María Félix a todo color, por Enrique Mourigan Cruzet

lunes, 6 de marzo de 2006 · 01:00
México, D F, 6 de marzo (apro)- Acaba de presentar este autor uruguayo su volumen-homenaje a La Doña en la Casa Lamm de la colonia Roma, recién publicado por Random House Mondadori en su colección De Bolsillo María Félix a todo color, de Enrique Mourigan Cruzet, y que lleva por subtítulo Los secretos mejor guardados de "La Doña", "contiene secretos y anécdotas desconocidos hasta el momento --explican los editores--, algunos que podrían parecer escandalosos, pero que después de todo presentan la belleza incomparable y el carácter decidido de la estrella mexicana de cine internacional, así como su dulzura y su refinado sentido del humor" Todo nació de la amistad con la estrella hacia 1991 Prosigue la cuarta de forros: "En 1996, al hablar sobre una biografía suya, María Félix le dijo al autor del presente libro: ?Aviéntate y ponlo todo, ponle biografía no autorizada y hazla, pues tú sabes más de mi vida que yo misma?, y luego le ofreció todo su apoyo para conseguir fotos suyas En ese instante fue sembrada la semilla que daría origen a este libro" Efectivamente, el libro presenta un atractivo único: más de setenta fotografías de la Félix, en su mayoría inéditas, "todas retocadas con color, lo cual --sumado al texto del autor-- da como resultado un realismo excepcional y un libro que se acerca como ninguno al verdadero rostro de la diva de mexicana" Enrique Mourigan nació en Montevideo, Uruguay en 1939 En 1976 emigró a Barcelona, España Ha dedicado la mayor parte de su vida a las relaciones públicas Tiene una de las más impresionantes colecciones de carteles en diversos idiomas, fotografías de todas partes del mundo, así como las 47 películas que realizó María Félix en México, Roma, España, Argentina y Francia Durante los años 80, entre múltiples actividades, mantuvo una sección histórica-biográfica en la prensa escrita española Este es su primer libro Enseguida se reproduce un fragmento del prólogo * * * Conocí la imagen de María, "La Doña", siendo apenas un niño, en Punta del Este, Uruguay Años después, en 1991, Enrique, su hijo, recopilaba fotos de La Doña para integrar un libro homenaje por sus 50 años de trayectoria en el cine Llegué a la cita con el álbum escogido de rarezas fotográficas Aún lo recuerdo como si fuera ayer: amigos en común le comentaron que yo tenía una enorme colección de la trayectoria de su madre y propiciaron el encuentro en su casa de Polanco, que era un altar a su madre El recorrido iniciaba en el hall; al salir del ascensor te recibía un gran dibujo de Jean Cocteau en el que se podía leer: "Si el sol no viene a mí, yo iré hacia el sol" De esta forma Cocteau, enfermo, reclamaba la visita de María Los retratos de María colgaban por todas partes, aquellos cuadros que conocí en fotos o a través de la prensa aparecían ante mis ojos En los paneles de las puertas interiores estaban colocadas las fotografías originales realizadas por Maurine en Hollywood, en 1946 A lo largo de la conversación Enrique me insistió en pasar al baño y por cortesía, accedía Ahí se encontraba el dibujo original en color realizado por Crox Alvarado durante el rodaje Doña Diabla, un cervatillo con el rostro de María; Enrique reía como un niño, le interesaba que descubriera esa rareza que, para su asombro, yo no desconocía e incluso sabía autor y fecha de realización Hablamos de amigo a amigo, de fan a fan, por horas Para él encontrar a una persona desconocida, que surgiera de las sombras, con quien podía hablar de hechos del pasado, en tan estimulante como para mí estar con el hijo de "La Doña" Llevé un álbum de fotos que revisó varias veces y de manera discreta sólo escogió una Al decirle que tomara otras no quiso, dijo: "A mí nadie me ha regalado nada" A lo que contesté: "Pues me toca a mí comenzar Quédatelas todas" En respuesta a mi gesto, entre travieso y cómplice, tomo entre sus manos un portarretrato pequeño de ébano que en el cristal tiene pintado el rostro de María en colores y dijo: "Esto fue un regalo que mi madre hizo a Agustín Lara cuando comenzaron a salir juntos y en tus manos estará en las mejores No se lo digas a Mamá" Hoy ese obsequio representa para mí un tesoro? A los veinte días, mientras me encontraba en mi casa de Barcelona, a la una de la mañana sonó el teléfono: --¿Enrique Mourigan? --Sí, soy yo --Soy María, perdone si lo despierto? --¡No, no me despierta! ¡Estoy soñando! --¡Ah, caray!, no me habían dicho que eras un seductor Te llamo para agradecerte tanta fidelidad; me contó Quique que tienes una colección enorme sobre mí, desde hace 50 años, ¡qué barbaridad! --Es verdad, es grande El año próximo cumple 50 años --Me da mucho gusto tener un fan así --No María, yo no soy su fan? --¿Entonces qué somos? ¿Me engañaron? --No María, no la engañaron, soy un afecto que tenía usted por el mundo sin saberlo, estoy en su sombra No soy fan, porque quiero al ser humano por encima de la estrella --Pues entonces te voy a decir una palabra que hace poco utilizo y a ti te diré tres veces: ¡gracias, gracias, gracias!

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