Krámnik contra Deep Fritz: La máquina va ganando

lunes, 4 de diciembre de 2006 · 01:00
México, D F, 4 de diciembre (apro)- En estos últimos días de noviembre, en Bonn, Alemania, se están enfrentando dos verdaderos gladiadores del tablero Por un lado está Vladímir Krámnik, nacido el 25 de junio de 1975, en Moscú, considerado el Campeón del Mundo número 14 (después de Kaspárov precisamente, a quien le arrebatara el título mundial hace ya seis años por estas mismas fechas) y que, después de una larga confusión por parte de la FIDE, finalmente venciera a Topálov en un encuentro por la reunificación del título, por lo que oficialmente Krámnik es el mejor jugador en competencia hoy día Por otra parte, tenemos a Deep Fritz, un programa que corre en paralelo y que calcula 15 millones de posiciones por segundo, amén de tener 32 millones de partidas, que probablemente aglutina toda la historia registrada del juego ciencia En este caso, Deep Fritz jugará en una máquina con cuatro procesadores en paralelo y podrá calcular de 8 a 10 millones de jugadas por segundo Esto es incluso tres veces la velocidad de este programa cuando jugó contra el mismo Krámnik en Bahrain, en el 2002, y en donde empataron el match a 4 puntos El programa Fritz "nació" en noviembre de 1991 en las oficinas de la empresa alemana Chessbase En 1985 dicha compañía ya vendía un programa para grabar y recopilar partidas de ajedrez Así, en poco tiempo, Fritz se convirtió en un fuerte programa de ajedrez En 1995 derrotó a Deep Blue, la súper computadora de IBM en el match final del campeonato del mundo de ordenadores, y se convirtió en el campeón del mundo Mientras Deep Blue corría en una máquina especializada, desde Nueva York, Fritz se cargaba de un disquete flexible y corría en una computadora personal 386 Los avances del software han sido notables Hoy, en su versión 10, Fritz es uno de los mejores programas de ajedrez que hay en el mundo, pero no solamente por su nivel de juego, sino porque tiene una interfaz con el usuario muy poderosa y amigable Además de poder usarse como base de datos, se puede, desde luego, utilizar para analizar y jugar partidas contra la computadora casera Y vaya que es un rival tan complicado que hoy por hoy puede derrotar quizás a 99% de todos los jugadores en el mundo Hasta este momento, la máquina y Krámnik han jugado dos partidas La primera, el ruso con blancas, fue una apertura Catalana, que siguió los cauces incluso de las partidas que enfrentara Krámnik contra Topálov Después de un largo final, se acordó el empate La segunda partida, Krámnik, con un juego profundo, logró poner en problemas a la computadora Y en una posición en donde la máquina se defendió tenazmente, el ruso cometió un error de principiante y le dieron jaque mate a la siguiente jugada De hecho, la partida era un empate, prácticamente El operador de Fritz, antes de realizar la jugada de la computadora, con lo que terminaba la segunda partida, se quedó pasmado, porque la máquina daba mate en una jugada Sin duda que estas cosas pasan de pronto hasta en los más altos niveles Sin duda que el encuentro de la máquina contra el hombre dará qué hablar Claramente la computadora es favorita, y la razón es que eventualmente el poder de cómputo se impondrá a la capacidad del mejor jugador del mundo Pero esto no es de extrañarse, pues cualquier motocicleta puede correr los cien metros planos más rápidamente que el mejor plusmarquista de la especialidad, pero claro, para muchos es difícil pensar que el cerebro humano, la capacidad de pensar, pueda ser vencido por una máquina, pero así ocurre y el mundo sigue su marcha, ¿o no? Krámnik y Fritz jugarán aún cuatro partidas más Hay un total de premios de un millón de euros y sólo por jugar, Krámnik se ha hecho de la mitad de ese dinero Veremos si ahora puede remontar el marcador ante una máquina que no se cansa, que no tiene complejos, que juega con una cantidad impresionante de poder de cálculo y que, en el fondo, hace trampa, pues mueve las piezas de un tablero de ajedrez en su memoria, para así valorar la mejor jugada A mí no me queda duda que estos encuentros son muy atractivos y que ponen en serio predicamento el poder del ser humano, que se enfrenta a sí mismo, pero ahora con una nueva cara, la de los microprocesadores de muy alta velocidad, además de los años de trabajo tenaz y obsesivo para hacer una computadora que pueda, finalmente, convertirse en el mejor jugador del mundo

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