Fracaso de Un mundo maravilloso
México, D F, 17 de abril (apro)- Si el realizador Luis Estrada pensaba o no en los tiempos electorales por venir para estrenar su cinta Un mundo maravilloso, no es relevante Lo que realmente importa es que el espíritu crítico de Estrada funcionó en su contra, de tal forma que su más reciente película parece un vil planfleto izquierdista
El amanecer de los muertos, de George A Romero, un film de zombies, contiene una crítica más inteligente que la cinta de Luis Estrada En la película de Romero, un puñado de seres humanos vive en un edificio de lujo, prácticamente amurallado, para evitar que los zombies (quienes últimamente han desarrollado pensamientos independientes y pululan la tierra) los alcancen y se los coman
En términos de ficción, Un mundo maravilloso ni siquiera alcanza ese grado de sofisticación: sus mensajes no están disfrazados; son escupidos sin pudor por los personajes de la cinta
La película trata sobre un pobre, un tal Pérez (Damián Alcázar) quien, por azares del destino, se convierte de la noche a la mañana en un fenómeno mediático, debido a un supuesto intento de suicidio, justo después de que el gobierno en turno ha anunciado que los pobres son cosa del pasado
Pérez se convierte en un emblema de la lucha social, pero en realidad sólo es un instrumento de la prensa y, posteriormente, del gobierno, que dará a Pérez casa y trabajo para acallar a sus críticos Sin embargo, como todo es una ilusión, la vida de Pérez está destinada al fracaso, como la película misma
¿Qué es lo que hace que la cinta no funcione? Todo En primer lugar, no hay personajes --ni Damián Alcázar se salva--, sino "algo" salido de un comercial de partido político: todos lanzan consignas acordes a su estrato social: los pobres van a la izquierda, los ricos a la derecha
En el mundo de Estada, ricos y pobres son insalvables; tan malo el pinto como el colorado ¿Y la clase media? Es a la que se termina llevando entre las patas, pero de paso, ya los pintó como unos estúpidos Lo anterior mata el drama, el suspenso, todo
Además, la ambientación Estrada no se decide si está en los 50s ó 60s, o en alguna película de Buñuel, aunque de pronto tenemos un escenario futurista Total, parece que no hay ni pies ni cabeza Para colmo, le da por hacer homenajes a nosotros los pobres y a Tin Tan, que parecen puesto con calzador
Un mundo maravilloso no es inteligente, no es provocadora como lo fue La ley de Herodes, sino un compendio de lugares comunes que ni hace reír ni reflexionar Y, además, termina regañando al espectador
En pocas palabras, es un desperdicio de dinero Mejor veamos una de zombies