Benedicto XVI: Un año de continuidad
Roma, 3 de abril (apro) - En su primer año como pontífice, Benedicto XVI se mantuvo fiel al legado de Juan Pablo II en temas que afectan a la sociedad moderna y en los que la Iglesia católica busca intervenir: aborto, uso de anticonceptivos, investigación científica sobre células madre, ordenación de mujeres y seminaristas homosexuales
"No habrá ninguna novedad (?) Por años, el cardenal y prefecto de la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger, sostuvo y firmó documentos" que condenaban este tipo de prácticas, y "continuará con esa actitud", afirmó a Apro Marco Politi, escritor y periodista del diario italiano La Reppublica
Y, como ejemplo, recordó que en el pasado mes de junio, Benedicto XVI incursionó en la política italiana para hacer fracasar un referéndum que pedía abrogar la restrictiva ley sobre la inseminación artificial
Ese fue un triunfo para el Vaticano El cardenal Camilo Ruini, jefe de la Conferencia Episcopal Italiana, no ocultó su satisfacción Dijo que "el resultado (del referendum) fue más allá de lo que presumíamos Estoy sorprendido por la madurez demostrada por el pueblo italiano"
Tal vez cambiará "la posición de la Iglesia católica sobre el uso del condón en zonas muy afectadas por la pandemia del sida", advirtió Politi Y comentó que algunos prelados --como el cardenal Javier Lozano Barragán, ministro de la Salud del Vaticano, y el teólogo George Cottier-- han asumido en este tema una opinión progresista
Sin embargo, el Vaticano sigue defendiendo la castidad En declaraciones difundidas el pasado 1 diciembre, el papa Benedicto XVI resaltó "la promoción de la lealtad en el matrimonio y la importancia de la familia", entre otros aspectos, para combatir el VIH Además, subrayó la importancia de que los gobiernos promuevan políticas a favor de "la castidad"
En septiembre pasado, el Vaticano reafirmó la exclusividad de la religión sobre el matrimonio De hecho, el cardenal Ruini logró bloquear en Italia un proyecto de ley que reconocía las uniones homosexuales
"El cardenal Ruini, en sintonía con Benedicto XVI, bloqueó esta reforma", afirmó Politi Explicó que, para la Iglesia católica, "las relaciones entre homosexuales sólo pueden ser reguladas por el derecho privado y con leyes particulares" Señala que, aun en esos casos, la Iglesia no permite el uso de la palabra "matrimonio"
En junio del 2004 ?todavía en el pontificado de Juan Pablo II?, el Congreso de los Diputados de España aprobó una ley que equipara el matrimonio heterosexual con la unión de dos personas del mismo sexo Ello desató la ira del Vaticano
Es "tan obvio y natural que el matrimonio no puede ser contraído más que por personas de diverso sexo: una mujer y un varón A dos personas del mismo sexo no les asiste ningún derecho a contraer matrimonio entre ellas", expresó la Conferencia Episcopal española en un comunicado, el cual remitía a las "orientaciones" del papa Juan Pablo II en esta materia Estas "orientaciones" estaban basadas en un documento firmado en 2003 por Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación de la Fe
En la misma línea, el pasado 30 de agosto, Benedicto XVI firmó una Instrucción de la Congregación para la Educación Católica, la que impide ordenar a seminaristas con tendencias homosexuales
"Respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir en los seminarios y en las órdenes sagradas a quienes practiquen la homosexualidad, presenten tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostengan la llamada cultura gay", dice la instrucción papal
Y más: "De ningún modo pueden ignorarse las consecuencias negativas que pueden derivar de ordenar a personas con tendencias homosexuales"
El pasado 25 de febrero, el Vaticano difundió la primera encíclica de Benedicto XVI, cuyo tema central fue "el amor" El texto no hace referencia alguna a la norma de la Iglesia que impide subministrar los sacramentos a los divorciados y a los que se han vuelto a casar
Sobre el aborto, el pasado 27 febrero, Benedicto XVI llamó nuevamente la atención de sus fieles sobre el tema de la "dignidad humana" y su "relación con Dios (?) que vale desde el inicio de la vida del embrión, ya antes que éste sea implantado en el seno de la madre"
Estas rígidas posiciones a menudo no facilitan las relaciones entre las diferentes religiones
"Existe un problema ecuménico entre el catolicismo y aquellas confesiones que, por ejemplo, aceptan que los prelados se casen", comentó a Apro María Lupi, experta en Historia de la Iglesia
Y añadió: "Los vertices de la Iglesia no consienten reformas de este tipo que la modernicen" Por eso "no hay posibilidades de que la Iglesia cambie su posición a corto plazo"
Lo mismo sucede con el tema del sacerdocio femenino La inflexibilidad de la Iglesia católica no facilita un diálogo religioso con los anglicanos, que permiten la existencia de mujeres prelados
De hecho, el sacerdocio masculino "es una posición milenaria fuerte y radicada () tiene 3 mil años de tradición hebraica y cristiana Dios era hombre, fue encarnado hombre en Jesús", recordó Politi
La discusión "fue definitivamente cerrada con Juan Pablo II", y "no hay márgenes" para modificar la posición de la Iglesia, aseguró el afamado vaticanista, Sandro Magister
El último documento de Juan Pablo II sobre las mujeres fue preparado por Ratzinger en 2004 En él, el Vaticano les reconocía el papel de madres y la posibilidad de "acceder a cargos de responsabilidad que les permitan inspirar la política de las naciones" Nada más Y es que "el documento firmado en 2004 señaló, de una manera muy velada, que reconocer el sacerdocio femenino podría comprometer la infalibilidad papal", comentó María Lupi, también catedrática de la Universidad de Roma Tre
El pasado jueves 2 marzo, el Papa prometió "más espacio para las mujeres en la Iglesia" Sin embargo, advirtió: "El sacerdocio femenino es un sacramento, no un poder que la Iglesia maneja como más le agrada"
En el Vaticano existe solamente una mujer que ocupa un cargo con poder en la jerarquía católica Se trata de la monja Enrica Rosanna, subsecretaria de la Congregación para los Instituciones de Vida Consagrada Fue nombrada por Juan Pablo II