El Mañana, violencia no tan lejana

miércoles, 8 de febrero de 2006 · 01:00
* Revisaban notas sobre Irak justo cuando empezaron los disparos Nuevo Laredo, Tamps , 7 de febrero (apro)- "Venían a intimidar", relató un reportero del periódico El Mañana, al referirse a lo ocurrido la noche del lunes, cuando al menos dos sicarios ingresaron a la redacción, dispararon con armas AR-15 y AK- 47, y lanzaron una granada de fragmentación Las reconstrucciones, hechas por los mismos trabajadores del periódico, coinciden en que luego que los pistoleros lanzaron el grito de "¡ahora sí se los va a llevar la chingada¡", la mayoría tuvo tiempo para tirarse al piso El reportero que fue alcanzado por las balas se creía protegido tras una pared de tabla-roca, pero ésta fue traspasada por las balas Las narraciones fueron publicadas en las ediciones matutina y vespertina de Editora Argos "Eran las 7:45 de la noche La redacción preparaba el cierre del primer tiraje con las secciones Local y Revista Otros revisaban las notas de Agencias con noticias de violencia distante: "Atentados en Irak", "Bush pide reforzar la vigilancia en la frontera", narra una de esas reconstrucciones "En un instante ocurrió lo impredecible Una primer ráfaga de metralleta sacudió a El Mañana" Los reporteros que reconstruyeron lo ocurrido no son identificados por su nombre, y la mayoría de las notas que salieron este martes en el periódico vienen firmadas "por la Redacción" "Un grupo de gente armada y cubierta con capuchas entró por la puerta principal, y disparó a todos lados con armas de grueso calibre El guardia de seguridad, que trabaja desarmado como todos sus compañeros, nada pudo hacer más que ocultarse", refiere uno de ellos "Estábamos trabajando normal, pegados a las computadoras De repente escuché el impacto de vidrio quebrándose También sentí cómo astillas me caían en la cara Oí ráfagas, y mi reacción inmediata fue tirarme al suelo Me escondí debajo del mueble de la computadora y seguí oyendo balazos" Las versiones no son precisas sobre el número de sicarios que protagonizaron la incursión "Creemos que por lo menos fueron dos los que entraron por los distintos calibres de los casquillos, pero estamos seguros de que participaron más" También cuentan que la granada explotó frente a las oficinas de las subdirecciones editoriales, donde incluso se abrió un hueco en el piso Jaime Orozco Tey, reportero de guardia, "quedó tirado abatido por disparos, quizá algunos que perforaron una pared de ?sheet-rock?" Dos le entraron en el tórax y dos a la altura del abdomen, y otra más en el hombro Los reporteros de El Mañana relatan cómo fue que incluso dieron los primeros auxilios al periodista, mientras llegaba la Cruz Roja "Lo vi tan mal y tan desesperado, que no tuve tiempo de gritar ni decir nada Nada más empecé a rezar Lo abrazaba y le decía que no iba a pasar nada Cuando quedó todo en silencio, enseguida se escuchó otro golpe más fuerte, que fue una granada", refieren "Apenas tuve lucidez y me arrastré rumbo al pasillo de prensa Escondido, siguieron muchos minutos de incertidumbre Cualquier ruido provocaba mucho miedo Hasta que ya por fin todos salieron de su lugar donde estaban escondidos Comenzaron a circular la voz de que ya habían hablado a la policía y que ya venía la Cruz Roja" "Tey estaba gritando, ?¡ayúdenme!, ¡ayudénme!? Algunos compañeros tuvieron que ser atendidos por lesiones menores, por fragmentos de cristales o madera que se dispersaron por techos y paredes Apenas unos minutos después, los trabajadores de El Mañana tuvieron que sobreponerse y continuar con lo que quedaba pendiente para la edición de este martes "El periódico va a salir Tiene que salir Haremos un esfuerzo", dijeron, y comenzaron a barrer los vidrios que estaban regados por toda la Redacción Guerra ajena En su editorial, El Mañana hace referencia a la guerra que libra el crimen organizado en esa ciudad fronteriza, y de la que sociedad y este medio son ajenos "Desde el asesinato de Roberto Mora vimos que la autoridad estaba rebasada por la delincuencia organizada y que no había garantías para los periodistas", apunta "Esto nos llevó a tomar medidas, como autocensurarnos frente a temas delicados donde veíamos riesgos, cubrir exclusivamente los hechos, no mencionar nombres de algunos cárteles; haciendo malabares con la información para tratar de sobrevivir esta guerra ajena al periódico y a la sociedad de Nuevo Laredo "Tomaron de campo de batalla a Nuevo Laredo, porque esta es una plaza muy peleada Cruzan 6 mil tráileres diarios y las autoridades norteamericanas sólo revisan físicamente 50 o 60 Esto hace a esta plaza más importante que Tijuana o Ciudad Juárez" El periódico propone que lo que se gasta en la guerra contra el narcotráfico sea destinada a campañas de concientización, de educación y cultura "¿Quién fue el responsable? No lo sabemos, pudo haber sido cualquiera Son fantasmas Muchas veces nos utilizan a los medios agrediéndonos para perjudicar a la banda contraria, y así justificar que la supuesta autoridad ejerza más presión sobre un grupo rival Es una forma de hacer terrorismo", expone

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