísta Movimiento Popular Democrático le exige una Asamblea Constituyente ?originaria y popular?; los socialistas le aplauden sin condición y esperan su cuota de poder en el gobierno para impulsar la reforma política radical; el movimiento indígena demanda todo tipo de reformas para replantear el Estado con base en el reconocimiento de la diversidad étnica y cultural Y la derecha y la centro izquierda le exige cambios dentro del marco jurídico, respeto a la Constitución y a las instituciones como el Congreso y la Corte Suprema de Justicia La respuesta de él y su equipo es concreta desde el 14 de agosto: el decreto presidencial 002 (el 001 es el de asumirse como Presidente de la República) será llamar a un referéndum o consulta popular para que la ciudadanía se pronuncie a favor o no de la creación de una Asamblea Constituyente de plenos poderes para elaborar una nueva Constitución, figura jurídica inexistente en el estatuto constitucional ecuatoriano El analista político Alfredo Pinargote apunta el reto para Ecuador en el gobierno de Correa: "Alcanza la presidencia encaramado en un discurso radical, porque el cambio de estructuras no puede transar ni pedirle permiso a la mafia (se refiere a la denominación ya extendida para los partidos políticos tradicionales) que ha prostituido y humillado al sistema democrático" Ahora queda por ver quiénes entran en el juego y aceptan las reglas El mismo día del triunfo, Correa dijo que su amplia victoria era un mensaje a la clase política de que la ciudadanía quiere un cambio profundo "Somos gente de consensos, pero no traicionaremos nuestros principios", afirmó Días después profundizó su propuesta al advertir al Congreso que "debe someterse a los deseos de la ciudadanía" y que él garantizará la igualdad de participación para elegir a los miembros de la posible constituyente Actualmente se elabora el estatuto de elección y conformación de la Asamblea Constituyente, que en lo básico señala: serán elegidos 130 ciudadanos para representar a 13 millones de ecuatorianos, sin auspicio directo de partidos políticos y con base en una elección uninominal Y más allá de la propuesta política, Correa ha dibujado el panorama de su gestión gubernamental: mantendrá la dolarización como sistema monetario; reinscribirá a Ecuador en la OPEP; acordará con Venezuela la refinación del petróleo en ese país; se acercará al Mercosur para apuntar a la creación de la Comunidad Latinoamericana de Naciones; no firmará el TLC que se negoció durante los dos últimos años; renegociará la deuda externa; bajará las tarifas telefónicas y eléctricas, y mantendrá los subsidios estatales para productos como el gas, entre otras medidas inmediatas Algo más: la constitución de su gabinete, con personas vinculadas a sectores de izquierda, movimientos sociales, ambientalistas y de organizaciones de la sociedad civil, lanza el mensaje de que la vía ciudadana es su opción, para propender a reformas en la educación, salud, vivienda, agricultura y relaciones internacionales

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