Microscopía económica
Sucedió que la crisis económica de siempre entró en crisis de coyuntura El peso se devaluó, perdió fuerza y contorno, y se hizo tan pequeño que costó trabajo encontrarlo en los bolsillos de los ciudadanos El problema no es de circulante sino de percepción, dijo el secretario de Hacienda, que había estudiado en grandes universidades del extranjero: Dinero hay, pero nos hace falta verlo mejor
Para combatir la progresiva disminución de la moneda, se lanzó un Plan Global de Desarrollo, cuya primera acción fue dotar de lentes de aumento a compradores y vendedores De acuerdo con los ojos de cada quien, se repartieron lentes sencillos o bifocales, monóculos de fondo de botella, lupas de diversos grosores y telescopios selectivos
Como el peso siguió siendo esquivo, hubo que pedir créditos al Banco Mundial para adquirir lupas más poderosas Los cajeros del país dispusieron de hasta siete juegos de lentillas para vislumbrar los pesos
Los inconformes que nunca faltan criticaron el Plan, pero el secretario fue implacable: si el peso no aparecía con la constancia debida, no era por la política económica, sino porque no se aplicaba con suficiente rigor Se decidió entonces pasar a la fase microscópica de la percepción monetaria
En cada cajero automático se instaló un microscopio capaz de agrandar la más reticente bacteria Fue menester pedir nuevos créditos para pagar este recurso de modernidad
Mientras la deuda crecía, los salarios se parecían cada vez más a las limosnas, y las limosnas al aire en el que vuelan corpúsculos de luz
El secretario de Hacienda informó que el Plan no fallaba: el peso se volvía transparente por falta de participación ciudadana Durante décadas, el pueblo no había hecho otra cosa que pedir Veía al Estado como a una nodriza que alimenta a menesterosos que ni siquiera conoce: No se puede recibir sin dar algo a cambio El problema no estaba en las lupas, sino en los ojos
En consecuencia, se lanzó la campaña gratuita de revisión oftálmica La Secretaría de Hacienda subsidió extracciones de catarata e implantes de cristalinos Doscientos médicos llegaron de Cuba a cambio de petróleo Cada uno operaba 12 ojos al día
El Banco Mundial juzgó la medida muy adecuada, y concedió nuevos créditos para pagar los intereses de la deuda anterior
La vista del país mejoró tanto que la realidad desmereció un poco Hubo que restaurar los murales de Orozco y Rivera para que recuperaran su original colorido
Sin embargo, aunque todo se veía con más nitidez, el peso conservaba su fugitiva silueta La gente se arañaba los bolsillos en busca de una migaja que quizá fuera un centavo
El secretario de Hacienda apareció en televisión y mostró lo sanas que estaban las estadísticas Nunca la balanza de pagos se había visto mejor La macroeconomía era un cielo despejado Había que tener paciencia para que el orden conquistado en las alturas bajara a las carteras comunes
La gente abrió sus monederos en espera de un óbolo, pero las pequeñas bocas de tela se quedaron sin tragar otra cosa que polvo
Comenzaba a hablarse de la extinción del peso cuando el secretario de Hacienda fue nombrado presidente del Banco Mundial Se trataba de un honor tan alto para México que una parte de la reserva estratégica fue destinada a pagar tres días de fiesta nacional
En su discurso de toma de posesión, el nuevo encargado del Banco Mundial habló de la disciplina necesaria para abrir los ojos: En la economía moderna no hay carencias: sólo hay problemas de vista Luego hizo una ingeniosa referencia al águila del escudo nacional, mascota de la buena vista
México fue el primer país beneficiado con el Programa Internacional de Créditos 20/20 en busca de una visión perfecta Gracias al privilegio de un nuevo endeudamiento, el Plan Global de Desarrollo entró en su fase atómica Llegaba el momento de hacer ajustes, con valentía mexicana Los microscopios apenas localizaban pesos en los cajeros Se necesitaba un instrumental a la altura de los tiempos El Banco Mundial concedió un crédito puente para que Alemania fabricara lentes ad hoc
¿Sería posible distinguir pesos con el nuevo artilugio? Los desconfiados de siempre fueron maltratados por el presidente de la República, inflexible en materia económica: Los estrábicos no entienden la realidad A partir de esa declaración, relegó a todos sus adversarios al deficiente bloque del estrabismo económico
Antes de que se estrenara el primer microscopio atómico de interés monetario, el presidente del Banco Mundial descubrió que ya no tenía pecas en el dorso de la mano Desvió la vista a su reloj de cuarzo y no pudo distinguir los números Lo mismo le pasó con el encabezado del periódico, que había leído minutos antes y hablaba maravillas de la macroeconomía mexicana El mundo estaba fuera de foco
Fue atendido en la Universidad Johns Hopkins por un oftalmólogo cubano De tanto buscar el lente ideal, su nervio óptico había sufrido una crisis: a veces veía de más, a veces de menos Podía precisar lo invisible y borrar lo evidente Había adquirido una visión macroeconómica perfecta Por desgracia, se tropezaba con todos los muebles
Renunció a su cargo con la más absoluta discreción Poco después, la política económica de México cambió de rumbo Los microscopios atómicos no llegaron a instalarse, pero hubo que pedir créditos para pagar las inversiones que ya se habían hecho
Por las tardes, el antiguo gurú de la economía sale a pasear en compañía de un perro lazarillo Mueve los labios como si sumara y restara los números que agobian su imaginación Mientras tanto, el perro husmea la tierra, clasifica los desperdicios y a veces percibe un aroma acerado que no logra entender, el precario olor de una moneda